La banca on-line se consagrará bajo un modelo multicanal
IDC prevé 120 millones de cuentas digitales en 2004
El derrumbe de algunas iniciativas de banca on-line han permitido corregir las expectativas que ésta había generado, descubriendo que no resulta viable como única vía de comunicación entre las entidades financieras y sus clientes. Una vez asumida esta premisa, los expertos aseguran que este mercado comenzará a dinamizarse. En este sentido, IDC estima que la banca on-line asistirá a un aumento progresivo en los próximos cinco años. Las 27,5 millones de cuentas on-line registradas en 1999, se multiplicarán hasta alcanzar los 120 millones que la consultora prevé para el año 2004, según se recoge en el estudio acometido sobre el mercado de Europa occidental. Sin duda, el aumento en la población que utiliza dispositivos móviles, junto con una mayor penetración de PCs, así como acceso a Internet, incrementarán el número de contrataciones de servicios bancarios on-line. De la misma forma, el temor generalizado de los consumidores hacia todo lo que tenga que ver con la seguridad de las transacciones en Internet se verá poco a poco diluido gracias a eficaces campañas de marketing y servicios personalizados.
Así, IDC prevé que a finales de 2004 el 80% de los usuarios de PCs tendrán cuentas bancarias en línea, una vez que se procure a los usuarios de accesos más fáciles a éstas y se les logre transmitir serenidad en cuanto a la seguridad de las transacciones on-line.
Las primeras incursiones de Europa en el expectante mundo de la banca on-line se realizaron en la segunda mitad de la pasada década aunque de una forma muy tímida y experimental. El primero en lanzarse sería Nordea en el año 96 y tras él se precipitarían otro tanto de instituciones financieras dispuestas a beneficiarse de las ventajas de este nuevo canal con vistas a incrementar la base de clientes. El boom llegaría en 1998 con el nacimiento de pure players de banca on-line, o lo que es lo mismo, entidades financieras que sólo ofrecen sus servicios en Internet y que jugaron su baza en el terreno del ahorro de costes. La falta de infraestructura así como situaciones financieras heredadas han permitido a estos nuevos agentes ofrecer precios más competitivos. Sin embargo, en el año 2000 estos pure players se darían cuenta de las limitaciones de su modelo, tras oir las exigencias de sus clientes en cuanto a la necesariedad de canales adicionales de comunicación. Un hecho que llevó a muchas instituciones financieras a posponer e incluso cancelar los planes de utilizar Internet como único canal de operaciones, con ejemplos como Vontobel en Suiza, ABN AMRO en los Países Bajos o SEB en Suecia.
El poder de la marca
Las principales ventajas en el panorama bancario on-line con las que parten las entidades tradicionales frente a las que han nacido al amparo de la burbuja de Internet, son la marca, la red física de oficinas y la base establecida de clientes. A los bancos puramente virtuales les está costando bastante trabajo acercarse a los niveles de confianza generados por una marca consagrada en el mercado, por lo que lanzan atractivos más relacionados con el coste de los servicios que intentan actuar de reclamo ante los internautas. De la misma forma y aunque la interactuación bancaria on-line era la alternativa cómoda a la realización de operaciones o consultas que antes era posible realizar previo desplazamiento y tras invertir un tiempo considerable para su ejecución, esta fórmula sin más, no tiene sentido. Los clientes de un banco necesitan disponer de una referencia, un punto de contacto que les acerque a los guardianes de sus ahorros y donde poder intercambiar impresiones cara a cara. En este sentido se especula que Egg, el más exitoso de los bancos virtuales que operan en Europa, está reconsiderando su estrategia y planea desplegar algún tipo de infraestructura que la haga más visible y fiable a los ojos de sus clientes. Por su parte, Barclays está considerado como el más claro ejemplo de entidad que ha sabido integrar sus servicios en línea en su propia estructura.
El ordenador personal se configura como el principal canal de acceso a los servicios bancarios on-line, a pesar de que el auge de otros dispositivos como teléfonos móviles o televisión interactiva, estén diluyendo su actual hegemonía. Los primeros pasos en los servicios móviles de banca se dieron en el año 2000, principalmente a raíz de que las más relevantes instituciones financieras y los operadores de telecomunicaciones alcanzaran acuerdos para lograr un posicionamiento mayor en el mercado en base a la aplicación de las nuevas tecnologías. IDC lo considera un mercado prometedor sobre el que ya se están tomando posiciones, incluso bajo la fórmula de firma de acuerdos o alianzas, aunque no prevé que pueda alcanzarse una masa crítica antes de 2004. Las estimaciones de la consultora sobre las cuentas WAP revelan un crecimiento del 313% entre los 2 millones de cuentas de 2000, hasta los 18,8 que se prevé para 2004.
Mercado español
La banca española está revolucionando las reglas del juego a nivel internacional, con una tecnología y servicios catalogados de super-innovadores, pero que parece que no estén sirviendo de nada, porque los usuarios no están respondiendo con el mismo nivel. Unos consumidores a los que IDC tacha de conservadores, que se encuentran muy cómodos con el sistema de oficinas bancarias cerca de casa. La penetración de Internet de España se sitúa en torno al 17%, pero sólo uno de cuatro personas realiza banca on-line. Un panorama al que tampoco ha contribuido la decepción del sistema WAP, cuyo calado ha sido testimonial. Por otro lado, el acuerdo al que está llegando Telefónica con algunas entidades para el desarrollo de un método estandarizado de pago, dinamizará el segmento de las actividades bancarias móviles. Algo que tampoco ha impedido a los principales bancos el desarrollo de sus ofertas móviles. Los clientes del BBVA son capaces de comerciar de forma segura vía WAP, con unas comisiones muy reducidas. La Caixa, por su parte, ofrece banca on-line, acceso seguro vía WAP y venta de entradas. Además, la mayoría de los bancos ofrecen la posibilidad de gestionar las cuentas a través de televisión digital, aunque se trate de una estrategia defensiva que no se corresponde con la demanda real de los clientes. IDC pronostica una lenta adopción del móvil, Internet y la televisión digital.
De esta forma se puede afirmar que las sucursales bancarias tradicionales seguirán liderando los servicios financieros en nuestro país donde la alternativa de oficinas virtuales no acaba de despegar. De hecho los cinco bancos españoles que desarrollan su actividad a través de Internet han acumulado durante el primer semestre del año, una pérdida por valor de 4.779 millones de pesetas, según los datos aportados por la Asociación Española de Banca.
En España, este giro en las expectativas del negocio bancario on-line, no s