La llegada de la Web 2.0 a la empresa exigirá una mejor gestión de datos
Los mayores peligros de llevar capacidades Web 2.0 a las empresas son la sobrecarga de información y la pérdida de responsabilidad sobre ella, según los expertos que han participado en el encuentro IT Pro Town Hall Event organizado por Microsoft en Redmond. Para resolver estos inconvenientes, los responsables de TI deberán buscar herramientas de gestión de datos que permitan filtrar la información relevante y valorar su nivel de credibilidad.
“Hoy la gente está ya inundada por la información y propuestas como los sistemas RSS (Really Simple Syndication) son otra fuente más para aumentar esa inundación”, explica David Lifka, director de informática innovadora y de alto rendimiento en Cornell University. “Lo que realmente constituirá el reto para la próxima generación será dar sentido a todas las fuentes de datos que existen”.
Los usuarios empresariales desean ya herramientas capaces de filtrar la información que les llega de fuentes como RSSs y blogs, marcando los datos relevantes y desechando los que no lo son; un tipo de herramientas que, con el tiempo, no sólo serán desables, sino absolutamente necesarias, según Lifka.
RSSs alimentados desde el CRM
El volumen de datos que reciben los trabajadores no puede hacer otra cosa sino crecer, multiplicando exponencialmente el problema si se introducen herramientas Web 2.0, como los RSSs y blogs, algo por otra parte inevitable a largo plazo. Por ejemplo, algunos suministradores, como Attensa, están ofreciendo plataformas RSS para empresas, que permiten a los usuarios finales recibir información de bases de datos CRM a través de RSS, según explica Craig Barnes, fundador y hasta hace poco CEO de Attensa. Tales herramientas pueden fácilmente suministrar 1.000 eventos RSS diarios a cada usuario de la empresa.
Aparte de la sobrecarga de información, otra consecuencia clave de la irrupción de los principios de la Web 2.0 en la empresa será la pérdida de un sistema probado que valide la credibilidad de la información, según los participantes en el encuentro. Los usuarios deberían poder saber exactamente de dónde viene cada dato y de valorar la credibilidad de la fuente. Pero conseguir ambas cosas puede no ser una tarea sencilla.