La planificación, clave de una arquitectura compleja
Estudio sobre conectividad
Uno de los elementos fundamentales para establecer una buen conexión de red es el hardware de redes, que desempeña un papel crucial en la fluidez de la información a través de una red, de la misma manera que las tuberías juegan un papel fundamental en el transporte del agua a las diferentes localizaciones, como el fregadero de la cocina, el baño o un grifo exterior.
También es importante definir lo que son las redes de proceso de datos que, en su mínima expresión, pueden incluir un par de ordenadores personales y una impresora, mientras que en su forma más complicada pueden incluir miles de dispositivos, como PCs, impresoras y servidores. Según la consultora Yankee Group, una instalación que incluya más de un ordenador compartiendo información o compartiendo una impresora, tendrá, por definición, muchas posibilidades de convertirse en una red de proceso. La red de proceso, también llamada red informática mejora la misión del PC, que consiste en soportar tareas cooperativas además de tareas individuales.
En cuanto al tamaño, la escala y la complejidad de una red, puede ir desde algo parecido a una simple cabaña a algo tan grande y de construcción tan comleja como un rascacielos. El hardware que se debe utilizar depende de la complejidad de la red en cuestión. Los problemas de arquitectura complejos que pudieran aparecer en redes de gran tamaño pueden resolverse mediante una planificación adecuada y eligiendo el hardware apropiado.
Cada pieza de hardware sirve a una función diferente, como conectar el PC a la red, reducir la congestión del tráfico y conectar diferentes porciones de una red.
Si se instala en la red un hardware o una combinación de dispositivos inadecuada, el rendimiento resultará afectado. Por ejemplo, si alguien intenta ahorrar dinero utilizando un concentrador o hub cuando en realidad sólo se requiere el rendimiento de un switch o conmutador, habrá elegido el hardware inadecuado, según datos de la firma Forrester Research.
Un hecho es que cuánto más compleja sea la red, más probable será que se requiera alguien con capacidades y conocimientos sobre redes para manejarla. Así, para crear una red con menos de 20 usuarios y servidores deberá contratarse un profesional cualificado, mientras que para una red de entre 20 y 50 usuarios y servidores, será necesario contratar un profesional cualificado y además adquirir uno mismo los conocimientos necesarios sobre redes. Por último, para crear una red capaz de dar cabida a más de 100 usuarios y servidores, será definitivamente necesario adquirir un amplio conocimiento y una maestr;ia en el manejo del sistema ya que tendrá que confiar más en sí mismo que en nadie más.
Sin embargo, la clave para alcanzar un rendimiento máximo de la red está en lograr un diseño eficaz y efectivo de la misma. Esto se consigue teniendo mucho cuidado en la elección de varios factores, entre ellos, la tecnología LAN adecuada para intervenir en la red; qué PCs se comunicarán con qué servidores, cuáles se comunicarán con otros PCs, cuáles accederán a Internet y qué aplicaciones se utilizarán.
Términos básicos
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Tarjeta de interface de red. Conecta el ordenador con la red y permite a los dispositivos comunicarse a través de la red. Está situada en un slot en el PC, con un extremo del cable de red conectado a la parte posterior, otro a un enchufe de pared y otro al concentrador de red.
Conmutadores. Son dispositivos que conectan una porción de la red con otra y dirigen la información en forma de packets de datos, con el fin de verificar que llegan al destino adecuado.
Routers. Reducen la congestión del tráfico en una red de área local (LAN), limitando la cantidad de tráfico que fluye a través de la red al fraccionarla en pequeñas partes conocidas como segmentos LAN.
Concentrador. Es una intersección en la que se agrupan diferentes conexiones de red.
Repetidor. Esta es una tecnología anticuada que rara vez se utiliza, y su finalidad es ampliar o extender el alcance físico de una red.
Gateway. Permite la conversión de una tecnología de red a otra, como el protocolo TCP/IP y la arquitectura SNA de IBM.