La Agencia Tributaria cambia el chip y recibe declaraciones telemáticas
Santiago Segarra, director del Departamento de Informática Tributaria
A principios del verano la Agencia Tributaria recibió el Premio a la Excelencia en las Tecnologías de la Información que concede la Alianza Mundial de Tecnologías de la Información (WITSA) por el sistema de presentación de declaraciones a través de Internet. La Alianza, que agrupa a distintas asociaciones de hardware y software de todo el mundo, valoró positivamente la candidatura de la Agencia presentada por SEDISI, otorgándole finalmente el premio en la modalidad de sector público con un reconocimiento mundial.
¿Qué ha supuesto para la Agencia la concesión del premio por parte de WITSA?
- Fundamentalmente el reconocimiento de un trabajo y proyecto en el que creemos: el que las nuevas tecnologías permitirán cambiar el papel de la Administración.
En este sentido, ¿en qué se transformará la Agencia Tributaria?
- En una Administración que facilita los trámites a los ciudadanos que quieran cumplir con sus obligaciones fiscales. A los ojos del público, asumimos un cambio de filosofía muy importante: pasar de ocultar información, a mostrarnos mucho más transparentes.
No tenemos ningún interés en poner trabas a los contribuyentes, para lo cual buscamos inspirar un clima de confianza entre administrado y Administración.
Con esta misma política, buscamos que el contribuyente tenga acceso a los criterios de la Administración a través de Internet. Podrá seguirlos o no, queda a su decisión, pero no tienen excusa porque conoce la postura oficial de la Administración y cómo va a aplicar las normas.
Pero, además de un mayor acercamiento al ciudadano también se perseguirá reducir el fraude fiscal, ¿no?
- Qué duda cabe que nos mueve el interés porque los ciudadanos cumplan con sus obligaciones. Para ello ofrecemos a través de Internet, información de los datos de un contribuyente que obran en nuestro poder, en tiempo real, ya sean los que él mismo ha dado, o los que proporciona un tercero. De esta forma, se evitan posible omisiones, aceleramos todo el proceso e, insisto, propiciamos un clima de confianza básico.
Además de los criterios administrativos de aplicación de la norma y la información que se tiene de un contribuyente, ofrecemos otro tipo de servicios en función de las peticiones que nos llegan.
¿Desde cuándo está operativo este sistema?, ¿cuántos contribuyentes lo han utilizado?
- Por el momento se han hecho dos campañas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), años 1998 y 1999. Con respecto al número de usuario, las declaraciones recibidas en 1998 por este sistema fueron 21.559. En la campaña del ‘99 ya ascendió a 115.244. En términos relativos representa menos del 1 por mil, pero en términos absolutos es una cifra importante. Por otro lado, en cuanto a evolución, supone cinco veces lo del 98, lo cual permite ser bastante optimista sobre su futuro. Además, en la medida que vaya aumentando el número de internautas y que la cultura vaya evolucionando, perdiéndose el temor que existe al sistema, esto tiene que funcionar mucho mejor.
Además de cultura, ¿qué otras barreras deberán salvarse para una utilización masiva?
- Es cierto que el cambio cultural debe producirse porque este sistema implica una forma de relacionarse muy distinta a la que estamos acostumbrados; así que, aunque no es el único impedimento para su expansión, sí el más importante.
¿Conocen el grado de satisfacción de los usuarios de este sistema?
- Aproximadamente, ya que todos los años realizamos una encuesta de satisfacción al término de la campaña. La del año pasado puso de manifiesto que más de un 95% de las personas estaban satisfechas o muy satisfechas. Las de esta campaña aún no están disponibles porque no hemos dado por cerrado el plazo de la encuesta.
¿Cuales fueron los elementos que más positivamente se valoraron del sistema?
- Fundamentalmente la ampliación del horario de servicio, ya que al ser a través de Internet, se extiende a las 24 horas del día, y el no tener que desplazarse. En ambas campañas más del 50% de las declaraciones se recibieron en jornada de tarde o de noche; y, el 10,46% de las del ’99 se hicieron en sábados y domingos.
Pero lo que más se está empezando a valorar es la predisposición de la Administración por ofrecer cuanta información tenga y facilidades disponga para que el contribuyente pueda cumplir.
¿Cuántos usuarios puede soportar simultáneamente el sistema?
