La metamorfosis del mainframe. Los grandes sistemas no desaparecen, por ahora.
El mainframe puede estar sufriendo algunos contratiempos en su edad madura, pero no está muerto. En realidad, sobrevivirá hasta el próximo siglo, aunque lo hará desempeñando algunas nuevas funciones. Lo que sí ha cambiado dramáticamente, según los usuarios, es su forma de pensar sobre los sistemas host. La mentalidad mainframe está muerta, la idea de comenzar con el mainframe como pieza central del entorno de proceso ha pasado a la historia. Por el contrario, las grandes máquinas son consideradas por los usuarios de grandes sistemas como una de las muchas opciones actualmente disponibles.
Está claro que los mainframes están evolucionando, desde máquinas centrales, monolíticas y basadas en aplicaciones, hacia procesadores especializados e interconectados dedicados a funcionar, por ejemplo, como servidores de comunicaciones o de bases de datos. Dentro de quince años, los mainframes almacenarán e intercambiarán datos e información que será procesada en realidad por ordenadores de sobremesa, y la mayor parte de las aplicaciones de la empresa residirán en ordenadores personales o redes de área local. Es lo que la principal empresa de mainframes, IBM, llama proceso cooperativo o distribuido.
En la utilización futura de los mainframes se centrará también el énfasis en funciones de servicio, tales como el backup de redes LAN, distribuir cambios y upgrades de software a redes LAN y seguimiento de la actividad de todas las otras máquinas. De todas formas, el mainframe sólo será una entidad entre otras muchas en la red.
Los vendedores de mainframes, y en particular IBM, responderán a estos cambios tanto con una mejor relación precio/rendimiento, como con la inclusión de nuevas tecnologías para los grandes ordenadores, incluyendo procesadores de funcionalidad especial, ordenadores masivamente paralelos y otras funciones y características destinadas a ofrecer a los usuarios un motivo permanente para creer en estas grandes máquinas. Los usuarios continuarán comprando mainframes, aunque en menor número y de mayor tamaño, según los analistas. Las estrategias de compra específicas a largo plazo varían según el usuario. Muchos usuarios están trasladando agresivamente sus aplicaciones fuera del sistema host, en un intento de reducir las inversiones en mainframes o de aprovechar nuevas plataformas de proceso, incluyendo estaciones de trabajo (o ambas cosas).
Sin embargo, toda esta actividad no significa el fin del mainframe ni de los miles de millones de dólares invertidos en el software de sistemas y aplicaciones correspondiente. De todas formas, existen algunas diferencias importantes entre lo que está tomando forma como entorno de proceso de los años 90 y lo que ha aparecido antes.
Entre ellas pueden citarse las siguientes:
* La nueva norma es dejar que la aplicación dicte cuál es la mejor plataforma. Lo mismo que dentro de una gran organización no existe una respuesta universal, las respuestas varían considerablemente entre un centro de proceso y otro.
* El movimiento hacia los sistemas abiertos significa que muchos clientes están buscando opciones abiertas. La mayor parte de los usuarios no consideran que el mainframe tradicional se encuadre dentro del sector abierto, aunque algunas recientes introducciones de productos de clase mainframe por NCR y Hewlett-Packard podrían motivar a los vendedores tradicionales de grandes máquinas a incorporar más rápidamente estándares a sus sistemas.
* Los responsables de informática están comprobando que los menores precios para plataformas no-mainframe resultan atrayentes, y los están eligiendo cuando resulta apropiado. Sin embargo, la mayor parte de las grandes empresas siguen sin confiar sus aplicaciones básicas y vitales a nada que no sea un mainframe. Muchos ejecutivos no consideran que esa tendencia cambie mucho antes del final de la década, y que probablemente habrá algunas aplicaciones -sistemas de reserva de líneas aéreas y sistemas bancarios de información a clientes, como ejemplos más frecuentes- que tardarán bastantes años en salir del mainframe. Estos usuarios se muestran rápidos también en prevenir contra los inconvenientes del downsizing.
Los beneficios en costos de las plataformas mainframe, por muy atractivas que parezcan a primera vista, pueden resultar engañosos.
Las empresas no están realizando un cálculo de costos correcto de las plataformas alternativas. Hay que analizar el costo total del servicio y soporte técnico; la necesidad de prudencia es mucho mayor para las plataformas alternativas. Las plataformas más pequeñas requieren muchas más personas, y los requisitos son mucho mayores. Además, la duración de vida útil no es tan larga.
Por otra parte, hay que considerar la cuestión semántica. ¿Qué es actualmente un mainframe? Hay que tener en cuenta cómo se utilizan los ordenadores. Algunas máquinas Unix funcionan como mainframes:
si se sitúan en el lugar central, se soportan mediante un personal de programación y los usuarios finales pueden conectarse a ellas y acceder a información a nivel de empresa, puede decirse que se trata de un mainframe. La definición del mainframe está cambiando.
Ya no se trata tanto de cuántos usuarios soporta o cuántas instrucciones procesa, sino de una visión más funcional de aquello que hace la máquina. Incluso IBM se está apartando de la definición clásica. Bill Wilson, director general adjunto en la línea comercial Enterprise Systems de IBM, considera que son grandes sistemas que manejan y controlan cargas de trabajo grandes mejor que los sistemas muy pequeños. Las cargas de trabajo grandes las define como aplicaciones en las que trabajan simultáneamente más de 25 usuarios, que requieren varios cientos de gigabytes de datos y decenas de miles de transacciones por hora. A este respecto, menciona una reciente encuesta de IBM entre más de 1.500 clientes de Estados Unidos, Europa y Japón, según la cual más de la mitad de los presupuestos informáticos de los usuarios en los próximos años serán para algo definido como grandes sistemas.
De todas formas, Wilson está de acuerdo en que el papel del mainframe está cambiando. IBM y otros grandes proveedores de sistemas, incluyendo Amdahl e Hitachi Data Systems, están posicionando al mainframe como integrador del entorno total de proceso del cliente.
Otros motivos por los que el mainframe no desaparecerá de un día para otro tienen que ver con el factor humano, y con el hecho de que, por lo general, el cambio requiere más tiempo del previsto.
Los mainframes y el camino del dinosaurio
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Por lo general, máquina grande no significa grandes cambios. Sin embargo, estos dinosaurios no se mantienen quietos: en los próximos 5 a 10 años, se prevé que los mainframes serán más pequeños, mucho más baratos y consistentes en una serie de procesadores especializados e interconectados, incluyendo además una mayor cantidad de características asociadas a los sistemas abiertos.
En un plazo de 15 años, o quizás antes, la máquina IBM 'top of the line' actual evolucionará hasta convertirse en un ordenador masivamente paralelo. El precio de lista actual para un mainframe IBM es de aproximadamente 100.000 dólares por cada millón de instrucciones por segundo (MIPS); el descuento reduce el precio a aproximadamente 60.000 dólares por MIPS. Según los analistas, dentro de unos cinco años el precio por MIPS deberá descender a aproximadamente 15.000 dólares para ser competitivo.
Bill Wilson, director general adjunto de la línea comercial Enterprise Systems de IBM, está de acuerdo en que los mainframes serán mucho más baratos en el curso de los próximos cinco años.
Tradicionalmente, dice, los mainframes han seguido una curva de mejora precio/rendimiento del 15% a 18% anual. Esto se duplicará durante los próximos cinco años, añade. Una de las formas en