Las claves tecnológicas de 2011
La era del ordenador personal podría estar tocando a su fin. Así lo cree la consultora Deloitte que, tras elaborar por décimo año consecutivo el informe TMT Trends, apunta que más del 50% de los ordenadores vendidos en el mundo serán smartphones y tabletas. Así, las ventas de estos dispositivos superarán los 400 millones de unidades, por lo que a finales de año podrían representar el 25% de los 2.000 millones de ordenadores existentes. Según Elena Martín, gerente de Deloitte, este crecimiento “viene impulsado por el uso más profesional que se ha empezado a hacer de estos dispositivos. Pasa de ser un juguete a una herramienta de trabajo con gran potencial”. Sin embargo, continúa Martín, “eso no quiere decir que el mercado de los PCs vaya a desaparecer, siempre va a estar ahí, pero una parte muy significativa de la inversión de los fabricantes irá para estos nuevos competidores. Al final, el mercado lo que haré es crecer”.
De esta forma, la era del ordenador personal, caracterizada por chips y software estándar, sería reemplazada por un nuevo entorno tecnológico compuesto de al menos dos arquitecturas de chips diferenciados y cinco sistemas operativos.
e-Gob
En 2011, Deloitte prevé que el uso de la tecnología de gobierno electrónico alcanzará un punto de inflexión. En los países desarrollados se prevé que la proporción de empresas que utilicen servicios de eGob, para al menos uno de sus procesos, alcance una media del 90%, lo que supone un aumento del 75% con respecto a 2010. Asimismo, la proporción de ciudadanos que utilizan eGob en los países industrializados debería aumentar en unos 10 puntos porcentuales. Este desarrollo, según Martín, tiene que ver con los retos de los países, que pasan por “desarrollar la Sociedad de la Información y aumentar la penetración de Internet”.
En algunos países, de acuerdo con Deloitte, la importancia de eGob como método para impulsar la productividad y la eficiencia del sector público podría incluso conducir al nombramiento de un CIO nacional en los casos en los que no existía anteriormente.
En lo que respecta a los ciudadanos, lo más probable es que eGob tenga más éxito en los servicios utilizados predominantemente por grupos jóvenes, como por ejemplo, solicitudes de préstamos para estudiantes y permisos de conducir provisionales. Pero, con el paso del tiempo, el uso de canales tradicionales tales como las oficinas de información y los servicios de atención telefónica podrían restringirse a casos excepcionales, y es que, según la consultora, siempre existirán ciudadanos que no puedan costearse el acceso a Internet o que no sean capaces de utilizar los canales virtuales.
Redes sociales y publicidad
En 2011 es probable que las redes sociales superen la barrera de los mil millones de usuarios y que, a través de estas redes, se visualicen más de dos billones de anuncios. No obstante, según Martín, los ingresos de publicidad se mantendrán en niveles modestos. Es más, en 2011 se estiman unos ingresos totales por publicidad de 5.000 millones de dólares, “menos de un 1% del gasto total por este concepto a escala mundial. Así, la mayor parte de los beneficios de las redes sociales tendrá que proceder del tiempo dedicado por los usuarios y de una mejora de los parámetros CPM (coste de mostrar un anuncio mil veces).
Redes 4G
Por último, la adopción de las tecnologías 4G será más lenta de lo esperado. Aunque algunas de las principales operadoras del mundo implanten el sistema LTE (Deloitte prevé que alrededor de 30 operadores LTE en 6 países ofrecerán un servicio comercial a finales de 2011), la mayor parte de las redes seguirá utilizando tecnologías de transición, debido a que no todos los proveedores han hecho un uso pleno de su espectro de 3G y las redes LTE en su forma actual no suponen un avance significativo. Para Martín, “el problema radica en que no todos los proveedores ven aun una gran necesidad en invertir en las nuevas redes de telecomunicaciones, por lo que su desarrollo se va a dilatar en el tiempo”.
Para 2014 se estima que el mercado global asociado a la implantación de redes LTE se sitúe en torno a los 10.000 millones de dólares.