La apertura de datos en el sector público empieza a ser realidad

- La reutilización de los datos podría generar un mercado mundial de más de 30.000 millones de euros
- En España el precursor de este modelo está siendo el CTIC, al que recurren las Administraciones cuando tienen dudas técnicas

Al poco de acceder al poder en EE.UU, Barack Obama aprobó el Memorándum de Gobierno Abierto, que abrió el proceso de apertura de datos públicos, al publicar más de 500.000 grandes grupos de datos. A EE.UU. le siguieron Reino Unido y Australia y al poco ya era una de las iniciativas con más perspectiva de futuro, no solo como sinónimo de transparencia sino también como un modelo de negocio que puede mover millones de euros.

¿Qué es ‘open data’?
Open government data (OGD), traducido al español como reutilización de la información del sector público (RISP), es la iniciativa global que propugna que la información procedente de las distintas Administraciones debe publicarse en formatos libres y abiertos y preferiblemente de acuerdo a estándares internacionales. Todo para lograr la mayor reutilización posible de esa información, tanto por parte de ciudadanos como de empresas, en forma de aplicaciones, utilidades o negocios derivados.
De esta manera, los datos que antaño gestionaban los gobiernos de manera casi exclusiva, o bien cedían mediante acuerdos privilegiados a ciertos partners, ahora se abren para toda la sociedad. Así se pueden crear servicios que las Administraciones nunca hubieran ofrecido directamente, pero que son rentables para los desarrolladores, que trabajan con una materia prima gratuita y fácil de manipular.
No se debe confundir open data con la administración electrónica ni con la transparencia de los organismos públicos. Si bien open data implica necesariamente una claridad total en la información pública, éste no es su objetivo principal, pues en este caso los datos no son el fin en sí mismo. “El fin último es construir aplicaciones que consuman esos datos y que sirvan al ciudadano”, explica Pablo Priesca, director general del CTIC (Centro Tecnológico de la Información y la comunicación), organismo que se encarga de ayudar en los procesos de apertura de datos a administraciones de todo el planeta.

Reutilizando los datos
El nicho de negocio relacionado con open data es abrumador. Los últimos estudios hablan de un volumen de negocio potencial de cerca de 30.000 millones de euros en el mundo entero, de los cuáles 2.500 corresponden a España. Este nicho de negocio no sólo se reduce a crear aplicaciones o servicios ciudadanos, sino que se pueden usar esos datos para prácticamente cualquier uso que un desarrollador pueda imaginar.
Pero para que estos datos sean reutilizables deben publicarse de una manera concreta. Desde el CTIC afirman que “ésta es la parte más interesante, la que permite lograr una web autodescriptiva”. Por medio del uso de linked data, unas URL permiten identificar el contenido del documento y a través del protocolo http permitir el acceso a los datos, publicados normalmente en formato RDF.
En nuestro país, Asturias es la comunidad autónoma con los proyectos más claros de reutilización de los datos públicos. Por ejemplo, gracias a open data, en la ciudad de Gijón disponen de aplicaciones independientes que permiten localizar todos los autobuses municipales en tiempo real, plasmados sobre un mapa de Google y accesibles desde cualquier ordenador o smartphone.
Otra utilidad que los asturianos han encontrado a open data es reutilizar la información turística del portal oficial del Principado, para poderla insertarla en cualquier página, por medio de un widget diseñado por el CTIC. Además se actualizan de forma directa, por lo que el administrador de la web que inserta la utilidad no tiene que preocuparse por el mantenimiento de los datos.

Tareas pendientes
La reutilización de datos en España es un proceso en alza, pero aún queda camino por recorrer. En cifras, nuestro país abarca el 10% de las iniciativas de open data (14 proyectos sobre un total de 96) y en este momento se está debatiendo un Real Decreto que regule e impulse definitivamente esta cultura. “El camino es irreversible, esto es una cuestión de velocidades”, señalan desde el CTIC. Y añaden que ahora es el momento de “ir a caminos innovadores, de una Administración que tenga la capacidad de multiplicar su presencia y llegada a la sociedad generando una riqueza en la cual influye”.
En este sentido, la nueva norma que regulará la RISP busca acabar con los monopolios en torno a la información pública que existen en áreas como la justicia o la meteorología. Se trata además de una legislación anómala, que va por delante de las necesidades actuales del mercado y que crea la figura del responsable de reutilización en organismos públicos, para acelerar el proceso de apertura de los datos. Sin embargo, y a pesar de que todos coinciden en valorar positivamente el decreto, desde varias entidades como el propio CTIC, se ha criticado que ciertos tipos de información pública, como la académica, se queden fuera del ámbito de la ley.


Fernando de Pablo, director general de Impulso a la Administración Electrónica
“Open data’ ayuda a generar riqueza para el país”
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España es uno de los países líderes en open data y copa el 10% de los proyectos en este sentido. ¿Están satisfechos con estos resultados desde la Administración?
- Tal y como señala, en España existe un importante auge en lo que se refiere a la apertura de datos del sector público. Sin embargo, hay que seguir fortaleciendo la comunidad de los reutilizadores de información pública y su conexión con las Administraciones Públicas que están en disposición de facilitársela.

¿Qué beneficios trae consigo open data al hombre de a pie y a los empresarios?
- La apertura de datos en posesión de las Administraciones Públicas es importante por dos razones. En primer lugar, por lo que conlleva de apertura y transparencia de las mismas. En segundo lugar, la apertura de datos contribuye a la creación de nuevas fuentes de riqueza para el país, derivadas de nuevas actividades empresariales.

España siempre ha tenido un problema en cuanto a la gestión de datos y es la poca interoperabilidad entre Administraciones. ¿Cree que open data puede ser una manera de minimizar estas incompatibilidades?
- La interoperabilidad es una obligación legal para todas nuestra Administraciones y un deber moral que tenemos para poder proporcionar a los ciudadanos una Administración sin costuras. Estamos dando los primeros pasos, tras dotarnos del Esquema Nacional de Interoperabilidad (Real Decreto 4/2010).

¿Cómo visualiza que el e-Government contribuye al libre acceso a los datos públicos? ¿Cree que favoreciendo una red de datos accesibles por todos se da una imagen de transparencia de las Administraciones?
- El mayor número de datos accesibles para todos los ciudadanos es condición necesaria para una mayor transparencia, y ello sólo es posible, en gran medida, si los datos se presentan en el canal electrónico. Pero también da una mayor transparencia el hecho de que el ciudadano pueda conocer en cada instante el estado de tramitación de los ex

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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