La tecnología biométrica, clave para la seguridad del futuro
La biometría es un método de reconocimiento de personas basado en las características fisiológicas o de comportamiento, cada vez más útil para procesos relacionados con la seguridad. Aparte de la identificación por la huella dactilar, otras técnicas, por ejemplo, recurren al reconocimiento del iris, la retina, la voz o al propio patrón de escritura en el teclado.
Por ello no es de extrañar que cada vez sean más habituales estos métodos de identificación con el propósito de garantizar la máxima seguridad en diferentes entornos y situaciones. La emplean desde Administraciones Públicas hasta empresas privadas de todo tamaño y condición o incluso particulares con el objetivo de salvaguardar al máximo la información contenida en sus equipos personales.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) ha presentado un estudio sobre las tecnologías biométricas aplicadas a la seguridad. Una investigación que se centra en los usos, beneficios, riesgos y buenas prácticas recomendadas en el uso de la biometría aplicadas al control de identidades y de accesos.
Las técnicas biométricas están llamadas a sustituir, o al menos complementar, a los actuales medios de verificación de identidades, es decir, a las contraseñas y tarjetas de identificación. Esto se debe a las ventajas que ofrece, al aumentar la seguridad y mejorar la comodidad de los usuarios, pero también conllevan una serie de riesgos, como son la posibilidad de suplantación y las reticencias que los ciudadanos pueden plantear a su uso al ver amenazada su privacidad.
El Inteco recomienda de todos modos, y a pesar de las ventajas claras que ofrece esta tecnología, realizar un análisis previo de la situación, necesidades, objetivos y contexto en el que se va a implantar el sistema biométrico. Además, la empresa o organismo que vaya a desarrollar este tipo de proyectos debe elegir correctamente el sistema biométrico que mejor se adapte a sus necesidades y circunstancias, siempre conociendo sus pros y sus contras, así como formar e informar a los usuarios sobre el objetivo de la utilización de sistemas biométricos, el tratamiento que se dará a sus datos y los derechos que tienen al respecto.
De hecho, uno de los puntos más problemáticos de esta tecnología se encuentra a la hora de recabar el consentimiento de los usuarios aún en los casos en los que no sea necesario de acuerdo a la legislación. Muchas personas son reacias a este tipo de sistemas y consideran que son una intromisión en su intimidad y un foco de problemas a la hora de la gestión de sus datos personales. Por ello también es fundamental implantar todas las medidas de seguridad necesarias para mantener a salvo la información biométrica recabada.