La piratería de software provoca pérdidas de 500 millones de euros en España
La BSA insiste en los efectos de la mala imagen sobre las empresas españolas
El índice de piratería en España creció un punto en 2004 respecto al año anterior, alcanzando el 43% y elevando las pérdidas de este mercado a 498 millones de euros, un 21% más que el año anterior. Esta situación ha sido calificada como “problema muy grave” por la BSA, que acaba de presentar los datos de su segundo “Estudio global sobre piratería del software”, elaborado por IDC.
Entre otros datos, el informe presentado por BSA (Business Software Alliance) indica que España se mantiene 8 puntos por encima de la media de la UE en índice de piratería, y que es el cuarto país de Europa Occidental en piratería de software. Luis Frutos, presidente del Comité español de BSA, afirma que esta situación “proyecta una mala imagen de España de cara a las inversiones exteriores, y una pérdida de competitividad de la empresa española”. A la vista de estos datos, BSA considera que el retraso español en cuanto al desarrollo de la Sociedad de la Información equivale a 20 años respecto a la situación de la UE y 30 años respecto a Estados Unidos.
En Europa, Oriente Medio y África (EMEA) el porcentaje de piratería se ha situado en el 39%, dos puntos por debajo del año anterior. Pese a ello, las pérdidas económicas que provoca han crecido en 3.000 millones de dólares, según IDC, situándose en 157.000 millones de dólares. El país con menor tasa de piratería es Austria, con un 25%, seguida de Suecia con un 26% y Reino Unido y Dinamarca, ambas con un 27%. Por contra, los mayores índices se registran en Grecia (62%) y Polonia (59%).
Para reducir estos índices, además de iniciar acciones legales contra las empresas que utilizan software pirata, BSA colabora con las Administraciones Públicas en diferentes iniciativas como el Plan antipiratería, aunque Frutos considera que “el Ministerio de Cultura debería tener presupuesto y objetivos concretos para tratar este problema con sus peculiaridades dentro del Plan”. Asimismo, BSA recomienda que se pongan en marcha más planes de sensibilización y concienciación, ya que “la empresa española no percibe los beneficios del software legal, y según Aetic el 40% de las pymes no da ningún valor a las TIC”, explica Frutos. Los datos de la industria del software empresarial española que maneja BSA indican que ésta genera un volumen de negocio de 1.600 millones de euros, con un total de 12.000 empresas dedicadas a fabricar y comercializar software, que suponen unos 80.000 puestos de trabajo directos y 300.000 indirectos. Una reducción de 10 puntos en el índice de piratería permitiría crear 6.000 nuevos puestos de trabajo.
No al canon
Con respecto al canon que grava los soportes de datos como los CD y DVD, el Comité español de BSA mantiene una postura clara: “La industria del software no está de acuerdo con el canon, porque afecta tanto a usuarios como a fabricantes y no consideramos justo que pague el usuario legal por el ilegal”. Con estas palabras, Frutos coloca la BSA junto a las numerosas organizaciones y asociaciones que han manifestado su postura contraria, reforzada si cabe tras conocerse el resultado récord de facturación registrado por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en 2004. Frutos admite que la SGAE “está haciendo bien su trabajo, pero centrados en sus intereses; nuestro problema es mayor y la imposición del canon puede contribuir a agravar el problema de la piratería”, concluye.
Entre otros datos, el informe presentado por BSA (Business Software Alliance) indica que España se mantiene 8 puntos por encima de la media de la UE en índice de piratería, y que es el cuarto país de Europa Occidental en piratería de software. Luis Frutos, presidente del Comité español de BSA, afirma que esta situación “proyecta una mala imagen de España de cara a las inversiones exteriores, y una pérdida de competitividad de la empresa española”. A la vista de estos datos, BSA considera que el retraso español en cuanto al desarrollo de la Sociedad de la Información equivale a 20 años respecto a la situación de la UE y 30 años respecto a Estados Unidos.
En Europa, Oriente Medio y África (EMEA) el porcentaje de piratería se ha situado en el 39%, dos puntos por debajo del año anterior. Pese a ello, las pérdidas económicas que provoca han crecido en 3.000 millones de dólares, según IDC, situándose en 157.000 millones de dólares. El país con menor tasa de piratería es Austria, con un 25%, seguida de Suecia con un 26% y Reino Unido y Dinamarca, ambas con un 27%. Por contra, los mayores índices se registran en Grecia (62%) y Polonia (59%).
Para reducir estos índices, además de iniciar acciones legales contra las empresas que utilizan software pirata, BSA colabora con las Administraciones Públicas en diferentes iniciativas como el Plan antipiratería, aunque Frutos considera que “el Ministerio de Cultura debería tener presupuesto y objetivos concretos para tratar este problema con sus peculiaridades dentro del Plan”. Asimismo, BSA recomienda que se pongan en marcha más planes de sensibilización y concienciación, ya que “la empresa española no percibe los beneficios del software legal, y según Aetic el 40% de las pymes no da ningún valor a las TIC”, explica Frutos. Los datos de la industria del software empresarial española que maneja BSA indican que ésta genera un volumen de negocio de 1.600 millones de euros, con un total de 12.000 empresas dedicadas a fabricar y comercializar software, que suponen unos 80.000 puestos de trabajo directos y 300.000 indirectos. Una reducción de 10 puntos en el índice de piratería permitiría crear 6.000 nuevos puestos de trabajo.
No al canon
Con respecto al canon que grava los soportes de datos como los CD y DVD, el Comité español de BSA mantiene una postura clara: “La industria del software no está de acuerdo con el canon, porque afecta tanto a usuarios como a fabricantes y no consideramos justo que pague el usuario legal por el ilegal”. Con estas palabras, Frutos coloca la BSA junto a las numerosas organizaciones y asociaciones que han manifestado su postura contraria, reforzada si cabe tras conocerse el resultado récord de facturación registrado por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en 2004. Frutos admite que la SGAE “está haciendo bien su trabajo, pero centrados en sus intereses; nuestro problema es mayor y la imposición del canon puede contribuir a agravar el problema de la piratería”, concluye.
