Iniciativa heterodoxa
Habrá que pensar que la infeliz idea de invitar a compañías del sector de las TIC a significarse en el evento a través de su contribución económica, exclusivamente, ha tenido que partir de personas desconocedoras de los hábitos y estilos estimados como ortodoxos en nuestro mercado y, por lo tanto, nada merecedores de ser cuestionados. En primer lugar, porque no es lo mismo aprovechar el marco de una feria ya organizada de las TIC para lanzar mensajes políticos de grandes pretensiones, que intentar preparar una mini exposición de equipos o productos al socaire de un acto, con duración estimada de hora y media; en segundo lugar, porque hay que ser muy rigurosos en la elaboración de criterios de selección de las empresas a invitar para no colmar de argumentos de crítica a las que no se les dio la oportunidad de participar porque, por un óbolo como el que se estableció, algunas hubieran interpretado que las podría convenir que su logotipo fuera bien visto en el entorno de la Administración General del Estado y, particularmente, en el Ministerio de Ciencia y Tecnología; y, en tercer lugar, porque los actos que organice el Gobierno para dar la mayor difusión posible a sus fines, deben costearse con sus propios recursos.
En el Ministerio de Ciencia y Tecnología deben opinar los profesionales con conocimientos y experiencia, para evitar insólitas decisiones que provocarán, indefectiblemente, justificadas críticas. ¿Han buscado, con la torpeza de las invitaciones, paliar la financiación del acto de presentación de Info XXI? Presuponemos que no. Entonces, ¿por qué lo hicieron?