Las estructuras de proceso de datos pueden bloquear los proyectos BPR

La arquitectura cliente/servidor requiere un reposicionamiento de la organización de los datos

Los sistemas cliente/servidor, como medios para el proceso distribuido, se encuentran ya en su segunda generación en el mercado. A pesar de su reciente presencia en forma de software estándar y de su capacidad de desarrollo individual, ninguno de los desarrollos informáticos anteriores había alterado de forma tan persistente los axiomas del sector. Las discusiones, en parte controvertidas, no se han detenido ante quienes se oponen al proceso cliente/servidor, ni sus defensores han sido capaces de adivinar de antemano la dinámica propia de esta técnica.

Las reglas aplicables a los avances en la tecnología de hardware/software han adquirido una nueva dimensión en lo que se refiere al ritmo de desarrollo, con una amplitud y complejidad que hace casi imposible para los desarrolladores de software profesionales seguir todas las actividades que tienen lugar en los diferentes sectores del proceso de datos. Otro de los efectos es también sin duda la democratización del know-how y de la informática propiamente dicha, lo cual podría parecer paradójico si se considera la complejidad creciente de esta última. Y también, en otro sentido, además del efecto positivo para los usuarios en general, esto promueve también una mayor responsabilidad por parte de los profesionales para llevar mejor a cabo su trabajo.

La reingeniería requiere un cambio radical

Fundamentalmente, la reingeniería de procesos industriales, BPR (Business Process Reengineering) es un proceso radical, de arriba abajo (Top Down), y que penetra profundamente en las estructuras de la empresa. Los gurus del Management de lo años 90 demandan en este sentido un cambio fundamental en la actitud mental y un re-diseño radical de la empresa o de los procesos empresariales esenciales, como resultado de lo cual se obtendrían mejoras en las áreas de los costes, calidad, servicio y tiempo. Sin embargo, en la práctica las cosas son diferentes. La conversión técnica y de la información se enfrenta pronto a limitaciones en lo relativo al concepto de proceso de datos. Las aplicaciones existentes, que en el pasado estaban dirigidas a una aceleración en el proceso de los datos, están construidas en la mayoría de los casos en base a modelos centralizados de organización y comerciales. El análisis de la organización, de las funciones operacionales y de las informaciones correspondientes al nivel de formulación de modelos de empresa y de sucursales no sirve ya de gran ayuda y, en consecuencia, no se promueve el cambio de un Management orientado a funciones a otro orientado a procesos. Otros problemas adicionales están en la falta de personal cualificado para soportar las iniciativas de rightsizing que suelen resultar generalmente de aquello y, además, apenas existen recursos para actividades innovadoras. El proceso de datos clásico está ligado al servicio y mantenimiento de los sistemas antiguos, y da lugar por lo tanto a unos costos elevados. Hasta el momento, no ha sido posible la creación de un valor añadido importante mediante el soporte de procesos comerciales reestructurados mediante la utilización de la informática. Ni las estrategias informáticas implantadas ni la organización del trabajo han dado lugar a estructuras nuevas basadas en la reingeniería BPR. Es necesario por lo tanto partir de un cambio permanente y de unos sistemas flexibles y abiertos.

La estructura informática interna de la empresa deberá adaptarse a las estructuras descentralizadas, y deberán crearse nuevas estructuras distribuidas. Por otra parte, los usuarios deberán disponer del apoyo necesario a la hora de decidir sobre la alternativa de "fabricar o comprar" (make or buy) o sobre la adquisición de know-how externo. Para el desarrollo en el tiempo de estrategias informáticas y de empresa se requieren nuevos enfoques y actitudes, en las que se aplique desde el principio una orientación a procesos. En este sentido, la creación de las infraestructuras en forma de estructuras cliente/servidor deberá estar clara y demostrada, y no conducir a discusiones sin sentido con los usuarios en relación con la tecnología. Desafortunadamente, los especialistas en informática suelen mostrarse muy atraídos hacia su propia técnica y con frecuencia pasan por alto los verdaderos objetivos de la reingeniería BPR. Por otra parte, tanto el análisis como la estructuración suelen seguir demasiado poco orientados a los procesos para poder obtener el valor añadido real de cada actividad desde el punto de vista del cliente, y falta completamente un desarrollo apropiado de modelos de proceso y la elaboración simultánea de un modelo de objeto adecuado desde el punto de vista técnico de la información. Uno de los obstáculos más difíciles de superar está en la complejidad de los entornos de sistemas y de aplicación. En este sentido, una estrategia útil podría consistir en la ampliación de los entornos antiguos mediante nuevos componentes. A este respecto, no debe subestimarse la importancia de la protección de las inversiones actuales, y para ello están disponibles los correspondientes productos, que hacen posible tanto una renovación de las aplicaciones mainframe existentes como su integración en nuevas soluciones cliente/servidor. Las soluciones de reingeniería orientadas a objetos se soportan en base a entornos host actuales (3270, 5250) mediante integración de los correspondientes sistemas operativos cliente/servidor (OS/2 y DOS Windows). La integración en el producto groupware Lotus Notes no presenta complicaciones y abre la puerta a nuevas iniciativas de aplicación. En este sentido, el concepto clave es el proceso de operaciones integrado. Mediante la utilización de los productos mencionados arriba, se protegen las inversiones realizadas en aplicaciones host, y se soporta de manera eficiente la reingeniería BPR. En lugar de discusiones inútiles entre los responsables informáticos y los usuarios, se ofrece una variedad de soluciones, de forma que el personal informático puede determinar su importancia para la empresa y demostrar de manera efectiva su papel en la prestación de servicios.

Proceso de operaciones integrado

Un Workflow Management soportado por proceso de textos, gestión de documentos, calendarios y función de correo electrónico constituye el conjunto de las partes que son esenciales en los sistemas de aplicación, que son complementadas a su vez por nuevas técnicas, como los escáneres y el tratamiento de imágenes. Es precisamente este enfoque general y globalizado el que aporta un nuevo nivel de calidad. El moderno Workflow Management consiste en asumir cada operación como una unidad total e independiente de los límites de jerarquías y departamentos. No obstante, es precisamente por eso por lo que con frecuencia los sistemas se enfrentan a un rechazo por parte de los usuarios. Un proceso de operaciones generalizado requiere un replanteamiento del trabajo y de la actitud mental, y afecta por lo tanto a las estructuras organizativas ya existentes.

La implantación del proceso de operaciones integrado abarca tanto las aplicaciones comerciales como el área de las aplicaciones técnicas. En este sentido, desempeñan un papel importante tanto el acoplamiento o integración de aplicaciones comerciales clásicas como las soluciones procedentes de las áreas CAD/CIM, marketing o investigación y desarrollo.

El papel de la orientación a objetos

De todas formas, la diferente funcionalidad y presentación de las diversas aplicaciones hacen que su utilidad quede reducida con frecuencia a la de los datos que las acompañan. En la mayoría de los casos, la funcionalidad obtenida no es tan modular ni tan activable a través de un interface que sea posible poner en marcha un proceso autónomo o independiente.

La carencia está en la falta de una definición adecuada de objetos comerciales.

Un modelo cliente/servidor simplificado quedará encapsulado en lo relat

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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