La modernización institucional toma como base el DNI electrónico
El Gobierno cierra su fase experimental para que entre en vigor en 2006
Una tarjeta de policarbonato que incorpora un chip con los datos actuales del DNI, único y exclusivo para cada ciudadano español, y dos certificados digitales para autentificar la titularidad del mismo en el ámbito virtual y para firmar electrónicamente y con la misma validez jurídica que la manuscrita es la composición básica del DNI electrónico español. Sin duda, uno de los proyectos tan complejos como emblemáticos del Plan de modernización tecnológica de la Administración Pública 2004-2007 o Plan Conecta para implantar de forma efectiva las nuevas tecnologías en la Administración Pública y en la sociedad española.
El nuevo DNI electrónico comenzará a distribuirse entre los ciudadanos españoles en marzo de 2006, si bien su despliegue total se realizará paulatinamente en los tres años siguientes, tal y como señaló recientemente el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. El documento será expedido por el Ministerio del Interior y “podrán acceder a él sin distinción alguna todos los españoles”, según el comunicado realizado por este departamento. Además, se especifica que “permitirá en unas condiciones óptimas de accesibilidad, seguridad y fiabilidad acreditar electrónicamente la identidad personal de su titular, así como firmar de forma electrónica documentos con plenas garantías jurídicas”.
Poco nuevo hay al respecto, si bien y tras un largo periodo de retrasos e idas y venidas la novedad radica en que se pone fin a la fase experimental para entrar en la realmente operativa durante los primeros meses del año que viene. Aunque Sevilla manifestó ante los medios de comunicación que el nuevo documento electrónico podría servir incluso de tarjeta de crédito, por el momento no se contempla incorporar al chip más datos que los meramente identificativos de su titular, sin entrar en añadidos médicos, laborales, etc.
Colaboración técnica y económica
La necesidad de coordinar la labor de este proyecto se ha plasmado en la decisión tomada a mediados del presente mes de junio por el Consejo de Ministros, en el que se autorizó la suscripción de un convenio de colaboración técnica y económica entre los ministerios de Interior y de Industria, Turismo y Comercio. En el mismo se daba cuenta de la dotación económica de 23,1 millones de euros, que se distribuirán entre este año y 2006, de los que 11. 464.000 euros los aportará Interior y los 11.642.000 euros restantes, Industria.
No obstante, en los presupuestos del Ministerio del Interior para el año 2005 ya se recogía una partida cifrada en 17,3 millones de euros para la puesta en marcha de la oficina piloto del DNI electrónico. La novedad de este último convenio de colaboración reside en la atribución del departamento de Industria y de sus competencias en el desarrollo e implantación de la Sociedad de la Información en España.
Del piloto a la realidad
Si rememoramos las acciones llevadas a cabo hasta ahora en este complejo proceso y que han culminado en dicho convenio de colaboración entre ambos departamentos del Gobierno, en uno de los últimos Consejo de Ministros del pasado año se creó el denominado Comité de coordinación para la implantación del DNI electrónico, así como la Comisión técnica de apoyo al Comité de coordinación con objeto de fijar un calendario para la implantación progresiva del nuevo documento identificativo de los españoles en su actividad física y en la telemática.
Una de las primeras acciones de este Comité de coordinación fue la convocatoria del primer concurso público, ya en enero de 2005 y dotado con 11.982.000 euros, para el suministro de componentes de gestión del DNI electrónico.
Ahora la Comisión técnica ha estudiado la situación de éste proyecto y su financiación mediante el desglose de los costes estimados de este proceso y de la financiación técnica del mismo, así como el calendario de actuaciones previstas para los próximos meses, que abarcan desde asistencia técnica al ciudadano, la puesta en funcionamiento de la conocida como Oficina del DNI electrónico y de los primeros servicios basados en la nueva cédula de identidad electrónica, hasta la campaña de comunicación y divulgación.
Identidad digital
Un componente que marca un antes y un después en este proceso es, sin duda, la firma electrónica, tal y como se recoge en el Real Decreto-Ley 14/1999, que señala que el comercio electrónico no puede desarrollarse debidamente si no se garantiza la seguridad en las transacciones. La firma electrónica desarrolla las bases para conseguirlo y la Administración será la responsable de promover el uso de este servicio, facilitando la aparición de nuevos ámbitos de aplicación que hagan uso de la misma.
En España hay casi treinta millones de DNI, con una media de renovación anual de seis millones de documentos, que acreditan a su titular ante terceros social, jurídica y legalmente. De este guarismo pasivo, que también sirve como número de pasaporte, de NIF y de carné de conducir, el nuevo documento electrónico aporta esa identidad en el mundo de la Red con plenas garantías, con la huella y la imagen digital en formato electrónico; además de la firma de su titular para realizar transacciones on line con plena seguridad y fiabilidad. Tal y como ha señalado Ramón Palacio, director general de la entidad pública empresarial Red.es, “es necesario fomentar la seguridad y la confianza de los ciudadanos en la Red a la hora de hacer sus transacciones y el DNI electrónico ofrece esas garantías”.
La intención de este nuevo impulso institucional es la puesta en marcha de un proyecto piloto y operativo durante el primer trimestre de 2006 en una ciudad española de tamaño medio, a la que seguirán de forma paulatina el resto de las localidades españolas para, según las previsiones, tener implantado totalmente el nuevo documento electrónico a principios de 2008.