- Es difícil de calcular porque está desarrollado de forma escalable. Aunque tengamos un tope de trabajo, es un tema que no nos preocupa dada la capacidad que tenemos para crecer en la medida que nos lo vayan pidiendo. Por el momento no hemos tenido problemas de colapso o saturación, si bien es cierto que venimos interrumpiendo el servicio en franjas muy limitadas de tiempo para realizar la salvaguarda del sistema. El año que viene esperamos no tener que hacerlo y así hablamos de una disponibilidad del servicio ininterrumpida.
¿Qué ventajas disponen los contribuyentes telemáticos con respecto al resto?
- La celeridad del proceso de devolución, ya que al llegar la información en formato electrónico, es directamente procesable. Además, no está condicionada a la manipulación física que soportan los documentos en papel. Lo tradicional es que la declaración se deje en una sucursal bancaria, desde allí se le dé traslado a una delegación de la Agencia, que a su vez, lo distribuirá entre sus Administraciones, encargadas de su grabación. Hasta que finaliza el proceso ha sufrido una manipulación y agotado un tiempo que a través de Internet es automático.
¿Cuántos recursos logra ahorrarse la Administración con este medio?
- No lo sé, pero no creo que esta sea una cuestión interesante. La Agencia no ha abordado el uso de Internet por la reducción de costes, sino porque entiende que al cambiar la forma en la que se establece la relación entre las dos partes, se puede mejorar el nivel de servicio que se ofrece.
¿Cuáles son los planes de la Agencia para el nuevo milenio?
- Durante el 2001 tenemos previsto ampliar este sistema a otro tipo de declaraciones, así como incluir nuevos trámites: que se puedan interponer recursos de reposición; pedir aplazamientos; ofrecer más información sobre el estado de las declaraciones, etc. Con respecto a un pronóstico sobre la utilización futura del sistema, no quisiera aventurarme. No obstante, nuestro papel cambiará desde una posición pasiva a otra proactiva para incentivar su manejo y daremos mayor publicidad al sistema, lo que redundará en una mayor utilización del mismo.
Un certificado de identidad autentifica la titularidad del contribuyente
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Para garantizar que quien accede al dato es el titular del mismo, la Agencia ha optado por aplicar un sistema de certificados de usuario y en algunos casos firma electrónica. Tras valorar las distintas opciones existentes en el mercado, los responsables se decidieron por un sistema más universal que el de usuario y contraseña, a utilizar en otras Administraciones que también lo validen. La entidad certificadora es la Fábrica Nac
¿Qué ha supuesto para la Agencia la concesión del premio por parte de WITSA?
- Fundamentalmente el reconocimiento de un trabajo y proyecto en el que creemos: el que las nuevas tecnologías permitirán cambiar el papel de la Administración.
En este sentido, ¿en qué se transformará la Agencia Tributaria?
- En una Administración que facilita los trámites a los ciudadanos que quieran cumplir con sus obligaciones fiscales. A los ojos del público, asumimos un cambio de filosofía muy importante: pasar de ocultar información, a mostrarnos mucho más transparentes.
No tenemos ningún interés en poner trabas a los contribuyentes, para lo cual buscamos inspirar un clima de confianza entre administrado y Administración.
Con esta misma política, buscamos que el contribuyente tenga acceso a los criterios de la Administración a través de Internet. Podrá seguirlos o no, queda a su decisión, pero no tienen excusa porque conoce la postura oficial de la Administración y cómo va a aplicar las normas.
Pero, además de un mayor acercamiento al ciudadano también se perseguirá reducir el fraude fiscal, ¿no?
- Qué duda cabe que nos mueve el interés porque los ciudadanos cumplan con sus obligaciones. Para ello ofrecemos a través de Internet, información de los datos de un contribuyente que obran en nuestro poder, en tiempo real, ya sean los que él mismo ha dado, o los que proporciona un tercero. De esta forma, se evitan posible omisiones, aceleramos todo el proceso e, insisto, propiciamos un clima de confianza básico.
Además de los criterios administrativos de aplicación de la norma y la información que se tiene de un contribuyente, ofrecemos otro tipo de servicios en función de las peticiones que nos llegan.
¿Desde cuándo está operativo este sistema?, ¿cuántos contribuyentes lo han utilizado?
