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Innovación tecnológica en Caja Madrid

Afronta su tercer centenario revalidando su liderazgo

Tradición e innovación se funden en Caja de Madrid, la entidad financiera más antigua de España. Su oferta de servicios de banca universal ha estado siempre apoyada en avanzados sistemas tecnológicos si bien en los últimos años se ha notado un cierto relajamiento que ha obligado a la entidad a una concentración de esfuerzos en torno al Proyecto de Tecnología 2002. Un plan de cuatro años de duración que ha culminado a finales de 2001 devolviendo el liderazgo tecnológico a Caja Madrid.

En Caja Madrid, como en cualquier entidad financiera, las tecnologías son un factor decisivo en el diseño de productos y oferta de servicios, pues procuran la manipulación, gestión, envío y recepción de la información, así como un conocimiento exhaustivo del cliente y sus necesidades para lograr una simbiosis perfecta entre entidad y cliente. Caja Madrid lo ha tenido siempre claro, manteniendo por ello una vocación de liderazgo tecnológico en cuanto al desarrollo y adopción de tecnologías, inclinación que se suavizó con motivo de la recesión experimentada por el sector a partir de 1992. No obstante en los años siguientes a la declarada crisis, las prioridades de la entidad se centran en alcanzar una cierta recuperación, poniéndose especial énfasis en el seguimiento de riesgos y adjudicación de activos perjudicados en detrimento del área tecnológica. Un error que Caja Madrid ha pagado con 146.000 millones de pesetas distribuidos en un plan de cuatro años, si bien 50.000 millones de pesetas representan una dotación extraordinaria y el resto son recurrentes. En palabras de Ricardo Morado Iglesias, director general del departamento de Organización y Sistemas de Caja Madrid, “nos habíamos quedado estacados, lo que nos ha obligado a realizar un esfuerzo tal que la entidad ha comprendido para siempre la criticidad de las tecnologías para la buena marcha del negocio”.
Morado se incorpora en 1998 a la entidad para llevar a cabo la renovación tecnológica ideada en 1997 con el objetivo de “disponer de las mejores capacidades tanto operativas, comerciales como de riesgos del sector financiero”. Así se inicia un plan que abarca los años 1998-2001 en los que se actualiza la tecnología de la entidad y se reorganiza el modelo de negocio, sobre todo de la operativa de sucursales.
Entre los retos asumidos por el máximo responsable de Organización y Sistemas de Caja Madrid destacan el duplicar el balance y beneficios de la entidad, incrementar en 500 puntos la red de oficinas o lograr que 5 millones de clientes utilicen los canales complementarios, todo ello con el soporte de las tecnologías de la información.
Entre las principales carencias detectadas se encuentran ciertas limitaciones de capacidad. Según Ricardo Morado, “disponíamos de una orientación muy vertical, nada orientada a procesos. No se contaba con una cadena de flujos recuperatorios automatizada ni tampoco existía conexión entre las fichas de clientes. Todo ello impedía el disponer de un grado de conocimiento del un cliente más allá de los datos de sus cuentas”.
El Plan Tecnológico 2002 se plantea en tres fases no secuenciales que se inician en 1998 con el análisis del modelo de gestión interna por parte de las distintas unidades de negocio. La segunda fase comienza en el momento en el que empiezan a estar disponibles las primeras definiciones, movilizándose a cerca de 2.500 personas de la unidad de Tecnología fundamentalmente.
La tercera fase, relativa a la implantación y difusión de las herramientas tecnológicas adoptadas involucra a toda la organización, es decir, los 12.000 empleados.
La renovación abarca proyectos de dos tipos, los relacionados con la infraestructura y los sistemas. En el área de infraestructuras los principales hitos se circunscriben en torno al Centro de proceso de Datos, las comunicaciones, canales, oficinas y departamentos centrales, así como adaptación al año 2000.
En paralelo, pero con los cimientos de las infraestructuras bien sólidos, se inician los proyectos de sistemas. Orientados a mejorar la eficiencia operativa, éstos abarcan cambios en la plataforma de oficinas, sistemas de riesgos de caja o de gestión.

Infraestructuras sólidas
Las prioridades a nivel de infraestructura tecnológica se sitúan en garantizar el mayor nivel de eficiencia operativa, lo que supone la eliminación de las plataformas obsoletas así como la optimización del consumo y rendimiento de los sistemas; al tiempo que garantizar la máxima disponibilidad del servicio y el control de la seguridad que incluye la implantación de planes de contingencia para asegurar la continuidad del servicio. Así se decide la elaboración de Planes de Sistemas del Grupo y la actualización del hardware y software de usuario final como medidas que garanticen la permanente evolución tecnológica del Grupo. Como consecuencia, el actual entorno tecnológico del Grupo Caja Madrid está caracterizado por la plataforma mainframe 3090 de IBM, encargado de soportar las principales aplicaciones y bases de datos corporativas; protagonismo que también comparte con Sun E10000 para los sistemas con tecnología web e Internet, encargados de soportar la oficina virtual o la Intranet corporativa. En los sistemas de medios de pago (TPVs, cajeros, quioscos y tarjetas), dominan NCR y Fujitsu, así como Tandem con la línea Himalaya Serie S. En cuanto a los PCs, Caja Madrid ha optado por diversificar proveedores, disponiendo tanto en la parte de servidores como en puestos de trabajo, de modelos de las firmas Dell y Compaq, en los que las aplicaciones locales del sistema de oficinas operan en un entorno Wintel y NT. El panorama se completa con equipos IBM AS/400 y RS/6000 en las plataformas departamentales específicas, como son la gestión de Fondos de Inversión o el Sistema de Monte de Piedad.
La apuesta por IBM se basa en la disponibilidad y criticidad que soportan los sistemas, así como su capacidad de proceso y almacenamiento, aspectos estos últimos que han experimentado una evolución significativa durante la ejecución del Plan, multiplicándose por 10 en el entorno de almacenamiento y siendo 8,4 veces superior en términos de MIPS (millones de instrucciones por segundo).
Con respecto a los cinco proyectos relacionados con la renovación de las infraestructuras destaca, en relación al CPD, la implantación de un Centro Operativo de Respaldo situado a las afueras de Madrid. En el área de comunicaciones, además de la renovación total de infraestructuras, se acomete la migración de las redes locales Banyan a Windows 2000 en edificios centrales y direcciones de negocio; lo que se traduce en una significativa reducción en el tiempo de tramitación de las operaciones de los clientes desde las ventanillas de las sucursales. “El pasar de X25 con 9,6 Kbits/seg. a una tecnología Frame Relay a 64 Kbits/seg., nos ha permitido multiplicar por siete la velocidad de comunicación entre las oficinas y la central”, sostiene Ricardo Morado. Otra mejora significativa se ha producido en el acceso a Internet, donde la capacidad se ha multiplicado por diez al asumir tecnología ATM.
En cuanto a las oficinas y departamentos centrales, la renovación de servidores, PCs e impresoras incluía en un primer momento la migración hacia Windows 95 y NT, para en una segunda etapa contemplar también Windows 2000.
El desarrollo de aplicacio

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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