La crisis llega a los intocables
Una acción que sorprendentemente se corresponde con unos resultados económicos que ya quisieran muchas empresas de sectores tradicionales para sus años de bonanza. No quiero decir con esto que vea innecesarias las múltiples reducciones de empleo o reestructuraciones –como gusta decir– sino que algunas de ellas no están justificadas con una viabilidad cuestionada de la empresa en cuestión. Lo que supone que una gran mayoría están orientadas a “optimizar las cuentas de resultados”, es decir, a ganar lo mismo o más y, de este modo, contentar a sus accionistas.
Lo de fomentar la innovación o luchar contra la brecha digital, argumentos ambos presentes en todos y cada uno de los mensajes de todas estas empresas que han llevado a cabo reducciones de empleo masivas, han quedado ahora con un contenido cuestionado.
Aunque, claro, ahora lo que argumentarán estas empresas es que se han visto obligadas a llevar a cabo esas reducciones de empleo para asegurar su viabilidad y su éxito en el futuro. En definitiva, que los argumentos los hay y de muy diversa índole. Cada uno que elija el suyo.