La llave más adecuada
Integrando el mainframe con la Web
Puesto que son obvios los beneficios comerciales que pueden derivarse de revitalizar los sistemas host mediante el acceso al Web -mayor rapidez de penetración en el mercado, aprovechamiento de las inversiones existentes, ventajas frente a la competencia- son muchos los que han comenzado a hablar del tema, aunque la amplia mayoría no han llevado a cabo acciones concretas. Entre el ruido y la propaganda constantes de los vendedores y los analistas sobre empresas que se han transformados en “e-businesses”, sólo una cantidad sorprendentemente baja de ellas han dotado de capacidad Web a sus aplicaciones antiguas con ese fin.
En una encuesta realizada entre 134 compañías grandes y pequeñas de todo el mundo, la consultora Cutter Consortium comprobó que sólo un 15 por ciento de los consultados afirmaron haber dado capacidad e-business a sus aplicaciones básicas. La posibilidad de integrar aplicaciones front-office basadas en la Web con aplicaciones back-office antiguas ya existentes, mediante algún tipo de middleware, es un tema de gran actualidad; sin embargo, aunque parece muchas veces que todo el mundo está realizando ya actividades e-business de tercera generación, en la mayoría de los casos no es así.
Gran parte del motivo por el que los centros de proceso de Tecnología de la Información, en especial los más grandes, no han dotado de capacidad Web a sus sistemas host es que se trata de un trabajo complicado y difícil. El proceso de “retirar la cubierta” de un mainframe de 20 años de antigüedad y penetrar en el intrincado conjunto de actualizaciones de software y hardware para extraer o modificar aplicaciones y lógica comercial es un trabajo que cualquiera desea dejar para otro día.
Sin embargo, dadas las ventajas competitivas que ofrece la Web y los métodos cada vez mejores para dotar de capacidad Web a los sistemas host, son cada vez más los usuarios que se atreven a dar el paso. Y, aunque los métodos que aplican son diferentes, los primeros en adoptar tecnologías de acceso host y de integración están encontrando formas de producir aplicaciones Web competitivas con mayor rapidez, ahorrando al mismo tiempo en costos de hardware, software y personal TI.
Elegir una estrategia de entrada
Para la mayoría de ellos, ese primer paso estará dirigido a sus mainframes y a otros sistemas host de alto nivel. De acuerdo con diversas estimaciones de mercado, los mainframes de la clase IBM S/390 pueden estar conteniendo actualmente entre un 65 por ciento y un 80 por ciento de los datos comerciales del mundo, mientras que los ordenadores de alto nivel bajo Unix contienen una gran parte del resto; todo un tesoro en espera de alguien dispuesto a “hacer minería” en él. Sin embargo, como estos sistemas han pasado ya por varias generaciones de directores TI, y se han invertido enormes cantidades de dinero en ellos, la mayoría de los centros de proceso TI se muestran reacios a realojar totalmente su lógica comercial y sus datos en sistemas más modernos y más adecuados para la Web.
En lugar de ello, la minoría más audaz entre ellos ha utilizado cierto número de tecnologías de “envolvimiento” o “wrappering” (en el que la lógica comercial del mainframe se lleva al nivel medio y se “envuelven” las tecnologías Web en torno a la lógica de ese nivel medio, mientras que los datos críticos siguen alojados y se accede a ellos en el mainframe, obteniéndose así un framework de aplicaciones más modular), conversión de tecnología antigua a Java, y muchas otras variantes y combinaciones de ambas cosas. Estas estrategias de software se realizan en una variedad de sistemas host y sistemas de nivel medio que funcionan juntos de forma concertada. En muchos casos, este enfoque permite a los usuarios dejar los datos y la lógica comercial en el mainframe, al que puede acceder el servidor de aplicaciones de nivel medio.
El paso a un entorno moderno
Una de las barreras a las que se enfrentan muchas compañías que intentan dotar de capacidad Web a sus sistemas host -en particular aquellas que poseen hosts con 10 o más años de antigüedad y que han sido actualizados y mejorados constantemente- es comprender cómo funciona la lógica comercial original, o saber por lo menos dónde está. Aunque ningún director de Tecnología de la Información que se precie lo admitirá, prácticamente todos saben que la amplia mayoría de los programadores que realizan ajustes técnicos a las aplicaciones antiguas rara vez documentan esos cambios.
Después de unas décadas mejorando y perfeccionando una aplicación antigua, la buena noticia es que la aplicación habrá adquirido una gran riqueza y variedad de funciones y características y se ajusta perfectamente al hardware. Y lo malo es que todos esos cambios oscurecen con frecuencia la forma en que funciona la lógica de la aplicación, lo cual es un problema para los centros de proceso que intentan acceder a la lógica como parte de algún proyecto destinado a dotar de capacidad Web al host o de implementar el proceso distribuido.
Cuando se desarrolla inicialmente un sistema, se tiende a crear un buen conjunto de documentos sobre la lógica comercial, pero con el paso del tiempo la mayoría de la gente no los mantiene actualizados. A veces se extrae la lógica fuera del mainframe y se crea lógica nueva simplemente porque con el tiempo se pierde la codificación lógica que maneja el objeto. Por este motivo, los directores de Tecnología de la Información que se preparan para abordar proyectos de acceso host deberán considerar el estado en que se encuentra la lógica comercial al estudiar su decisión sobre qué enfoque es más conveniente.
El punto de vista de la arquitectura
Un sistema antiguo ya existente o “heredado” es igual que cualquier otro activo corporativo de la empresa. Se invierte en él, se mantiene actualizado y se intenta maximizar los beneficios que produce. No obstante, con el dinero que se gasta en arreglar sistemas antiguos podría ser más conveniente extraer de ellos una mayor utilidad.
Una forma de hacer esto es mediante la integración Web-a-host - es decir, hacer disponible a través de un navegador o “browser” Web la funcionalidad que ofrecen los sistemas antiguos. Sin embargo, lo mismo que tantas otras cuestiones en el sector de las Tecnologías de la Información, las soluciones obvias suelen ser con frecuencia cortas de visión.
Hay que volver por lo tanto a los conceptos básicos: la necesidad de que el departamento de Sistemas de Información gestione la arquitectura técnica. La gestión de la arquitectura técnica es una disciplina fundamental para la organización de Sistemas, como se ha estado repitiendo desde hace tiempo. La arquitectura consiste en tres niveles: Aplicación, Información y Plataforma. El valor comercial procede del nivel de Aplicación. Las aplicaciones utilizan información (incluyendo bases de datos y datos no estructurados) y funcionan en el nivel de Plataforma (que incluye hardware, redes, software y sistemas SGBD de gestión de bases de datos).
Desde la perspectiva de la arquitectura, la integración de