- Por el momento se han hecho dos campañas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), años 1998 y 1999. Con respecto al número de usuario, las declaraciones recibidas en 1998 por este sistema fueron 21.559. En la campaña del ‘99 ya ascendió a 115.244. En términos relativos representa menos del 1 por mil, pero en términos absolutos es una cifra importante. Por otro lado, en cuanto a evolución, supone cinco veces lo del 98, lo cual permite ser bastante optimista sobre su futuro. Además, en la medida que vaya aumentando el número de internautas y que la cultura vaya evolucionando, perdiéndose el temor que existe al sistema, esto tiene que funcionar mucho mejor.
Además de cultura, ¿qué otras barreras deberán salvarse para una utilización masiva?
- Es cierto que el cambio cultural debe producirse porque este sistema implica una forma de relacionarse muy distinta a la que estamos acostumbrados; así que, aunque no es el único impedimento para su expansión, sí el más importante.
¿Conocen el grado de satisfacción de los usuarios de este sistema?
- Aproximadamente, ya que todos los años realizamos una encuesta de satisfacción al término de la campaña. La del año pasado puso de manifiesto que más de un 95% de las personas estaban satisfechas o muy satisfechas. Las de esta campaña aún no están disponibles porque no hemos dado por cerrado el plazo de la encuesta.
¿Cuales fueron los elementos que más positivamente se valoraron del sistema?
- Fundamentalmente la ampliación del horario de servicio, ya que al ser a través de Internet, se extiende a las 24 horas del día, y el no tener que desplazarse. En ambas campañas más del 50% de las declaraciones se recibieron en jornada de tarde o de noche; y, el 10,46% de las del ’99 se hicieron en sábados y domingos.
Pero lo que más se está empezando a valorar es la predisposición de la Administración por ofrecer cuanta información tenga y facilidades disponga para que el contribuyente pueda cumplir.
¿Cuántos usuarios puede soportar simultáneamente el sistema?
- Es difícil de calcular porque está desarrollado de forma escalable. Aunque tengamos un tope de trabajo, es un tema que no nos preocupa dada la capacidad que tenemos para crecer en la medida que nos lo vayan pidiendo. Por el momento no hemos tenido problemas de colapso o saturación, si bien es cierto que venimos interrumpiendo el servicio en franjas muy limitadas de tiempo para realizar la salvaguarda del sistema. El año que viene esperamos no tener que hacerlo y así hablamos de una disponibilidad del servicio ininterrumpida.
¿Qué ventajas disponen los contribuyentes telemáticos con respecto al resto?
- La celeridad del proceso de devolución, ya que al llegar la información en formato electrónico, es directamente procesable. Además, no está condicionada a la manipulación física que soportan los documentos en papel. Lo tradicional es que la declaración se deje en una sucursal bancaria, desde allí se le dé traslado a una delegación de la Agencia, que a su vez, lo distribuirá entre sus Administraciones, encargadas de su grabación. Hasta que finaliza el proceso ha sufrido una manipulación y agotado un tiempo que a través de Internet es automático.
¿Cuántos recursos logra ahorrarse la Administración con este medio?
- No lo sé, pero no creo que esta sea una cuestión interesante. La Agencia no ha abordado el uso de Internet por la reducción de costes, sino porque entiende que al cambiar la forma en la que se establece la relación entre las dos partes, se puede mejorar el nivel de servicio que se ofrece.
¿Cuáles son los planes de la Agencia para el nuevo milenio?
- Durante el 2001 tenemos previsto ampliar este sistema a otro tipo de declaraciones, así como incluir nuevos trámites: que se puedan interponer recursos de reposición; pedir aplazamientos; ofrecer más información sobre el estado de las declaraciones, etc. Con respecto a un pronóstico sobre la utilización futura del sistema, no quisiera aventurarme. No obstante, nuestro papel cambiará desde una posición pasiva a otra proactiva para incentivar su manejo y daremos mayor publicidad al sistema, lo que redundará en una mayor utilización del mismo.
Un certificado de identidad autentifica la titularidad del contribuyente
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Para garantizar que quien accede al dato es el titular del mismo, la Agencia ha optado por aplicar un sistema de certificados de usuario y en algunos casos firma electrónica. Tras valorar las distintas opciones existentes en el mercado, los responsables se decidieron por un sistema más universal que el de usuario y contraseña, a utilizar en otras Administraciones que también lo validen. La entidad certificadora es la Fábrica Nac
