Integridad de la Información, las claves del alto rendimiento
En busca de la seguridad
En el mundo digital, la vida de las personas y de las empresas está cada día más estrechamente vinculadas a la utilización de las Tecnologías de la Información y de herramientas digitales que, sin duda, mejoran la calidad de vida y fundamentalmente, la competitividad de las compañías.
La disponibilidad y la accesibilidad de la información y de las aplicaciones que soportan nuestras actividades se convierten, de esta forma, en factores críticos para garantizar a ambas.
Personas, empresas y organizaciones son hoy mucho más vulnerables ante amenazas que ponen en riego nuestra calidad de vida y la viabilidad de nuestros negocios. Por un lado, los desastres naturales imposibles de evitar o predecir como incendios, inundaciones, tornados que provocan el fallo de sistemas básicos que garantizan el suministro de electricidad, calefacción, o agua corriente, y la pérdidas de información de la que es muy difícil recuperarse.
Pero también deberán hacer frente a violaciones de la seguridad que persiguen el robo de información sensible, el fraude monetario, la intromisión en nuestra intimidad, y consecuentemente, la pérdida de nuestra ventaja competitiva.
La solución a todos estos nuevos retos que el mercado nos plantea pasa por la responsabilidad de hacer accesibles y seguras tanto la información y como las aplicaciones de las que dependen nuestro bienestar y sobre todo la competitividad y continuidad de nuestra empresa, tratándolas desde un nuevo marco conceptual más adaptado a la nueva era digital y a la Sociedad de la Información y que pasa por la Integridad de la Información.
Este nuevo concepto, Integridad de la Información, consiste en conseguir simultáneamente dos objetivos aparentemente opuestos, fundamentalmente alternativos y enfrentados económicamente, fusionándolos en uno solo: hacer la información segura y disponible en el momento necesario, con el rendimiento adecuado, en el dispositivo disponible y sólo para quien lo precise.
Los proveedores de tecnologías deben trabajar para facilitar la integridad de la información de las organizaciones y de las personas, proporcionando herramientas, procesos y profesionales que construyen un equilibrio adecuado entre disponibilidad y seguridad de la información, permitiendo la optimización del flujo de la información a través de los centros de datos y los destinatarios o usuarios finales, a través de todos los dispositivos y redes por los que la información pueda discurrir.
Gonzalo Landaluce, director general de Symantec