Las actuales actitudes de los consumidores llevarán al éxito del e-commerce en Europa. Estudio de Forrester Research
Aunque los consumidores europeos todavía son reticentes por distintas razones a comprar vía Internet, un nuevo estudio de Forrester Research manifiesta que las actuales condiciones de estos consumidores (experiencia, confianza y necesidades) abogan por un crecimiento importante del comercio electrónico en Europa.
En el estudio, se refleja cómo los actuales consumidores on-line europeos son exactamente iguales a los primeros estadounidenses que comenzaron a comprar a través de la Red, con lo que la lógica indica que las transacciones on-line se multiplicarán en Europa a un ritmo importante. Según Forrester, la actitud de los consumidores europeos se inclina hacia estas compras. Sin embargo, hasta ahora se ha podido demostrar cómo muchos de ellos no se atreven por falta de experiencia en este terreno, por poca confianza y no ser conscientes de que necesitan hacerlo. Sólo el 4% de las familias de los principales países de Europa Occidental compraron algo en la Red durante los meses de noviembre, diciembre y enero, unos consumidores muy parecidos a los primeros que aparecieron en EE.UU. (buena posición económica, con estudios y de ciudad), y muestran diferencias culturales con respecto a la media de sus países, especialmente en la forma de pago.
Forrester establece que, de aquí a 2004, continuará habiendo cuatro grupos diferenciados, según la actitud que los consumidores tomen respecto a Internet: los llamados “internautas pioneros”, la “próxima generación”, los “futuros compradores” y los “reticentes a la compra on-line”. Dentro de los primeros, más del 60% de ellos ha realizado transacciones bancarias, y el 36% a comprado acciones a través de Internet. Los denominados “próxima generación” son definidos como personas que utilizan la Red desde hace poco pero de manera muy activa, con una media semanal de 5,4 horas, y son los que más se preocupan de los precios de los artículos. Los “futuros compradores” tienen Internet desde hace más tiempo, aunque nunca más de dos años; sin embargo, lo utilizan poco y compran moderadamente, preocupados por la seguridad en las transacciones. Finalmente los “reticentes a la compra on-line”, que según Forrester son el 40% de toda la población europea conectada a Internet, ha declarado no tener intenciones de echar mano del e-commerce, al menos, en los próximos seis meses.
En el estudio, se refleja cómo los actuales consumidores on-line europeos son exactamente iguales a los primeros estadounidenses que comenzaron a comprar a través de la Red, con lo que la lógica indica que las transacciones on-line se multiplicarán en Europa a un ritmo importante. Según Forrester, la actitud de los consumidores europeos se inclina hacia estas compras. Sin embargo, hasta ahora se ha podido demostrar cómo muchos de ellos no se atreven por falta de experiencia en este terreno, por poca confianza y no ser conscientes de que necesitan hacerlo. Sólo el 4% de las familias de los principales países de Europa Occidental compraron algo en la Red durante los meses de noviembre, diciembre y enero, unos consumidores muy parecidos a los primeros que aparecieron en EE.UU. (buena posición económica, con estudios y de ciudad), y muestran diferencias culturales con respecto a la media de sus países, especialmente en la forma de pago.
Forrester establece que, de aquí a 2004, continuará habiendo cuatro grupos diferenciados, según la actitud que los consumidores tomen respecto a Internet: los llamados “internautas pioneros”, la “próxima generación”, los “futuros compradores” y los “reticentes a la compra on-line”. Dentro de los primeros, más del 60% de ellos ha realizado transacciones bancarias, y el 36% a comprado acciones a través de Internet. Los denominados “próxima generación” son definidos como personas que utilizan la Red desde hace poco pero de manera muy activa, con una media semanal de 5,4 horas, y son los que más se preocupan de los precios de los artículos. Los “futuros compradores” tienen Internet desde hace más tiempo, aunque nunca más de dos años; sin embargo, lo utilizan poco y compran moderadamente, preocupados por la seguridad en las transacciones. Finalmente los “reticentes a la compra on-line”, que según Forrester son el 40% de toda la población europea conectada a Internet, ha declarado no tener intenciones de echar mano del e-commerce, al menos, en los próximos seis meses.
