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Hacia la informática ubicua

Si los ordenadores están en todas partes, será mejor que dejen el paso libre

Las grandes olas del cambio tecnológico son aquellas que modifican de manera fundamental el lugar que ocupa la tecnología en nuestras vidas. Lo que importa no es la tecnología misma, sino su relación con nosotros.

En los últimos 50 años de la informática y el proceso de datos, dos grandes tendencias han tenido lugar en esta relación: la relación mainframe y la relación PC.
Hoy, la red Internet nos está llevando a través de una era de proceso distribuido y generalizado, hacia una relación de proceso "ubicuo" u "omnipresente", que se caracteriza por una integración profunda de la informática en el mundo que nos rodea. Esta informática ubícua -en la que una multitud de ordenadores nos comparten a todos y cada uno de nosotros- requerirá una nueva orientación para dar cabida a la tecnología en nuestras vidas, una orientación que podría denominarse "tecnología de la calma". El cambio potencialmente más interesante, arriesgado y profundo que implica el proceso de datos ubicuo es el énfasis y atención especial a esa calma o tranquilidad.
Si es verdad que los ordenadores están en todas partes, será mejor que dejen el paso libre, y eso significa diseñarlos de forma que las personas que son compartidas por esos ordenadores permanezcan serenas y ejerzan el control. La calma es un nuevo desafío a alcanzar, que la ubicuidad introduce en el mundo de la informática.
Cuando los ordenadores son utilizados por expertos detrás de puertas cerradas, la calma y la tranquilidad sólo tienen relevancia para unos pocos. En los ordenadores de uso personal se ha prestado una atención especial al atractivo y a la excitación producidos por la interacción, pero cuando hay ordenadores por todas partes en torno a nosotros, de forma que podemos utilizar un ordenador mientras utilizamos alguna otra cosa y tenemos más tiempo para ser más totalmente humanos, debemos reconsiderar radicalmente los objetivos, el contexto y la tecnología del ordenador y toda la otra tecnología que se acumula en nuestras vidas. Los diseños que calman e informan cumplen con dos requerimientos humanos que no se ofrecen generalmente juntos. La tecnología de la información es con frecuencia un enemigo de la calma. Los dispositivos "buscapersonas", teléfonos móviles, servicios de noticias, el World Wide Web, el correo electrónico, la televisión y la radio nos bombardean frenéticamente. ¿Podemos realmente buscar una solución en la tecnología misma?
No obstante, hay alguna tecnología que puede conducir a una verdadera calma y control. No hay menos tecnología en un par de zapatos confortables, en una buena estilográfica o en el periódico del domingo que en un PC utilizado en el propio hogar. Entonces, ¿Por qué unos causan irritación, mientras que otros producen calma?

La periferia
La diferencia está en la forma en que atraen nuestra atención. La tecnología de la calma atrae tanto el centro como la periferia de nuestra atención, y en realidad se mueve en ambas direcciones entre las dos. Aquí, el término "periferia" se utiliza para designar aquello con lo que estamos "sintonizados", aunque sin prestarle atención explícitamente. Generalmente, cuando conducimos un automóvil, nuestra atención se centra en la carretera, en la radio, o en el acompañante, pero no en el ruido del motor. Sin embargo, un ruido inusual sería percibido inmediatamente, indicando que estaríamos sintonizados con el ruido en la periferia, y podríamos acudir inmediatamente a atenderlo.
Debe quedar claro que lo que se quiere decir con "periferia" no es en modo alguno algo "marginal" o "poco importante". Lo que está en la periferia en un determinado momento puede estar en el momento siguiente en el centro de nuestra atención, y ser por lo tanto de importancia crucial. Incluso una misma forma física puede tener elementos tanto en el centro como en la periferia. La tinta que comunica las palabras centrales de un texto puede también indicarnos periféricamente el tipo de texto de que se trata, a través de la variedad de tipos de letra y el formato de la página.
La tecnología de la calma se moverá con facilidad desde la periferia al centro de nuestra atención, y viceversa. Esto produce calma fundamentalmente por dos motivos.
En primer lugar, al situar cosas en la periferia, podemos sintonizar con muchas más de lo que podríamos si todo tuviera que estar en el centro. Esas cosas en la periferia son sintonizadas por la parte grande de nuestro cerebro dedicada al proceso periférico (sensorial). Así, la periferia está informando, pero sin dar lugar a una sobrecarga.
En segundo lugar, al reponer en el centro algo que estaba en la periferia, conseguimos controlarlo. Periféricamente, podríamos percibir que algo no va bien, como cuando algunas expresiones irregulares o desusadas dejan al lector cansado e incómodo sin saber por qué. Moviendo la estructura de esas frases de la periferia al centro, podemos actuar, bien encontrando una forma mejor de construirlas o aceptando la causa de la incomodidad y continuando.
Si no se realizase ese traslado al centro, la periferia podría dar lugar a un seguimiento frenético de la moda o tendencia en cuestión; con el traslado al centro, la periferia es un factor de calma fundamental, como consecuencia de una consciencia y poder incrementados.
No toda la tecnología tiene que ser calmada y tranquila. Un videojuego calmado sería de poca utilidad, ya que el objetivo es alcanzar excitación. No obstante, un exceso de diseño situaría el énfasis en el objeto mismo y sus características superficiales, sin tomar en consideración el contexto. Debemos aprender a diseñar para la periferia, de manera que podamos dominar por completo la tecnología sin ser dominados por ella.

Los signos de una tecnología de la calma
Las tecnologías producen calma en la medida en que delegan poder en la periferia. Esto tiene lugar de dos formas. En primer lugar, como se ha mencionado ya, una tecnología generadora de calma puede ser aquella que se mueve fácilmente desde el centro a la periferia y viceversa. En segundo lugar, una tecnología puede mejorar nuestro alcance periférico aportando más detalles a la periferia. Un ejemplo sería el de una videoconferencia, que en comparación con una conferencia telefónica nos permite sintonizar con matices de movimiento personal y expresión facial que de otra forma serían inaccesibles. Esto produce calma cuando el mayor alcance periférico aumenta nuestro conocimiento y por lo tanto nuestra capacidad de actuar, sin aumentar la sobrecarga de información.
La consecuencia de la tecnología de la calma es que nos hace sentirnos cómodos, en un lugar que nos resulta familiar. Cuando nuestra periferia está funcionando bien, estamos sintonizados con lo que está sucediendo en torno a nosotros, y también con lo que va a suceder y con lo que acaba de suceder.
Parece contradictorio afirmar, a la vista de las quejas frecuentes sobre el exceso de información, que una mayor cantidad de información produciría calma. Y parece casi carecer de sentido decir que la forma de sintonizar con una mayor cantidad de información es prestarle menos atención. Son estas características aparentemente extrañas las que pueden explicar por qué en tan pocos dise

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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