Info XXI, un año después
Un año después del lanzamiento del plan, conviene olvidar errores de concepción y de partida -con buenos propósitos e ideas claras, todo es perfectible- y sacar provecho del riguroso análisis de unos resultados que, para bien o para mal, están ahí. En éste sentido, sería muy útil tomar en consideración los informes provenientes tanto del sector empresarial como del sector público, poniendo de manifiesto deficiencias y/o deseos después de las experiencias contrastadas tras el primer año de andadura del plan. En esta línea, los gestores y coordinadores del plan tendrían la oportunidad de demostrar con hechos cuantificables -sería la única forma de generar credibilidad- que, al tratarse de un proyecto hasta el ejercicio 2003 inclusive, el primer año ha servido de prueba, adaptación, percepción, y control de situaciones, para mostrase posteriormente, pero de inmediato, proclives a priorizar objetivos; adaptar presupuestos posibilistas a las necesidades a cubrir, y número de proyectos a abordar; e informar mejor y con más frecuencia de la situación en que se encuentran las distintas iniciativas. Es deseable, por tanto, que, para el próximo año, el informe que elabore el Consejo Empresarial para la Sociedad de la Información (CESI) ofrezca un balance tan positivo que, entre sus relevantes conquistas, figuren ostensibles mejoras en los puestos que actualmente ocupa España, respecto a otros países de Europa, en cada ranking de indicadores relacionados con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. El Gobierno lo sabe. Para subsanarlo ¿Querrá poner algo más que palabras?