La banca electrónica se enfrenta a los retos de la gestión y la seguridad de la información. Sólo un 23% de los bancos dispone de herramientas de BI aplicadas a la gestión del cliente
Las nuevas tecnologías, especialmente Internet y la telefonía móvil, han proporcionado a bancos y clientes nuevos canales de comunicación para hacer negocio, pero han aumentado la complejidad de la gestión de estos últimos. Actualmente, los bancos poseen volúmenes ingentes de información acerca de sus usuarios, pero esto es un problema si no se dispone de las herramientas adecuadas para gestionarlos.
Por otra parte, pese a que el uso de la banca en Internet está en alza y ésta ha quintuplicado en nuestro país sus beneficios anuales en tan sólo un año, muchos clientes se siguen mostrando reticentes a mantener una relación on-line con su banco porque desconfían de la seguridad de sus datos.
Gestión del cliente
Las entidades bancarias que quieren hacer de Internet una oficina más se enfrentan a varios retos tecnológicos: uno es el de la seguridad y otro, el creciente volumen de datos que tienen que gestionar. La atención al cliente está alcanzando una gran importancia dentro de las actividades que integran la banca on-line. Según se desprende de un estudio realizado por la Asociación Europea de Gestión Financiera (EFMA) y la Universidad de Mannheim, patrocinado por SAP, “las entidades bancarias quieren orientar su estrategia y negocio hacia el cliente y para ello resultan fundamentales las Tecnologías de la Información”.
Los bancos quieren que las nuevas tecnologías aplicadas a la banca se conviertan en sinónimo de proximidad y para ello buscan acelerar los tiempos de respuesta al cliente. Esto se consigue a través de mejoras operativas y una mayor automatización, de modo que es necesario, según el informe de EFMA, que la plantilla disponga de las herramientas adecuadas para efectuar una rápida recogida de la información del cliente. Por el momento, sólo un 45% de los bancos ha automatizado parcialmente esta área, aunque para 2009, el 92% de las entidades espera haberlo hecho completa o parcialmente.
EFMA postula que para poder implantar esta estrategia centrada en el cliente es “indispensable” el uso de herramientas de business intelligence (BI) y otras técnicas de reporting financiero que permitan hacer frente a los crecientes volúmenes de información. Para 2009, un 88% de las entidades espera disponer de BI aplicado a datos sobre transacciones y satisfacción de los clientes. Un 23% cuenta ya con ello.
Inversión en tecnología
Las entidades bancarias son conscientes de la importancia de las TIC para su negocio, pero encuentran limitaciones en su actual infraestructura tecnológica. Según el estudio de EFMA, parece claro que bancos y cajas esperan mejorar su volumen de negocio “al crear un entorno en el que los clientes compren más productos y servicios a través de más canales”.
El informe muestra que el 75% de los bancos consultados prioriza estas estrategias frente a las dirigidas a la reducción de gastos. Pero, al mismo tiempo, se señala que el 42% de los bancos consultados considera que sus actuales sistemas de información y comunicación representan un handicap a la hora de alcanzar esos objetivos estratégicos.
No obstante, los encuestados son optimistas y un 98% de ellos espera tener en 2009 el soporte tecnológico suficiente para llevar a cabo sus estrategias. Para lograr este fin, un 22% de los bancos espera invertir en tecnologías un 15% o más en un plazo de tres años.
Seguridad
Los bancos que operan a través de la Red han implementado una serie de medidas de seguridad para intentar garantizar la fiabilidad de las operaciones: la identificación y autenticación del cliente, la separación de la red pública que utilizan los clientes de la red privada del banco, la encriptación de la información que se transmite o el uso de numerosos cortafuegos.
Sin embargo, la seguridad sigue siendo un problema. De acuerdo con el reciente estudio publicado por la Asociación de Internautas (AI) y elaborado por Pentest, la banca on-line “está expuesta a toda serie de riesgos por la falta de fiabilidad de los mecanismos de verificación de la identidad de los usuarios”.
Por otro lado, los ciberataques de phising a través de correo electrónico siguen en pleno auge. El pasado agosto se detectaron en todo el mundo 5.259 webs dedicadas a este delito, según un estudio encargado por Symantec. El 81% de las marcas suplantadas pertenecía a entidades financieras.
El incremento que vive el empleo de esta técnica de ingeniería social aplicada a la estafa es vertiginoso. El volumen de phising ha aumentado un 80% en un año, según Symantec. De enero a julio se registraron 157.477 casos, con una media de 865 mensajes distintos diarios, por 97.592 casos registrados en el mismo periodo de 2005.
Tanto el phising, que consiste en engañar a un usuario con un e-mail para que se dirija a una página parecida a la de su banco, como los códigos maliciosos o spyware, buscan lo mismo: dejar al descubierto información confidencial. En estos casos aplicados a la banca, la intención de los hackers es obtener las contraseñas de los usuarios. Los perjuicios que se pueden ocasionar no necesitan demasiada explicación.