HP-Compaq: una fusión "de libro"

Dentro de unos años, la fusión de Hewlett-Packard y Compaq se estudiará en las escuelas de negocio. Además, y tal y como se están desarrollando los acontecimientos, es previsible que se estudie como un caso de éxito en el mundo de las fusiones empresariales. Hasta ahora, sólo he podido encontrar, tanto en los representantes de HP como en los de Compaq, un extraordinario sentido común y un tremendo pragmatismo. Si esto sigue así, el resto del mercado debería empezar a preocuparse. Lejos de enfrascarse en interminables luchas fraticidas, todo parece indicar que ambas compañías se están moviendo en paralelo con el objetivo de conseguir sus objetivos de negocio. De momento, el reparto de poder que se ha producido en la filial española responde a la lógica del mercado y -curiosamente y sin que sirva de precedente- a las previsiones de la mayor parte de los observadores del sector. Por su parte, Juan Soto y Santiago Cortés se empeñan en cada una de sus apariciones públicas en poner las cosas en su sitio con una naturalidad y una solidez en sus argumentos que desbaratan cualquier intento de cuestionar la operación. El propio Juan Soto explicaba la semana pasada la fusión entre ambas compañías ante más de 500 responsables de TI de la Administración Pública reunidos en Valencia por Informática El Corte Inglés, y lo hacía con tanta sencillez y tan poderosos argumentos, que los allí presentes salían preguntándose no porqué HP y Compaq se habían fusionado, sino porqué no lo habían hecho antes. En definitiva, que los escépticos del sector, acostumbrados al modelo tradicional de fusión caracterizado por las cuchilladas, las zancadillas y las luchas de poder, asistimos atónitos al idilio que parecen vivir los equipos de ambas compañías en España. Lo malo es que -antes o después- hasta la más romántica luna de miel se acaba...