Estrategias

HP reduce gastos

El comienzo del verano, la Presidenta de Hewlett-Packard, Carly Fiorina, transmitió un mensaje a sus empleados anunciándoles la necesidad de poner en marcha un plan de reducción de gastos, basado en una de las siguientes alternativas: Recorte del salario en un diez por ciento; tomar ocho días de vacaciones; o fórmula mixta, bajando el salario un cinco por ciento y tomando cuatro días de vacaciones. El mensaje de la Presidenta de Hewlett-Packard apelando a la colaboración de los empleados sintoniza con un criterio imperante en la compañía, a tenor de las siguientes palabras de su portavoz, Dave Berman: “Tenemos una tradición en la que los empleados colaboran y hacen lo que pueden en situaciones económicas difíciles”.
Por su parte, el Presidente de HP en España, Juan Soto, con la claridad y precisión que le caracteriza, explicó a su plantilla la situación y los pormenores para ejecutar, con carácter voluntario, el plan propuesto por la Presidenta de la Corporación.
El éxito podría cuestionarse, dado el matiz de voluntariedad de la propuesta. Sin embargo, cuando desde la cúpula se ha optado por poner en marcha esta alternativa, es porque se confía en la obtención de idóneos resultados. En la filial española, sonando muy bien las invocaciones a la solidaridad y el compañerismo, el mayor peso en la decisión habrá que atribuirlo a la demostrada capacidad de persuasión de Juan Soto, junto a la pragmática consideración de los empleados apoyada en los siguientes planteamientos: Se despide, del total de la Corporación, a un número determinado de directivos que, pudiendo ser posteriormente más, nadie está en disposición de predecir que no pudiera hacerse extensivo a otros niveles de la plantilla; no es bueno significarse en contra de una acción de solidaridad, basada en la voluntariedad, porque ello podría traducirse -en posteriores reajustes de plantilla, si los hubiera- en la posibilidad de figurar en los primeros lugares para invitarles a abandonar la compañía.
Una vez logrado el propósito de la Presidenta en la filial española -obviando la ilegalidad de recorte de salario en España, mediante la firma del correspondiente documento resaltando la voluntariedad- tendrán, todavía, que reconocer los empleados que la medida no deja de ser un mal menor teniendo en cuenta que, de alcanzarse los objetivos previstos, se evitarán los temidos despidos. Dado que la vuelta del verano no apunta muchas esperanzas sobre el final inmediato de la crisis, no hay dua de que en muchas compañías preferirían algo similar, si con ello se evitasen las reducciones de plantilla.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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