"Hay que buscar otro modelo de negocio para la gestión de contenidos en Internet"
Borja Adsuara, director del observatorio de telecomunicaciones y de la SI
Según Adsuara, los contenidos y los servicios son los dos elementos que dan sentido a las redes, pues es, en última instancia, lo que buscan los usuarios de Internet. Sin embargo, mientras que en el ámbito de los servicios (que abarca el comercio electrónico, entre otras actividades) sí se ha encontrado un modelo de negocio válido y que funciona pues, es el mismo que el de la economía tradicional, en el ámbito de los contenidos aún no se cuenta con un modelo adecuado. “Hasta ahora los modelos de negocio que existen en la gestión de los contenidos son el que se basa en la difusión gratis de éstos y el que se apoya en el pago por uso. Sin embargo, ninguno de los dos ha funcionado. El primero, como se ha demostrado con la crisis de las puntocom, debido a que se apoya en los ingresos que provienen de una publicidad, que en estos tiempos de crisis ha sido lo primero que las empresas han recortado. Por su parte, el modelo de pago, que han adoptado medios de comunicación como El País, no está siendo una experiencia demasiado halagüeña, pues la mayoría de los usuarios no quieren pagar, ya que están acostumbrados a no hacerlo en Internet”.
En búsqueda de una tercera vía
En este sentido, Adsuara expresa la necesidad que existe de un nuevo modelo que tenga éxito en el mercado. “Hay expertos que vaticinan un nuevo modelo que será una mezcla del de pago y del basado en la publicidad, pero esto no está claro y no se sabe si funcionará. Lo cierto es que hay que buscar una tercera vía que asegure la supervivencia de los mejores proveedores de contenidos en Internet, aunque aún no sabemos cuál es”. Según el director del Observatorio de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, el modelo ideal debe ser aquel que responda a las expectativas de los consumidores, pues “la experiencia ha demostrado que son éstos los últimos responsables de que un servicio o contenido tenga éxito o fracase”. Y este nuevo modelo debe superar las máximas que tradicionalmente se han cumplido en el ámbito de la gestión de contenidos, es decir, “el hecho de que a mayor libertad en la difusión de los contenidos se da una menor posibilidad de obtener beneficios, mientras que si la explotación de contenidos se controla más, la difusión de la obra se reduce considerablemente”. Lo ideal, según Adsuara, sería conseguir que la difusión de las obras sea máxima y que no existan límites al consumo.
¿Piratería o espíritu libre?
Sin embargo, esta intención de que la difusión sea máxima puede chocar con los derechos de propiedad intelectual y las propias leyes pues, ¿cuándo hay que considerar legal o ilegal el hecho de que un usuario se descargue música u otro tipo de obras a través de Internet? En este sentido, Adsuara lo tiene claro: “Cuando en estas actividades existe ánimo de lucro hablamos de piratería. Si no, lo que hacen los usuarios son copias privadas para ellos y esto no es piratería sino espíritu Linux, libre, etc. Se trata de un ámbito que hay que regular, pero sin considerar a estos usuarios delincuentes”.
Finalmente, Adsuara se refirió al objetivo último de la gestión de los contenidos en Internet, que debe ser que los ciudadanos pasen de la Sociedad de la Información, que aporta una gran abundancia de datos, a la Sociedad del Conocimiento, “que empieza cuando apagamos el ordenador y pensamos sobre lo que hemos visto, pues son las conclusiones que extraemos de los datos”.