La tecnología sin plomo se hace realidad en la UE con RoHS
El sector está preparado para adaptarse a la directiva el 1 de julio
Ana Sanz.
19 MAY 2006
Queda apenas un mes para que una nueva directiva en pro del medio ambiente, la referente a la restricción de sustancias contaminantes en los equipos informáticos y conocida como RoHS, se aplique en todo el entorno de la UE. Frente a la reconversión e inversión efectuada en la cadena de producción, la legislación europea todavía no ha publicado algunas de las normas y aclaraciones para ayudar a las empresas en este camino. <br><br>Plomo, mercurio, cadmio, cromo hexevalente, bifenilos policromados (PBB), éteres difenilos (PBDE),... materiales y sustancias altamente contaminantes que se reducirán drásticamente, y en algunos casos serán sustituidos, a partir del próximo 1 de julio en todos y cada uno de los componentes de equipos informáticos, electrónicos y eléctricos que se comercialicen en los países miembros de la Unión Europea.<br>Consecuencia de este cambio es la adopción, en enero de 2003, de dos importantes directivas medioambientales europeas: una sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, conocida como RAEE o WEEE (en sus siglas en inglés), que se aplica desde agosto del pasado año y que señala que tanto fabricantes como importadores de este tipo de equipos que se comercialicen en el mercado europeo deberán financiar su reciclaje.<br>La segunda directiva y tema de este artículo es RoHS, para la restricción y sustitución de sustancias altamente contaminantes, que entrará en vigor dentro de algo más de un mes en el entorno UE. Esta aplicación ha conllevado en los últimos dos años que los responsables de certificación de producto, de calidad, ingenieros de desarrollo y toda la cadena empresarial en su conjunto reorientara su ingeniería de procesos y producción para adaptarse a tiempo a RoHS, hasta tal punto que los fabricantes no dudan en señalar que “la no adaptación a esta normativa dejará fuera del mercado a muchas empresas”, asegura Juan Muñoz, consejero delegado de Wincor Nixdorf en España. Una afirmación que comparten los responsables de Sanmina-SCI: “no hay otra alternativa salvo la de reconvertirse a los procesos sin plomo o desaparecer empresarialmente en un plazo relativamente breve de tiempo. En este sentido, el departamento de calidad ha jugado un papel primordial para que nosotros lo logremos”. <br><br>Proceso de reconversión<br>El desarrollo y consecuencias derivadas de este proceso tienen un denominador común entre algunas de las empresas que ha consultado este semanario: una alta inversión y un esfuerzo poco palpable para el mercado en general y el usuario en particular, aunque sí en el medio ambiente. “Hemos tenido que rediseñar todos nuestros productos, en lo que llevamos trabajando hace más de un año y medio y no puedo dar cifras de lo que ha supuesto, pero han sido considerables –puntualiza Muñoz–. Es una inversión que pocos valoran, poco visible y vistosa, pero que hay que realizar porque es la ley y va en pro de la naturaleza, pero que encarece el proceso de fabricación y que el cliente difícilmente valora y acepta esa posible subida en el precio”.<br>Igualmente, el máximo responsable de Brother Iberia, Justo Cuadrado, subraya que la compañía “lleva más de un año adaptando la cadena de suministro, lo que a nivel de fábrica nos ha obligado a cambiar algún modelo y a tener que analizar todos y cada uno de los componentes, con sus respectivos certificados por parte de los proveedores de que son compatibles RoHS, pero la inversión en procesos y formación ha sido elevada”. <br>Otras grandes multinacionales, como HP o Fujitsu Siemens Computers, destacan que tanto el reciclaje de productos como sus desarrollos para hacer equipos cada vez menos contaminantes no es algo nuevo, “hemos participado en el desarrollo de la directiva RAEE en todas las fases del proceso legislativo, tanto a nivel de la UE como en los estados miembros –subrayan en su página web desde HP–, además de colaborar en el proceso de aplicación en cada estado miembro en el que la compañía está presente y eso se aplica a RoHS”. <br>Así lo corrobora también Mauricio Lapastora, consejero delegado de la filial española de FSC, “llevamos más de quince años ejecutando nuestro compromiso con el medio ambiente y la tecnología Green PC en todo su proceso de producción y reciclado de componentes y llevamos una cierta ventaja en este aspecto frente al resto, pese a que suponga un desarrollo más costoso”.<br>Esta nueva forma de producción ha pasado durante estos años por varias fases que abarcan desde el análisis y evaluación del impacto de la reingeniería de procesos productivos hasta la formación de ingenieros y operarios encargados de las soldaduras y manufactura, hasta llegar a las pruebas de certificación de cada uno de los componentes utilizados y adquiridos por el departamento de compras y en los propios centros tecnológicos de las compañías. Desde la entidad española de certificación y normalización AENOR señalan que “estamos participando con la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC), en concreto con el Comité Técnico 111, que está desarrollando cuatro normas para ayudar en la aplicación de esta directiva que se publicarán en breve”.
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