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Tirea, servicios de valor añadido para el sector asegurador

Tecnologías de la Información y Redes para las Entidades Aseguradoras S.A., TIREA, es el resultado de un empeño difícil que arranca en un momento (1997) en el que casi todo el mundo estaba de acuerdo con el dicho español de que los experimentos deben hacerse sólo con gaseosa. Aunque la fórmula no es del todo original (las Cajas Rurales ya pusieron en marcha un proyecto simililar) que las aseguradoras acordaran crear Tirea no fue asunto fácil, y que su maquinaria ruede bien tampoco lo es.

Nobuya Osawa sólo parece de origen oriental por sus evidentes rasgos físicos. Por lo demás, en sus ademanes y en su perfecto español podría ser tenido por un señor de Murcia o de Móstoles; ni siquiera inclina la cabeza para saludar como cabría esperar. Conversa con ComputerWorld en las muy austeras (tanto como su logotipo de líneas clásicas en el sentido greco-latino del término) oficinas de Tirea en el barrio de Chamberí de Madrid: “Tirea es una empresa creada a finales de 1997 por las propias entidades aseguradoras, que son, además de los propietarios de la sociedad, nuestros clientes”. Bajo la mirada de UNESPA, patronal del seguro que agrupa a más de 300 firmas que representan el 90 por ciento del sector, “las aseguradoras decidieron crear esta empresa en vista de que el intercambio de información comenzaba a ser complejo y difícil de gestionar. Esa es a grandes rasgos nuestra labor, sin entrar como es lógico, en el terreno singular de las compañías cada una de las cuales tiene su propia infraestructura, sus propios servicios y sistemas. Somos, por así decir y si queremos establecer alguna comparación siempre arriesgada, lo que en el sector bancario sería una especie de centro compensador”.
En el presente toda la gestión de siniestros pasa por Tirea. Por ejemplo, cuando se produce un accidente en el que se ven implicados dos automóviles, los asegurados tan sólo percibimos la superficie de las cosas: damos el parte a nuestra compañía y poco más en circunstancias normales. Pero es entonces cuando se pone en movimiento de intercambio de datos de transacciones, etc que gobierna Tirea. Las ventajas para cada usuario individual (las aseguradoras) son obvias.
“Por dar un dato que puede aportar una idea de volumen: nuestro Sistema de Compensación de Siniestros, puede mover unos 15.000 millones de pesetas mensuales, que viene a ser prácticamente el total puesto que son muy pocas las compañías aseguradoras que aún están al margen del sistema. Otro ejemplo: nuestro Servicio de Siniestralidad de Conductores se apoya en una muy potente base de datos que contiene los partes de los últimos cinco años; ahí están los malos y los buenos conductores. Son datos, perfectamente protegidos en orden a la legislación vigente, que están a disposición de las entidades aseguradoras. Lo que luego hagan ellas con esta información es asunto relativo a sus estrategias y políticas específicas”.
Si reparamos en que, según datos oficiales se estimó en su momento que aproximadamente un 10% de los conductores con una alta siniestralidad rotaban las distintas compañías y que, también según esas estimaciones, estaban teniendo una fuerte incidencia en conjunto “(podemos considerar el negocio asegurador –puntualiza Osawa- como un negocio financiero en el que las pérdidas de uno, en principio, las cubren las no-pérdidas de los otros)”, es posible hacerse una idea bastante exacta del valor que tiene compartir estos datos. Pero no fue fácil instrumentar este servicio: hubo que hilar muy fino en vista de que la legislación española es dura, sobre todo si se compara, por ejemplo con la estadounidense: al asegurado que está en esta situación se le notifica y esto genera a veces desacuerdos. Pero en todo caso, Tirea no puede hacer barridos generales, más bien pone la información en manos de las aseguradoras sólo en el momento en que el eventual cliente solicita contratar un seguro. Como cabe colegir de todo ello, si la infraestructura tecnológica de Tirea es la niña de sus ojos, no lo es menos la asesoría jurídica.
Hablar de un proyecto que se inicia a finales del 97 es hablar, en España, de la prehistoria de Internet, o casi. Pero entonces a Tidea se le pide que consiga la cuadratura del círculo, esto es, que cree un instrumento para dar servicio a clientes muy diversos, con culturas distintas y sistemas heterogéneos. Y, como suele ser lo más útil en estos casos, se aplica el sentido común elemental: Dicho en términos sencillos, había compañías basadas en grandes sistemas, en la arquitectura IBM tradicional, pero había otras con estructuras más locales, departamentales, difusas..., muchas de ellas sobre máquinas UNIX . “De modo que la primera decisión fue que nuestra infraestructura de comunicaciones estaría basada en líneas Frame Relay”.
Para no extendernos. En mayo de 2001 se completó la instalación y puesta en marcha de la incorporación de estas líneas Frame Relay al sistema de Jerarquía Digital Síncrona de Telefónica (conocido como el anillo JDS), duplicando el acceso de todas las tramas Frame Relay a dos centrales telefónicas diferentes y ello a través de dos rutas físicas distintas, a fin de obtener redundancia total. “Sobre estas líneas podemos utilizar diferentes protocolos: IP, X.25, SNA, etc.”, apostilla Osawa. En 2002 quedó plenamente operativo un nuevo nodo de red ATM integrado en la RED IP de Telefónica Data que ha mejorado sensiblemente las prestaciones sobre todo en orden al dimensionamiento de las conexiones y su configuración. Nobuya Osawa es bien consciente del beneficio final que se obtiene cuando se asumen ciertos riesgos calculados. El hecho es que en Tirea están satisfechos del nivel de seguridad y fiabilidad de sus comunicaciones.
“Nuestra siguiente decisión fue ir a sistemas abiertos, mucho más proclives a integrar cualquier sistema de información y las aplicaciones asociadas”. De manera que el núcleo de sus sistemas está constituido por servidores SUN Solaris (UNIX), liberando otras máquinas con destino a operaciones de backup alternativo. En ese núcleo corre lo último del servidor de aplicaciones iAS (iPlanet Aplication Server), destacado acaso por su compatibilidad con el estándar J2EE (arquitectura Java), ORACLE para las bases de datos y TUXEDO como monitor transaccional. “Nos pareció que Solaris era lo más apropiado para dar soporte a todo esto, proporcinándonos más versatilidad a la hora de crecer. Debe tenerse en cuenta en este breve repaso de nuestra propia historia, que nacemos con la misión de poner en marcha servicios de los que ignorábamos cuales tendrían mayor demanda . Cinco años después nos parece que hemos acertado con una arquitectura muy manejable que nos permite ajustes rápidos de acuerdo con una demanda versátil por definición”.
Aunque Osawa asegura que no han tenido que enfrentarse a problemas serios de integración, no debe ser fácil este papel de punto neurálgico, de nodo: se trata de decir a los clientes (que además, son los propietarios y que, por añadidura, compiten entre ellos) que compartan su información, o una parte sensible de su información. Casi nada. “No hemos tenido problemas técnicos insalvables aunque debemos enfrentarnos a cuestiones muy variadas que tienen que v

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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