Inversión en informática. Guía para compradores compulsivos.

No cabe duda de que los compradores compulsivos resultan siempre un peligro para su estabilidad económica y la de los demás. Si uno de estos compradores es el director de informática de una compañía, el peligro resulta todavía mayor. En los momentos de crisis puede resultar igual de arriesgado visitar un hipermercado, que hojear un catálogo de los últimos productos informáticos disponibles en el mercado. También en este caso el válido aquello de mejor prevenir que curar.

Las últimas estrategias planteadas por todos los grandes frente a los nuevos retos que el mercado de la informática ha comenzado a generar, se asientan sobre la firme creencia de la madurez de los usuarios. Es innegable que quizás este ha sido el cambio más importante de todos los que se han producido digamos en los últimos cinco años. A la vez que la oferta se diversificaba, los criterios de compra se hacían cada vez más selectivos y exigentes. A pesar de todo, los norteamericanos, que dedican la mitad de su vida a hacer estadísticas, han comprobado que aún hoy en día y a pesar de la delicada situación financiera por la que atraviesan muchas compañías, las inversiones en informática no son siempre las más idóneas. En base a los datos obtenidos, se afirma con rotundidad que entre los grandes directivos también hay compradores compulsivos.

A decir verdad tampoco es imprescindible estrujarse las meninges haciendo una estadística. Miremos a nuestro alrededor. Piense usted en su propio entorno laboral. ¿Cuántas de las capacidades que tiene su editor de textos, su hoja de cálculo o su programa de presentaciones, utilizan usted, su jefe o sus compañeros?. Puede ser que el problema sea suyo, que no se ha molestado en leer el manual del producto, pero también puede ser que, dejándose llevar por una fiebre tecnológica, el que decidió la compra de aquellos productos, sobredimensionara las necesidades. Como parece que este tipo de comportamientos no es inusual, la redacción de COMPUTERWORLD de Estados Unidos, entrevistó a un grupo de directivos veteranos, para tratar de elaborar una guía de consejos para directivos compulsivos. Aquí están sus conclusiones.

La primer pregunta que hay que responder con absoluta sinceridad es si existe una necesidad real de incrementar los procesos informáticos. Si es así habrá que calibrar muy cuidadosamente si las nuevas mejoras se adaptan a la arquitectura existente, y en qué nivel de informatización se encuentra la compañía además de tener en cuenta que lo último en tecnología no es siempre y necesariamente lo mejor. Y por último y antes de cerrar el contrato sopesar en qué medida aumentará la competitividad de la empresa.

Una vez evaluados estos aspectos, el ejecutivo habrá de enfrentarse al vendedor. En esta situación el éxito de la compra vendrá siempre definido por la claridad de ideas que el cliente tenga. Lo más importante según los más veteranos es: explicar claramente en qué tipo de plataforma se trabaja (hardware, software, comunicaciones, aplicaciones verticales, etc.), marcar las prioridades en los proyectos de futuro, y exijir al vendedor el derecho de establecer un proyecto piloto para evaluar la compra. Una vez implantado dicho proyecto, el director de procesos informáticos habrá de tener muy claro, que al menos una persona cualificada de su departamento ha de dedicar un 25% de su jornada laboral a evaluar dicho proyecto.

La decisión final habrá de estar asentada en dos factores según los consejos de los expertos, a saber: establecimiento de un plazo real para que el proyecto pueda empezar a funcionar con los consiguientes costos financieros para su compañía y tener asegurada la viabilidad del producto a largo plazo. Para ello será necesario asegurar el mayor grado de compatibilidad con los estándares de mercado, por lo que supone de ahorro de dinero y tiempo. Es muy importante también saber el tiempo de vida del producto en el mercado y conocer su rendimiento en empresas similares. Por último el soporte que el vendedor ofrece es fundamental. De nada sirve comprar el mejor producto de mercado, por ingeniería y precio, si el bloqueo de un servidor, o la caída de una tabla de la hoja de cálculo supone una parada que repercute gravemente en la productividad. El precio del soporte también es importante, y según dicen los entrevistados es este un aspecto donde el dinero ha de cobrar un interés secundario en aras de asegurar que las necesidades estarán siempre garantizadas.

Seguramente, la mayor parte de los lectores consideren lo anteriormente expuesto como elemental. Pero ya estaba advertido, que esto era una guía para compradores compulsivos.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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