¿Jaque mate al rey del software?
Microsoft pierde el segundo asalto al ser declarada culpable
Microsoft ha sido declarada culpable. Tras romperse el pasado uno de abril las negociaciones amistosas que la multinacional mantenía con la justicia norteamericana al negarse la compañía a separar Internet Explorer de su sistema operativo, la decisión del juez Jackson tardó tan sólo dos días en llegar. La sentencia dictaminada por Jackson fue contundente y no deja lugar a dudas: el gigante edificado por Gates ha sido condenado por violar las leyes federales antimonopolio al mantener su posición dominante en el mercado de sistemas operativos, en detrimento tanto de la libre competencia como de los usuarios. El documento especifica asimismo que, “la corte determina que Microsoft ha intentado monopolizar el mercado de navegadores Web al incluir su propio navegador en su sistema operativo”. Otra de las acusaciones que pendía sobre la compañía, era la de haber llevado a cabo acciones de marketing ilegales, sin embargo, Jackson en sus conclusiones no lo ha considerado así. Estas tácticas, que incluyen los acuerdos preferentes alcanzados con sus socios han sido calificadas por el magistrado como no ilegales.
La determinación de los tribunales norteamericanos no pone punto final a este conflicto, ya que no implica ningún tipo de pena y ahora queda por dilucidar cuál será el castigo que los tribunales norteamericanos impondrán a la multinacional del software, el peor de ellos, sería la consabida división de la compañía, pero aún de ser así parece que el proceso sería largo, no menos de dos años, según la opinión de la mayoría de los expertos en legislación antimonopolio.
Gates contraataca
Esto quiere decir que a Microsoft todavía le quedan muchas bazas por jugar, tal y como muestra un comunicado hecho público por la propia corporación el mismo día en que se hacía efectiva la sentencia. En el documento se manifestaba que: “Microsoft planea apelar la decisión de la Corte de Distrito así como continuar concentrándose en la creación de la próxima generación de software en beneficio de los consumidores, de la industria norteamericana y a la economía en general”. Por su parte, Bill Gates, chairman de la condenada compañía, compareció ante los medios de comunicación y aseguró que, “dadas las anteriores decisiones del Tribunal, esta última no era inesperada”, a lo que añadió: “Microsoft ha hecho todo lo posible para resolver este caso, pero el Gobierno no habría aceptado un acuerdo justo y razonable”. Otro de los puntos que destacó Gates, fue que Microsoft estaba dispuesta a hacer importantes concesiones con el fin de cerrar el caso, aunque según sus palabras, “fue imposible llegar a un acuerdo debido a que el DOJ y los estados no trabajan conjuntamente. Algunos parecían exigir bien la fragmentación de la compañía u otras concesiones que iban mucho más allá de los puntos incluidos en la demanda”. En relación a lo dicho, hay que señalar que, de acuerdo con información facilitada por Reuters, Microsoft estaba dispuesta a hacer públicas las API de Windows, abrir el código fuente a todos los fabricantes de PCs y nivelar el precio en el campo de las licencias de su propio sistema operativo.
Crisis bursátil en el Nasdaq
Como no podía ser de otra manera, la respuesta en los mercados bursátiles fue inminente y, lógicamente, fueron las acciones de las compañías de TI las más perjudicadas. La bajada en la cotización de Microsoft fue verdaderamente espectacular, e incluso antes de que se conociera el veredicto, la compañía ya había caído un 14,47%, hasta 90,87dólares. El desplome de las acciones de Microsoft no dejó impune al Nasdaq y esta corriente afectó de tal forma a este índice, que al cierre de la Bolsa se situaba un 7,6% o 349, 15 puntos por debajo de su cotización anterior. La jornada siguiente también fue fatídica y a primera hora de la tarde el índice tecnológico caía hasta un 10%, constituyendo la segunda mayor caída de su historia. Aún así, al final de la sesión se recuperó notablemente, cerrando con a tan sólo un 1,76% por debajo. En lo que se refiere a la compañía de Gates -culpable del caos de la Bolsa de valores- en la jornada siguiente al golpe de la justicia norteamericana, bajó un 2,55%, lo que significa un descenso de cerca de 17% en tan sólo dos jornadas. De esta forma, ya no solo se sitúa detrás de Cisco sino también de General Electric en cuanto a cotización bursátil. Muchos han sido las voces que se han alzado para destacar como este desbarajuste vuelve a poner en tela de juicio la sobrevaloración de los valores tecnológicos.
Los analistas se muestran tranquilos, los clientes no
La postura pública que a este respecto adoptará la Corporación, incluya la petición de una revisión agilizada del caso por parte del Tribunal de Apelación, apoyándose en la decisión adoptada por este Tribunal en 1998, la cual reconocía el derecho del fabricante a soportar Internet en su sistema operativo Windows. Por su parte, Bill Neukom, vicepresidente ejecutivo para asuntos legales de Microsoft ha declarado: “creemos que tenemos fuertes argumentos para apelar esta decisión”. A lo que añadió que, “es importante que la gente entienda que el fallo de hoy es sólo un paso en un proceso legal que podría durar años”. La respuesta de los más prestigiosos analistas en cuanto a la decisión de Jackson ha sido contundente: la etiqueta de monopolio no va a cambiar el modo de operar de la compañía, al menos de manera inmediata. Sin embargo, la opinión de los clientes es totalmente contraria. Estos sí se han mostrado preocupados ante la sentencia pues opinan que puede tener un grave impacto sobre el mundo del software y elevar dramáticamente los costes. Por otro lado, otros clientes de la compañía se han mostrado intranquilos en relación a la posibilidad de que Microsoft se concentre a partir de ahora excesivamente en aspectos legales despreocupándose de los tecnológicos.
La postura de la Comisión Europea
Otro punto de vista es el de la división antitrust de la Comisión Europea que examinará en detalle cómo podría afectar la decisión de la Corte de distrito de los Estados Unidos a la situación de la compañía en la industria de software europea. En este sentido, un oficial de la citada