Hacia el nuevo modelo de gestión estatal europeo
El e-Government cada vez más cerca
La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho”, según se recoge en el artículo 103 de la Constitución Española. En este sentido, la apuesta por implantar la Sociedad de la Información y del Conocimiento en todos los ámbitos exige que la Administración Pública sea el elemento catalizador que promueva, coordine e impulse iniciativas encaminadas hacia su desarrollo y expansión, al tiempo que mejora eficaz y eficientemente el acceso a los servicios públicos, moderniza tecnológicamente su gestión, fomenta la competitividad y genera riqueza para el Estado y sus ciudadanos.
Para propiciar este ambicioso proyecto el Ejecutivo está realizando un continuo esfuerzo presupuestario que tiene en el Plan de Acción Info XXI, presentado en enero de 2001, su máximo exponente: una dotación de 4.958,35 millones de euros para el periodo 2001-2003 (un 72% del gasto previsto se destina a la Administración Pública) y más de trescientas acciones. Entre los proyectos más emblemáticos (21 en total, de los que diez corresponden a este sector), destacan el Portal de la Administración (administración.es), la implantación del DNI electrónico, el Portal de Turismo, el de Salud, el plan de alfabetización digital ‘Internet para todos’, así como proyectos de expansión del español en la Red, entre otros.
Hora de rendir cuentas
La edición 2001 del Informe sobre Recursos de Tecnologías de la Información de la Administración del Estado (Reina) ofrece la línea evolutiva de este sector, al que se ha destinado en el año 2000 un presupuesto de 1.148.540,14 euros. Según los datos recogidos en el mismo, la Administración del Estado se gastó en TIC un total de 637.102,88 euros, de los que un 34% corresponden a la partida de Personal (215.997,74 euros); un 30% a Material (190.965,59 euros); un 24% al área de Servicios (152.837,38 euros); un 10% en Software (63.869,56 euros) y el 2% restante se engloba en gastos diversos u Otros (13.432,62 euros).
Al desglosar dichas partidas por los distintos ministerios, Trabajo y Asuntos Sociales acapara el mayor porcentaje en cuanto a gastos informáticos se refiere (24% del total de la Administración del Estado), seguido de cerca por Hacienda (19%) y por Defensa (10%). Por el contrario, los gabinetes de Presidencia y Asuntos Sociales tienen un exiguo 1% de cuota de participación, mientras que el resto de los ministerios oscila entre el 8% de Sanidad y Consumo y el 2% de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En cuanto a la estructura del gasto (material y personal), el informe Reina muestra el predominio inversor en Hardware (30%), seguido por los Servicios (24%) y mucho más alejado aparece el Software (10%). El resto de la partida se reparte en gastos de Personal y Otros con un 34% y 2%, respectivamente.
Un dato destacable en la evolución del gasto en servicios recae en la formación, con un significativo incremento del 140%, donde predomina además el número de cursos impartidos por contratación externa (81%) frente a los realizados internamente por la propia Administración (19%). Los departamentos de Justicia, Administraciones Públicas y Fomento son los principales demandantes de este tipo de servicios.
El gasto total en telecomunicaciones en la Administración General del Estado también se incrementó especialmente en 2000 respecto al año anterior, un 4,5% en total, destinándose 188.898,10 euros a mejorar su infraestructura. Como dato curioso, los gastos informáticos representaron el 77 por ciento del total frente al 23 por ciento de telecomunicaciones, unas cifras que contrastan con la evolución del mercado TIC en España, donde se produce una tendencia inversa del 63 por ciento del total para telecomunicaciones y del 37% en informática, al igual que ocurre en la UE con el 54% y 46%, respectivamente.
Externalizar para mejorar
Para crear un nuevo escenario en la Administración Pública del Estado más flexible y eficiente es necesario mejorar la calidad de los servicios y garantizar éstos al ciudadano, que se sitúa como el eje central de la acción de la Administración, según se desprende del estudio elaborado hace apenas un par de meses por el Círculo de Empresarios. La clave para alcanzar "una administración pública de éxito" en la Red pasa por realizar, según se plasma en dicho documento, un enfoque permanente hacia los ciudadanos mediante técnicas de gestión de relaciones con el cliente (CRM), tratándoles como si fueran usuarios y adaptando y personalizando dichos servicios a sus necesidades.
En este sentido la opinión del sector empresarial es clara y contundente: la Administración, al igual que ocurre en el ámbito privado, debe plantearse cuál es su segmento de mercado, su oferta de productos para el ciudadano y sus objetivos, para lo cual tendrá que realizar un replanteamiento estratégico y centrado en las personas. La tendencia y la alternativa que plantean para mejorar la gestión de la Administración, optimizar la ejecución de los procesos y flexibilizar los costes es externalizar algunos servicios públicos.
El outsourcing se plantea como un recurso que permitirá a la Administración, al igual que ocurre en el ámbito privado, concentrar su esfuerzo en áreas estratégicas de servicios públicos que garanticen la atención personalizada e inteligente, controlar el presupuesto, integrar los recursos que les facilitan la TIC, así como la garantía del nivel de servicio. Otro de los factores para lograr una Administración eficiente y eficaz recae en la formación y motivación de los profesionales con que cuenta la Administración, de manera que se impliquen e identifiquen con los objetivos que se persiguen.
Cohesión digital
La Cumbre de Lisboa de los países miembros de la UE marcó el inicio para fijar como objetivo estratégico en 2010 “convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer de forma sostenible”, y paliar de esta manera la brecha tecnológica que la UE mantiene con EE.UU en la aplicación y uso de las TIC en la Administración. En este sentido, España progresa comparativamente en el empleo intensivo de la Red en los servicios de la Administración Pública, ocupando el quinto lugar en la clasificación que encabeza, con un 69%, Irlanda.
El reto de la UE es alcanzar el 100% en todos los países miembros en un par de años a través de inversiones constantes en I+D y TIC con la creación de estándares para facilitar el acceso y la interconexi