IBM niega el uso del Unix de SCO para desarrollar su Linux
SCO exige 1.000 millones de dólares por daños y perjuicios
Asimismo, IBM no ha dudado en aprovechar este cruce de acusaciones para denunciar a SCO por buscar impropiamente derechos de propiedad sobre tecnologías ampliamente usadas, y obstaculizar el uso de las tecnologías por la comunidad de la fuente abierta.
En este sentido, desde SCO se quiere dejar claro que la acción de la compañía está dirigida sólo a IBM, y no a la comunidad de Linux, a la que pertenece como productor de software para ese sistema operativo. Al no haber podido resolver sus diferencias amigablemente, ambas compañía han decido solventar sus diferencias delante de un tribunal.
Parece, al menos así lo reflejan las valoraciones realizadas por varios analistas, que la magnitud del desacuerdo podría desencadenar en un largo y difícil proceso legal, debido a que IBM ha puesto en entredicho la supuesta veracidad de ciertas afirmaciones realizadas por SCO sobre Unix, como que Unix fue originalmente desarrollado por los laboratorios Bell de AT&T; que todas las variedades comerciales de Unix en uso actualmente se basan en la tecnología System V Unix de SCO; que SCO posee los derechos del código original subyacente de Unix desarrollado por los laboratorios Bell de AT&T y por último, que SCO es el sucesor autorizado en intereses y el propietario de todos los derechos contractuales que surgen de los acuerdos de AT&T Unix. Asimismo, IBM niega rotundamente que su variante AIX de Unix sea una modificación del Unix de SCO.
Con el objetivo de controlar las posibles violaciones a la propiedad intelectual de SCO sobre Unix y Linux, la compañía puso en marcha, a principios de año, una nueva división para administrar estos activos de propiedad. Teniendo en cuenta que SCO es propietario de la propiedad intelectual de Unix, y que Linux es un software de fuente abierta, éste comparte la arquitectura y las APIs (interfaces para la programación de aplicaciones) con Unix. De este modo, la iniciativa de SCO busca asegurar que los proveedores combinen las tecnologías de Linux y Unix legalmente.