Hacia el 2000
Nos vamos acercando al cambio de milenio y, aun comprobando que rara es la semana en la que no se publica alguna noticia o comentario referente al efecto 2000, parece que las empresas, salvo porcentaje pequeño, no se han implicado de lleno todavía en las tareas necesarias e imprescindibles para solventar con garantías de seguridad la problemática anunciada . Con el agravante de que, conforme disminuyen los días disponibles para abordar trabajos, aumentará la tensión, el nerviosismo, la escasez de profesionales para dar respuesta a la previsible situación de emergencia y, por supuesto, la tarifa/hora de estos últimos . Se está entrando en el umbral de las inevitables elucubraciones -sólo entre aquellos responsables con sensibilidad de lo que se avecina- sobre las posibles consecuencias derivadas de una decisión equívoca o tardía . Lo cual no es malo, si sirve para provocar reacciones que permitan sintonizar con la realidad del problema y, con ello, jugar con las probabilidades de llegar a tiempo al objetivo establecido .
En los actuales momentos, hay que dejar a un lado las intuiciones y las cavilaciones, para asumir responsabilidades que vayan directamente al meollo del tema . En este sentido, los fabricantes que saben que tienen algo que decir en la resolución del efecto 2000, deberían estar advirtiendo a sus clientes -con reiteración si fuera preciso- de la necesidad de subsanar las deficiencias cuanto antes, y de su disposición para colaborar . Así conseguirán, al menos, cubrirse las espaldas si algún usuario afectado negativamente por su imprudencia e insensatez, tratase de inculparles para salvar su incómoda situación . Asimismo, las organizaciones con conocimiento profundo sobre lo que puede pasar, deberían velar por los intereses de las empresas con directivos desaprensivos o insensatos, tratando de mentalizarles y ayudarles a buscar salidas que aporten soluciones .
Una de las organizaciones que podría hacer grandísimos favores en este proceso -asesorando, impulsando, y advirtiendo con realismo de los riesgos a los que se está expuesto- es SEDISI . Por lo que representa en el sector, debería liderar una campaña directa de concienciación dirigida a los máximos responsables de empresas de nuestro pais, recabando a éstos datos que tendrían que cumplimentar conjuntamente con el director del sistema de información . Posteriormente, analizada la información recibida, SEDISI estaría en disposición de formular en cada caso las observaciones que creyera pertinentes, aportando la receta imprescindible que permitiría solventar la situación e impedir el caos .
Una gestión de este tipo por parte de SEDISI, además de merecer aplauso y agradecimiento, salvaría a muchas empresas de situación crítica o comprometida -todavía se está a tiempo de dar el último y definitivo empujón- ya que el problema no admite dilación .