Inseguridad financiera

El sector financiero e Internet

¿Qué se obtiene si se mezcla la red Internet con el sector bancario? Enormes problemas de seguridad. Nuevos competidores por todas partes. La amenaza de "desintermediación". El sector informático fuera de juego...

Para las compañías que contemplan la posibilidad de lanzarse a las ventas electrónicas a través de la red Internet, el World Wide Web parece un cruce entre el Lejano Oeste y el proyecto de un desarrollador de galerías comerciales que hubiera perdido el juicio. El riesgo de que un hacker pueda conseguir el número de la tarjeta de crédito de un cliente es mínimo, pero suficiente para que la mayoría de los propietarios de "tiendas" en el Web ofrezcan sólo "adware" (imágenes atractivas y texto pseudoinformativo). Para hacer un pedido, los compradores tienen generalmente que situarse off-line y marcar un número de la guía telefónica.

Sin embargo, están surgiendo cambios que pronto podrían hacer que Internet resulte segura para el comercio electrónico. El sector bancario, que no es conocido precisamente por ser un innovador en tecnología, se está moviendo con rapidez poco corriente para resolver el problema de la seguridad.

La seguridad es un factor que convierte a Internet tanto en una oportunidad como en una amenaza para los bancos. Una importante motivación para los bancos está en conseguir las importantes tarifas que muchos obtienen de firmas comerciales por procesar transacciones de tarjetas de crédito. Y no son sólo las tarjetas de crédito las que están en juego. Algunos bancos están evaluando formas de realizar pagos de empresa-a-empresa a través de la red Internet, mientras que otros están estudiando la posibilidad de transacciones de débito y en efectivo a través de ella.

Cálculos conservadores sitúan el volumen de transacciones Internet en el año 2000 en aproximadamente 10.000 millones de dólares. Alguien tendrá que procesar todas esas transacciones, y si los bancos no quieren o no pueden hacerlo, las empresas encontrarán a alguien que lo haga.

Guerras territoriales

En realidad, las instituciones financieras están sintiendo ya la presión de competidores que operan desde fuera del sector bancario. Es el caso de empresas como Microsoft, CyberCash o First Virtual. Las redes están alterando totalmente el mundo. En esencia, eliminan los condicionantes geográficos y la ventaja de gran tamaño de los bancos actuales. La red Internet también está socavando la que hasta ahora ha sido una importante barrera para los llamados proveedores alternativos, es decir, la costosa infraestructura que los bancos han acumulado para procesar las actuales formas de pago, como los cheques en papel, transferencias y operaciones a través de cámaras de compensación, incluyendo el depósito directo de nóminas. Con el aumento de los nuevos mecanismos de pago basados en red, esas inversiones pueden convertirse sencillamente en peso muerto.

Si alguien puede servir a los clientes electrónicamente, ¿significa que toda la estructura creada por las entidades financieras se convierte en obsoleta?

La posibilidad de llegar a desconectarse de la realidad de los clientes debido a la presión de la tecnología y los mercados en cambio, es algo que está muy presente en la mente de los banqueros en estos momentos. Y con mucha razón, según el Gartner Group, que defiende que si la principal interacción de un cliente con el banco es mediante una máquina, ¿qué importa quién sea el dueño de la máquina?

Los bancos han visto ya cómo la tecnología de redes puede despojarlos de sus clientes y de sus fondos. Cuando los comprobantes de tarjetas de crédito comerciales se registraban y procesaban por lotes en papel en las sucursales bancarias, el sector bancario disponía de un cuasi-monopolio en esta actividad. Entonces entró en escena el proceso electrónico, y pasaron a actuar proveedores alternativos. Poco después, las firmas comerciales estaban intentando conseguir servicios de proceso en todo el mundo. Hoy, más de un 75% de ese mercado está controlado por proveedores alternativos.

Desarmar Internet

Algunas compañías de servicios financieros, con la esperanza de convertir la amenaza de la red Internet en una fuente de relaciones provechosas y sostenibles tanto con consumidores como con empresas comerciales, están estableciendo relaciones tecnológicas con otras firmas. Para los más ambiciosos, el objetivo es desarrollar una aplicación de pagos de gran éxito, para ser utilizada en la red Internet, mientras que para otros se trata simplemente de obtener experiencia y conocimientos para el caso de una posible explosión del mercado Internet.

Entre ellas está MasterCard, una de las compañías que colaboran con Netscape, creadora de los populares browsers Web. Por su parte, Visa International mantiene relaciones de colaboración con Microsoft, mientras que First Union ha unido fuerzas recientemente con Open Market para crear lo que afirma que será el primer mercado electrónico seguro de Internet.

Un factor que oscurece la carrera competitiva es que no todos los ejecutivos bancarios están de acuerdo en que su sector debe asumir el liderazgo en resolver los problemas de seguridad de Internet.

Según Internet Info, una firma de consultoría Internet, hasta ahora, casi 400 firmas de servicios financieros han registrado un dominio en la Internet, una cantidad que duplica la de hace un año, pero sólo unas pocas ofrecen actualmente todo tipo de servicios bancarios Internet. Por ahora, muchos bancos parecen satisfechos con considerar a Internet como un nuevo medio de publicidad extraño pero interesante.

La mayoría de los bancos, atraídos por el mercado a nivel nacional, aunque escaso, que ofrece la Internet, y por la oportunidad de una comunicación bidireccional con los clientes y los clientes potenciales, continuarán estableciendo instalaciones de información Web de bajo riesgo, y aprendiendo sobre la marcha.

Por otra parte, aunque existe un peligro muy real de que el sector bancario se esté moviendo demasiado lentamente en la cuestión de la seguridad de los pagos, las consecuencias de avanzar con demasiada rapidez podrían también ser graves. Después de todo, el arma definitiva que poseen los bancos frente a otros proveedores alternativos es la confianza de sus clientes.

Navegando indefensos en la Internet

Deliciosas incluso con una definición de 640 por 480 pixels, las trufas de chocolate que aparecen en la home page de Godiva son una dulce tentación. Esta división de la multinacional Campbell hace que resulte extraordinariamente fácil para quienes se mueven en Internet satisfacer su inclinación por los productos de chocolate. Basta con teclear el número de tarjeta de crédito y la dirección, y casi instantáneamente está en camino la satisfacción consiguiente a través de Federal Express.

Pero hay que tener cuidado con los carteristas en este autoproclamado paraíso del chocolate. El servidor de Godiva no es seguro. Esto significa que es técnicamente posible para los hackers detectar números de tarjeta de crédito mientras viajan en paquetes desde el browser de un usuario a través de Internet hasta el servidor de Godiva.

Esta no es la única compañía que utiliza lo que la consultora KPMG Peat Marwick llama el enfoque "Las Vegas" de la seguridad Internet. Según sus cálculos, hasta un total de 100 millones de dólares en transacciones no seguras viajarán por la red este año.

Estas cifras preocupan a las grandes firmas de tarjetas de crédito. Muchos consumidores y empresas no comprenden el potencial de fraude que existe en estos tipos de transacciones. Evitar el fraude es uno de los motivos por los que algunos bancos se están moviendo con rapidez poco usual para contribuir a desarrollar sistemas de pago seguros para Internet.

La informática, fuera de línea

Si la actividad bancaria en In

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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