Las empresas y usuarios en España han sufrido 34.558 ataques informáticos en el primer semestre del año
Según un informe sobre las tendencias de la seguridad elaborado por IBM, en los primeros seis meses del año se han producido más de 237 millones de ataques a la seguridad informática de empresas y usuarios en todo el mundo. En España esta cifra alcanza un total de 34.558 ataques.
Las administraciones públicas son las que han sufrido más ataques de este tipo (54 millones), seguido por las empresas del sector industrial (36 millones), servicios financieros (34 millones) y los organismos sanitarios (17 millones).
Por áreas geográficas, Estados Unidos está a la cabeza en cuanto a número de ataques en los primeros seis meses de 2005 (12 millones), seguido de Nueva Zelanda (1,2 millones) y China (1 millón aproximadamente). El informe ha detectado que en España se produjeron en este período un total de 34.558 ataques en la seguridad informática de las empresas y usuarios.
Aumentan los correos que amenazan la seguridad
El informe añade que en este periodo el número de correos electrónicos que contiene alguna amenaza para la seguridad de las empresas se ha incrementado en un 50%, respecto al año anterior a escala mundial.
Sus datos indican que en este semestre ha disminuido el volumen de spam, es decir los mensajes de correo electrónico no solicitados. Sin embargo, se han incrementado los ataques a través de phising (envío de correos electrónicos fraudulentos cuyo objetivo es engañar a los destinatarios para que revelen información personal o financiera). De enero a junio de 2005, se han detectado 35,7 millones de correos electrónicos con algún tipo de phising, destinados a sustraer datos críticos e información personal.
A diferencia de años anteriores, en los que los ataques eran generales y tenían como objetivo interferir en el rendimiento de los sistemas informáticos, este año se ha observado que, cada vez más, el objetivo de los hackers es sustraer datos críticos (identificaciones, dinero, propiedad intelectual, etc.) de las organizaciones con el fin principal de lucrarse, y, en un segundo lugar perjudicar la imagen de marca de una empresa o de sus clientes. Se trata de ataques específicos dirigidos a empresas, instituciones y organizaciones públicas.