La Banca en Internet comienza a ser una alternativa
En 2004 habrá 2,64 millones de usuarios
Mientras la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas (FUNCAS) estima en 1,8 millones los clientes que realizarán transacciones por Internet en el año 2002; en el 2004 serán 2,64 millones los usuarios, según el estudio realizado por la Asociación de usuarios de Internet en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid, que vincula el crecimiento con la nuevas vías de conexión como el teléfono móvil y la televisión digital. Las previsiones son dispares según la fuente que se atienda, pero la conclusión única: las nuevas tecnologías han cambiado la forma de relacionarse entre las entidades financieras y sus clientes. Por su parte, Internet ha ofrecido a los bancos la posibilidad de abrir una sucursal más barata y rentable desde las pantallas del ordenador personal.
Para la entidad financiera este nuevo canal “permite mejorar su posición competitiva en la captación de los activos de un núcleo familiar, reducir sus costes operativos, al tiempo que retener su clientela actual y captar nueva.”, según recogen en el informe para FUNCAS sus autores, Pedro Juez Martel y Eduardo del Río. Otros expertos señalan, junto a una reducción en los costes y mejoras en la retención del usuario del servicio, la consolidación de clientes más rentables y el logro de respuesta en tiempo real.
Por su parte, los usuarios encuentran en la banca por Internet ventajas como la comodidad, remuneraciones más elevadas en sus cuentas y servicios complementarios.
Con respecto a los inconvenientes, los servicios bancarios ofrecen prácticamente los mismos que el comercio electrónico en general: reticencia a la realización de transacciones a través de la Red; el coste telefónico y la falta de velocidad que ofrecen las infraestructuras existentes.
Ciber-banco versus oficina
Si hace diez años no tuvieron éxito las iniciativas bancarias que proponían la creación de oficinas automáticas, una primera aproximación permite intuir que ahora tampoco triunfará la idea de un banco electrónico sin oficinas, como están surgiendo algunos. Entonces, se recurrió a fórmulas mixtas con oficinas más amplias donde comparten espacio los terminales electrónicos y el personal de ventanilla; hoy por hoy, las plataforma bancaria on-line disponen de oficinas físicas. Las entidades nacidas al amparo de la nueva economía, con una vocación virtual clara, han sido arrastrados por la demanda a la apertura de sucursales, tal es el caso de evolvebank.com.
En este sentido, la encuesta electrónica de TouchPoints promovida por NCR demuestra cómo el 48% de la muestra no ve el futuro del sector financiero sin sucursales frente a un 38% que sí encuentra la idea viable. La encuesta se realizó sobre un total de 1.000 profesionales involucrados en el negocio del autoservicio y entre sus conclusiones destaca “que hay ciertas transacciones como el manejo de efectivo que justifican la existencia de sucursales”.
Mientras algunos apuntan que los grandes bancos de todo el mundo se están alzando contra una nueva raza, los ciber-bancos sin sucursales- cuya principal arma es la reducción drástica de los costes, Santiago Pérez-Bedmar, director de Márketing de NCR Iberia sentencia que “las entidades totalmente virtuales no triunfarán”. El panorama estará por tanto configurado por la plataforma on-line del banco tradicional y una segunda marca con la que la entidad promotora competirá consigo misma y el resto del mercado. Para Pérez-Bedmar estas segundas marcas están en disposición de presentar “ofertas más agresivas porque el coste de las transacciones por Internet son más baratas y permite presentar los mimos productos con ventajas añadidas”. En Internet se reducen a 21 centavos, frente a los 93 centavos del coste de transacción en banca telefónica, 1,875 dólares en cajeros automáticos o los 2,65 dólares de coste de una transacción desde la oficina. Lo único que los bancos deben vigilar en esa carrera hacia conseguir mayores cuotas de mercado es el riesgo de canibalización de su propia oferta.
Con 40.000 sucursales en nuestro país, España dispone del ratio de 1 por mil oficinas por ciudadanos, cifra que Pérez-Bedmar tampoco cree se reducirá en un futuro, aunque “sí se racionalizará la apertura de nuevas y el proceso de fusiones de los últimos tiempos provocará una mayor movilidad”.