La tarjeta sanitaria, un pasaporte de acceso a todos los servicios

El SNS propone un modelo unificado e interoperable

Una vez concluida la transferencia de las Comunidades Autónomas en materia de sanidad, la situación de partida del Sistema Nacional de Salud era divergente, con siete modelos distintos de Tarjetas Sanitarias de Identificación (TSI). Para corregir esta situación, el Ministerio y las CCAA del ámbito del antiguo INSALUD llegaron a un acuerdo para crear un sistema que hiciera interoperables todas las tarjetas de las comunidades, permitiéndoles mantener sus particularidades y funcionalidades.

El año pasado, el Ministerio de Sanidad y Consumo culminó el proceso de transferencia de sus competencias en materia sanitaria a todas las Comunidades Autónomas (CCAA), que desde ese momento son responsables de la sanidad en su territorio. El Ministerio, a través de la Dirección General de Planificación y de la Subdirección de Tecnologías, decidió poner en marcha un proyecto para convertirse en la plataforma tecnológica que posibilite la interoperabilidad de los sistemas de las distintas Comunidades.
Para Jesús García Marcos, subdirector general de TI del Ministerio de Sanidad y Consumo, “el punto de partida del Sistema Nacional de Salud era difícil, con siete modelos distintos de Tarjetas Sanitarias de Identificación (TSI), con códigos de identificación personal propios de cada modelo que no podían leerse entre sí. Además, existían expresiones diversas del tipo de usuario, una composición heterogénea de banda magnéticas, e incomunicación de las bases de datos, por la desactualización de la situación del ciudadano, duplicidades e incongruencias, así como una baja rentabilidad de cruces con otros ficheros (TGSS, INE, Mutualidades)”.
Ante esta situación, el Ministerio propuso un modelo que hiciera interoperables todas las tarjetas y les permitiera utilizar el identificador que tenían manteniendo sus particularidades. Así, tras pasar por una fase piloto durante los meses de octubre y noviembre de 2002, desde el pasado día 2 de diciembre la Base de Datos de usuarios de Tarjeta Sanitaria (TSI) está funcionando de manera óptima, con casi 30.000 transacciones diarias. Hasta el momento, han adoptado este modelo las 10 Comunidades Autónomas del ámbito del antiguo Insalud.
La estrategia de mejora propuesta por el Ministerio pretende construir un sistema de mantenimiento y actualización de datos básicos de población consensuado y compartido en el SNS. “Un sistema que permita la identificación homogénea de los usuarios; el mantenimiento de un intercambio de información entre las Comunidades Autónomas; la actualización de datos frente a otras fuentes de información oficiales; la obtención de información estadística pertinente, así como que facilite la consulta de la información necesaria para la gestión de usuarios a las CCAA y servicios de salud”, explica Jesús García. Asimismo, se persigue alcanzar la normalización paulatina de las propias TSI respecto a la incorporación del Código de Identificación Personal unívoco del SNS; la expresión básica común del tipo de usuario (farmacia); la visibilidad del CITE (Código Identificador Territorio Emisor), y la compatibilidad de lectura de los datos comunes en la banda.

Sistema basado en última tecnología
De las muchas ventajas que aporta este sistema, Jesús García destaca fundamentalmente tres: “minimiza las conexiones porque sólo se conectan al servidor autonómico y al servidor central; está permanentemente conectado y es una red segura”. Añade, además, que solamente circulará por ella información sanitaria y que “se trata de un sistema interoperable, avanzado de última tecnología. A partir de este sistema se puede crecer hasta el infinito. Estamos preparados tecnológicamente para implementar servicios sanitarios de intercambio de información con las comunidades como la historia clínica y, en su día, el intercambio europeo”.
Entre las utilidades asociadas a la TSI para el conjunto del Sistema Nacional de Salud destacan las siguientes: facilitar la circulación de los ciudadanos dentro del SNS; facilitar el trabajo de los profesionales sanitarios mediante la identificación segura de cada paciente y la asociación de la información pertinente; apoyar el trabajo de los gestores gracias, entre otras cosas, a registros de población permanentemente actualizados, y ser de utilidad para las Autoridades Sanitarias, sirviendo como instrumento de garantía de equidad en el acceso a los servicios en el conjunto del sistema, favoreciendo el ejercicio ordenado del derecho a la asistencia sanitaria en el conjunto del SNS, y conociendo los movimientos poblacionales.
En cuanto a la base de datos de la TSI de utilización conjunta en el SNS, ésta se caracteriza por estar construida y mantenida por las entidades competentes. El soporte técnico lo ofrece el Ministerio de Sanidad y Consumo sin interferir en los sistemas de gestión propios de cada CC.AA.
“Este modelo se ofrece como el proyecto del Ministerio para todos los demás servicios que iremos ofreciendo: la receta electrónica, el fondo de cohesión, etc. Queremos que el Ministerio se limite a garantizar los servicios y que las Comunidades se encarguen del mantenimiento de la información de los ciudadanos a su cargo. Hemos añadido la instalación de una red sanitaria privada que una el nodo central del Ministerio con los de cada comunidad, para que estén permanentemente conectados y de manera segura. A ese nodo se conecta un servidor de intercambio acreditado y certificado, de manera que sólo puedan circular por esta red mensajes XML a través de esos servidores”, asegura Jesús García.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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