La sintonía entre ciencia y sociedad será clave en el avance de la investigación
Varios científicos, reunidos en Madrid, proponen intensificar la formación en TI
Los científicos, que participaron en la mesa redonda Temas de Conversación sobre Ciencia, Cultura y Sociedad señalaron la necesidad de intensificar la formación en tecnología, lo que significa reforzar el pensamiento racional, base de las sociedades libres. A juicio de Jorge Allende, profesor de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, la educación en ciencias es hoy escasa en todos los países del mundo, incluidos los más avanzados. La causa de esta situación son, a su juicio, la vertiginosa velocidad del avance científico, el perfil de los profesores de ciencia, “que en su etapa universitaria no han tenido contacto directo con investigadores científicos”, y la enorme masificación que ha experimentado la educación en muchos países. Para Allende, la falta de acercamiento de la sociedad y el poder de la ciencia a través del impacto de muchas de sus aplicaciones produce una mezcla explosiva que causa a veces cierto temor de la sociedad hacia la ciencia.
Allende señaló que lo más importante que la ciencia y los científicos pueden aportar a la sociedad “es una manera de razonar, de plantear y contestar las preguntas, de buscar evidencias y datos que nos acerquen a la verdad, de una actitud crítica y objetiva de ver las cosas, de una gran tolerancia a las opiniones y una gran irreverencia a los dogmas y a la autoridad por la autoridad”. Allende mostró su preocupación por que en el siglo XXI, en la era de la ciencia y el conocimiento, las sociedades y países no están entregando este tipo de educación científica a los niños y jóvenes ni los científicos están haciendo lo suficiente para mejorar esta situación.
Un sistema vulnerable
En parecidos términos se expresó en su intervención Mario Bunge, profesor de lógica y metafísica en la Universidad McGill de Canadá, que se mostró partidario de fomentar la ciencia básica para enriquecer la cultura, la técnica y con ellas la economía y el Estado. Para el profesor Bunge, la investigación básica “consiste en la búsqueda de la verdad, independientemente de su posible uso práctico, y de ella depende nuestra cultura. Si la investigación básica se detuviera –afirmó– nuestra civilización se estancaría y pronto decaería hasta convertirse en barbarie”. Para Bunge, de todos los sistemas que constituyen una sociedad, el cultural es el más vulnerable a los choques económicos y políticos. “Por esta razón hay que manejarlo con mayor cuidado y alimentarlo con mayor dedicación, sin esperar otros rendimientos inmediatos que su propio enriquecimiento”, afirmó.