Comunicaciones

La Administración, preparada ante el euro

Con un coste de unos 10.000 millones de pesetas

La Administración española lidera el proceso de implantación del euro. Tras realizar inversiones en torno a los 10.000 millones de pesetas, en la actualidad se encuentra preparada para afrontar la nueva moneda.

La Administración del Estado juega un especial protagonismo en el proceso de adaptación al euro, no sólo como motor impulsor del proceso, sino porque además tiene que adaptarse a sí misma. En este sentido, el proceso de adaptación de la Administración cumple con las mismas fases que idearon los Quince para la sociedad en general. Un proceso que se inició en el año 1997, cuando se constituye una Comisión Interministerial para la transición al Euro, presidida por el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato. En esta comisión interministerial, creada a través del Real Decreto 363/97, se encuentran representados todos los ministerios.
Como consecuencia de los trabajos de la Comisión, se crean varias comisiones especializadas en cada uno de los frentes. Una de ellas fue la Comisión Especial de Sistemas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones para la Transición al Euro. Esta comisión especial está presidida por el representante de la Dirección General del Tesoro, que es la Dirección General a la que se le encomiendan los trabajos de coordinación para la introducción del euro dentro y fuera de la Administración, según se dictamina en el Real Decreto 363/97.
“Antes de la publicación de este Real Decreto, nos veníamos reuniendo desde el mes de febrero de una forma oficiosa hasta julio, y a partir de ahí, con la publicación del Real Decreto, de una manera más oficial”, explica Carlos García Satúe, subdirector general de Informática y Gestión de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera.
A lo largo de este proceso, se establecen distintos hitos que marcan la implantación. Así, el 1 de enero de 1999, fecha en la que nace el euro, la nueva moneda es adoptada por los sistemas financieros. Por lo tanto, las cuatro Bolsas españolas empiezan a funcionar en euros, además de una serie de áreas de los sistemas financieros, como es el caso de la deuda pública del Estado (bonos, letras, obligaciones) “que aparecen en euros y sólo en euros”, señala García Satúe.
Otro hito importante se produce el 15 de septiembre de 2001, cuando por orden ministerial del Ministerio de Economía, todos los abonos de pagos realizados por la Administración del Estado comienzan a realizarse en euros. “Es decir, la contabilidad y presupuestos generales de Estado, realizan todos los abonos de cuenta en el Banco de España en la nueva moneda, y a su vez éste a otras entidades. Por tanto, todos los pagos de la Administración se van a abonar en euros, y esto ha supuesto un adelanto de lo que son los sistemas de información en euros de tres meses y medio”.
Además, coincide en que a partir del 15 de septiembre las entidades bancarias redominan todas las cuentas bancarias en euros.
El siguiente hito no se ha producido todavía, ya que será el 1 de enero de 2002, fecha en que entra en vigor el euro y desaparece la peseta, y cuando todos los sistemas tienen que estar en euros. “En estos momentos no se tiene ningún problema en ningún ministerio. Está prácticamente en todos los sistemas importantes, de la Agencia Tributaria, sistemas de información contable y presupuestaria, etc,”. Como ejemplo, García Satúe comenta que las nóminas de los funcionarios, en todos sus conceptos, los pagos a jubilados, y los de la Administración de Justicia, que tienen su propia particularidad, estarán abonadas en euros a partir de septiembre.

Coste
El coste total de la implantación del euro en las Administraciones del Estado asciende a unos 10.000 millones de pesetas, de los cuales 7.000 millones han sido invertidos por la Administración central, y los 3.000 millones de pesetas restantes por las diversas Comuniades Autónomas y entidades locales. Sin embargo, en estas cifras no esta incluida “la parte correspondiente al pago de los funcionarios que trabajamos en el área de la Informática”, afirma García Satúe. “Cuando la empresa privada da estas cifras, sí incluye la parte que le ha costado la mano de obra”, aclara. En estas cifras se incluye el valor añadido que ha supuesto la modernización de los sistemas de información con la llegada del euro.
“En determinaos casos, la llegada del euro ha supuesto un cambio total en los sistemas de información. Por ejemplo, en la deuda pública del Estado, antes se denominaba en pesetas y era por ejemplo una letra de un millón de pesetas, y ahora son de 10.000 euros que son 1.666.386 pesetas, es decir, la aplicación es distinta, y ni siquiera los nominales se han respetado. Ha habido que hacerlo exnovo. Por lo tanto, se utiliza la llegada del euro para hacer además una modernización de los sistemas de información, es decir, hay un valor añadido que es la modernización de los sistemas de información”, explica el subdirector general de Informática y Gestión de la Dirección general del Tesoro y Política Financiera.
Pero García Satúe reconoce que la Administración ha jugado con cierta ventaja a la hora de modernizar estos sistemas respecto al hardware. “Con el euro ha habido una ventaja, y es que en la preparación de la Administración para el efecto 2.000 nos adelantamos de cara al euro”.
Y respecto al software, la Administración paga por lo que es la licencia de uso de programas informáticos, con unos contratos de mantenimiento y actualización de licencias, “por lo que estas empresas han adaptado diversas releases de sus programas, y esto ya estaba contemplado en los contratos”.
Entre los grandes proveedores de la Administración se encuentran grandes empresas como IBM, Hewlett Packard, Compaq, Dell Computer, APD, Bull, Unisys, respecto al hardware, y en cuanto a software, Oracle, Software AG, Informix, y Microsoft.

Decimales
Con la llegada del euro, el principal problema que había que adaptar es que en España ya no se utilizaban céntimos, mientras que con el Euro sí hay céntimos. Por lo tanto, todas las cantidades monetarias han tenido que ser adaptadas a la coma y los decimales, que hasta ahora no existían.
Además, con los céntimos de euro, se produce otro problema importante, “y es que en el periodo transitorio desde el año 99 hasta el año 2001 en que han coexistido el euro y la peseta, por los problemas que plantea el redondeo en el segundo decimal, lógicamente se producen diferencias contables a la hora de cuadrar las cuentas”. Por este motivo, en algunas unidades administrativas ha habido que subcontratar con empresas del sector la ejecución de determinadas aplicaciones y programas informáticos. Sin embargo, este problema ha representado “un coste muy bajo, en torno al 10% de los 10.000 millones de pesetas”.

Formación
La formación del personal es otro de los aspectos importantes. En el año 97, la Adminsitración comenzó a impartir cursos de formación del personal en materia de euro, dentro de los programas de formación general de la Administración.
“No ha habido un dinero presupuestado ex profeso, sino que los cursos de formación se enmarcan dentro de los planes de formación de la Admninistración a

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

ny2 ACTUALIDAD

ny2 Sociedad de la información

Día de la Movilidad y el BYOD Coffee Break