La tecnología salva el reto de la educación a distancia
La UNED se vuelca en las TI como apoyo a su labor educativa
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) nació en los años setenta con un objetivo: colmar la gran demanda de muchos ciudadanos de realizar estudios superiores sin necesidad de desplazarse a un centro físico, lo que les permite compatibilizar el estudio de una carrera universitaria con el desempeño de su profesión o la realización de otras actividades en zonas geográficas alejadas. Desde entonces, esta universidad pública no ha parado de innovar en técnicas de educación a distancia que primero se apoyaron en algunas tutorías presenciales y con medios de comunicación tradicional como el correo y el teléfono, pero a las que en los últimos años se han ido añadiendo otras derivadas de la llegada de la Sociedad de la Información y del empuje de las tecnologías de e-learning (técnicas de educación que utilizan los medios electrónicos como Internet).
Como explica Manuel Castro Gil, Vicerrector de Nuevas Tecnologías de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), “al ser una universidad pública tenemos como obligación llegar a todo el alumnado y hay que tener en cuenta que tenemos cada vez más alumnos tecnoadictos, pero también tenemos muchos tecnófobos, lo que implica que, aunque adoptemos las tecnologías más punteras de e-learning, como la impartición de tutorías telemáticas o el acceso a información académica mediante un portal web, tenemos que seguir manteniendo las tradicionales como el teléfono o el correo postal”. Además, Castro añade que este alumnado es muy heterogéneo, lo que dificulta su actividad: “Al contrario que en las universidades presenciales, donde el alumnado es muy homogéneo y normalmente son personas entre 18 y 23 años con un perfil similar, en la UNED tenemos 150.000 alumnos (en territorio nacional) de lo más diverso: jóvenes y mayores, muchos discapacitados que han encontrado en nosotros un medio para formarse con más facilidad, e incluso 1.500 reclusos de cárceles. Tenemos que dar soporte a todos ellos por diferentes que sean, así que este objetivo es caro y requiere muchos recursos”. Por ejemplo, en el ámbito de la formación a discapacitados están trabajando con la ONCE para adaptar todos los contenidos académicos a éstos, así como los portales de Internet para que sean accesibles. “Mientras que en otras áreas hemos innovado mucho desde el punto de vista de las TI, hay que señalar que en la adaptación de nuestra formación a los discapacitados vamos un poco lentos”, señala Castro, que apunta que, aunque ya tienen un 30% de los contenidos de Internet adaptado a los discapacitados, esperan completar este proyecto en un año.
Internet como piedra de toque
La llegada de Internet supuso toda una revolución para la UNED, no sólo desde el punto de vista de la formación, sino también de la gestión del alumnado y de la realización de matrículas. “Internet es una tecnología crítica para nosotros –manifiesta Castro–. Es el medio para acercar la Universidad al alumno, poniendo a su disposición servicios de su interés y accesibles en cualquier momento. Capacidad, disponibilidad y seguridad son los factores críticos a la hora de atender telemáticamente a nuestro alumnado. Y esto requisitos afectan a todo el entramado tecnológico de la UNED: sus redes de comunicaciones, servidores y sistemas de información”.
Aunque la UNED, igual que las demás universidades españolas, adoptó rápido Internet y servicios como el correo electrónico, FTP y Telnet, su impulso en los últimos años ha sido más que notable. “Somos una Universidad a distancia, e Internet constituye el medio idóneo para salvar esta distancia, usando metodologías docentes en varios niveles, desde la autorización presencial por los tutores a curso y tutorías en línea por Internet, obteniendo un resultado que cada alumno puede personalizar a su medida”.
Uno de los aspectos que ha facilitado la Red es la gestión, por ejemplo, del proceso de matriculación. Este curso 2004-2005 es el cuarto en el que la universidad permite realizar esta matriculación a través de la Red, aunque, como novedad, hay que destacar que el pago, que hasta ahora se hacía aún de forma física en la sucursal bancaria, ya se puede realizar vía Web de forma segura y con una pasarela de pago, todo con la ayuda del banco corporativo de la institución, el BSCH, y con la colaboración de Visa. “En realidad, los 3.000 alumnos que tenemos en el extranjero ya pudieron realizar el pago completo de la matrícula en Internet el pasado año (un 30% de ellos lo hicieron así), pero esta posibilidad se ha extendido este año a todos nuestros alumnos en España”. El resultado es cada vez mejor. Según Castro, mientras el primer año que se hizo sólo se realizaron entre un 2 y un 3% de matrículas por Internet, el segundo año un 10% y el tercero casi un 30%, este año se espera llegar a un 60%.
Claro que, además de en el área de gestión, el papel de Internet se ha hecho notar en la universidad en el ámbito puramente formativo. Ésta empezó en el mundo de la educación en línea hace cinco cursos. “Ya tenemos cuatro carreras que están virtualizadas por completo, de modo que las clases se pueden hacer de forma presencial con tutores y a distancia, así como en línea vía Internet”, indica Castro. El procedimiento ha sido paulatino: “En vez de virtualizar cada carrera de golpe, empezamos por el primer curso para que se haga poco a poco. Por eso tenemos algunas carreras cuya virtualización está a medio camino”. Informática, Económicas y algunas ingenierías ya están virtualizadas, mientras Derecho, Psicología y Educación, entre otras, están a medio camino. Este año se empiezan a virtualizar Medio Ambiente, Ingeniería Técnica Industrial, Trabajo Social y Ciencias Químicas y Físicas. “El objetivo es que en 2009 ya estén todas las carreras virtualizadas para que en 2010, que será cuando se produzca el cambio de las titulaciones para homogeneizar la educación en la Unión Europea, estemos preparados”. Además de las carreras universitarias, los cursos de doctorado y otros, como el acceso a mayores de 25 años, también están virtualizados.
Esta virtualización exige una formación del profesorado y del alumno. Para ello, la UNED cuenta con el Instituto de Formación a Distancia, que es el que encarga de que unos y otros aprendan a trabajar con las tutorías telemáticas y otras técnicas de e-learning como la realización de cursos on-line, etc. El 70% de los profesores ya ha recibido algún tipo de formación al respecto y el pasado año 110.000 alumnos ya tenían acceso a los cursos por medios telemáticos.
e-learning viento en popa
Como plataf