Internet lleva su "revolución" al mercado financiero español
Terra Networks sale a Bolsa y confirma la necesidad de ajustes
Es la primera vez que una empresa dedicada a este sector sale al parqué español. Previsiblemente, no será la única. Retevisión con Alehop y Jazztel con Ya.com ya están en la parilla de salida.
Pero el epicentro del “terremeto” se sitúa en la alta volatilidad de estas empresas. La corta experiencia cotizadora de Terra lo demuestra. En pocos días ha alcanzado los máximos y mínimos permitidos y ha sido necesario aplicar todas las excepciones que permite la reglamentación bursátil en España como abrir dos horas más tarde de lo normal por la avalancha de peticiones de compra o dejar fluctuar los valores el 100% cuando lo normal es el 50% (medida muy criticada por la mayoría de los expertos financieros).
El resultado final de la primera jornada de cotización de Terra Networks en el mercado continuo, que se produjo el 17 de noviembre, fue que la acción se elevó a más del triple de su precio inicial, 13 euros, para los accionistas minoritarios.
Por otra parte, en el mercado estadounidense Nasdaq, dedicado exclusivamente a los llamados valores de crecimiento (empresas dedicadas a las nuevas tecnologías y a la bioquímica) y que carece de límite a la fluctuación, la acción llegó a valer un 300% más que su valor inicial.
Ningún responsable de la compañía ha querido comentar estos hechos, pero el caso es que han generado un gran revuelo entre los expertos. Algunos critican que la Bolsa española no está preparada para asumir el alto riesgo de estos capitales y piden reformas como las que ya se han acometido en otros parqués bursátiles del mundo y que pasan, bien por cambiar las reglas del juego de los mercados financieros, bien por crear otro mercado paralelo al de los valores tradicionales.
Otros aseguran que se trata de una nueva economía, la que reinará en el tercer milenio, basada en la innovación, en la rapidez y en la capacidad de hacer creer a la gente en empresas y productos que no se pueden ver ni tocar. El problema es que esta nueva infraestructura no se convierta en humo, lo que tendría imprevisibles consecuencias.