"Hay que dejar la era del HPC y entrar en la era del "extreme computing"
Óscar de Bustos, director de la unidad de supercomputación (HPC) de Bull
Como parte de la estrategia por convertirse en uno de los tres líderes en este campo del mundo y el primero en Europa, hace unos meses Bull anunció el primer superordenador europeo dedicado al extreme computing y diseñado por especialistas en estrecha colaboración con sus clientes, bajo el nombre de Bullx. “Se necesita innovar cada vez más, hacerlo mejor y con el mayor respeto hacia el medio ambiente. Éste es el nuevo paradigma de cada empresa”, asegura Óscar de Bustos, director de la unidad de supercomputación (HPC) de Bull. Según De Bustos, “para estar al día con estos nuevos retos, Bull está abriendo una nueva dimensión en el mundo de la simulación por ordenador, al mismo tiempo que muestra los nuevos horizontes de crecimiento con la era del extreme computing”. Y es que, “diseñado por uno de los más grandes equipos de expertos en High Performance Computing (HPC), Bullx es el resultado de un conjunto único de experiencia, con proximidad local y unos tiempos de respuesta muy rápidos para poder suministrar potentes soluciones personalizadas”, apunta De Bustos, que está convencido de que “invertir hoy en extreme computing es estar preparado para el mañana, colocando las bases de un nuevo mundo construido a partir de dos puntos obligatorios: innovación y conciencia medioambiental. Estamos listos para afrontar este reto y dar un gran salto tecnológico con el que garantizar la competitividad. Hay que dejar la era del HPC y entrar en la era del extreme computing”.
Características
Bullx ha sido específicamente diseñado para el cálculo científico por los especialistas de extreme computing en Europa y en el proyecto han participado mas de 500 expertos, lo que significa una base de conocimiento en esta materia sin precedentes dedicada en exclusiva a su desarrollo. Para De Bustos, “esta máquina ha sido diseñada expresamente para permitir la construcción e implementación de entornos de cálculo científico extremadamente robustos y fidedignos”. Así, sus características técnicas, “incluyendo su escalabilidad, densidad, bajo consumo y los potentes aceleradores embebidos, significan que es una plataforma sin precedentes que puede ajustarse a todo tipo de necesidades y es la solución perfecta para todo las áreas de computación como ciencias ambientales, industrias químicas y petroleras, climatología, sectores financieros, de automoción, etc.”. En definitiva, “con Bullx se garantiza el mejor de los rendimientos en cada uno de los aspectos individuales a nivel de operación como son los cálculos de enteros y de coma flotante, la capacidad y velocidad de la memoria, los sistemas de comunicación internos, la potencia de entrada-salida, la facilidad de uso e implementación y por supuesto con el mejor ratio de calidad-precio”.
El papel de ‘green IT’
Con la familia Bullx, la compañía “está adelantando los límites que aún estaban lejanos, si tomamos tres retos clave: el consumo energético, la potencia y la rentabilidad”, apunta De Bustos. Es decir, “reduciendo los consumos energéticos de los supercomputadores, coordinando las tareas de miles de cores de procesamiento todos corriendo de forma simultánea y finalmente orquestando y administrando la complejidad inherente de estos entornos”.
La arquitectura híbrida Bullx incorpora blades que combinan los procesadores Intel Xeon con los aceleradores usando tecnologías desarrolladas por procesadores gráficos. Para De Bustos, “Bull ya ha demostrado un altísimo nivel de experiencia en esta área, construyendo uno de los más potentes sistemas híbridos de su clase en el mundo. Los niveles de rendimiento se duplicaron sin incremento significativo en los consumos energéticos, proporcionando uno de los mejores ratios de rendimiento/m² y rendimiento/consumo del mercado. El módulo ultra-capacitor mejora la eficiencia de las fuentes de alimentación entre un 10-15% comparadas con las fuentes de alimentación tradicionales”.
Características
Bullx ha sido específicamente diseñado para el cálculo científico por los especialistas de extreme computing en Europa y en el proyecto han participado mas de 500 expertos, lo que significa una base de conocimiento en esta materia sin precedentes dedicada en exclusiva a su desarrollo. Para De Bustos, “esta máquina ha sido diseñada expresamente para permitir la construcción e implementación de entornos de cálculo científico extremadamente robustos y fidedignos”. Así, sus características técnicas, “incluyendo su escalabilidad, densidad, bajo consumo y los potentes aceleradores embebidos, significan que es una plataforma sin precedentes que puede ajustarse a todo tipo de necesidades y es la solución perfecta para todo las áreas de computación como ciencias ambientales, industrias químicas y petroleras, climatología, sectores financieros, de automoción, etc.”. En definitiva, “con Bullx se garantiza el mejor de los rendimientos en cada uno de los aspectos individuales a nivel de operación como son los cálculos de enteros y de coma flotante, la capacidad y velocidad de la memoria, los sistemas de comunicación internos, la potencia de entrada-salida, la facilidad de uso e implementación y por supuesto con el mejor ratio de calidad-precio”.
El papel de ‘green IT’
Con la familia Bullx, la compañía “está adelantando los límites que aún estaban lejanos, si tomamos tres retos clave: el consumo energético, la potencia y la rentabilidad”, apunta De Bustos. Es decir, “reduciendo los consumos energéticos de los supercomputadores, coordinando las tareas de miles de cores de procesamiento todos corriendo de forma simultánea y finalmente orquestando y administrando la complejidad inherente de estos entornos”.
La arquitectura híbrida Bullx incorpora blades que combinan los procesadores Intel Xeon con los aceleradores usando tecnologías desarrolladas por procesadores gráficos. Para De Bustos, “Bull ya ha demostrado un altísimo nivel de experiencia en esta área, construyendo uno de los más potentes sistemas híbridos de su clase en el mundo. Los niveles de rendimiento se duplicaron sin incremento significativo en los consumos energéticos, proporcionando uno de los mejores ratios de rendimiento/m² y rendimiento/consumo del mercado. El módulo ultra-capacitor mejora la eficiencia de las fuentes de alimentación entre un 10-15% comparadas con las fuentes de alimentación tradicionales”.
