Gracias Terra

La salida a bolsa de Terra Networks marcará un antes y un después en el mundo de las Tecnologías de la Información en España. Y para bien. Si hasta el momento, la entrada de los grandes capitales en las empresas de Internet se había producido con cuentagotas, ahora se muestran las posibilidades de generar beneficios de este negocio, lo que, sin duda, disparará el interés de la gran banca, y de los grandes empresarios por este mundo, pero también el de cientos de pequeños emprendedores que ahora ven más cerca la posibilidad de obtener financiación y apoyo a sus ideas, con la promesa de formidables negocios. Es decir, ni más ni menos, que el caldo de cultivo que ha convertido al Silicon Valley en la mayor zona de generación de riqueza de todo el mundo. Independientemente de la polémica política generada alrededor de las famosas stock options de los directivos y empleados de primer nivel y de los negocios millonarios e instantáneos que han realizado algunos antiguos propietarios del portal Olé, la fulgurante respuesta de Terra ha situado a España en el mapa de las grandes empresas de Internet de EEUU, y eso permitirá que muchos fondos de inversión estadounidenses vean en este pequeño país un destino viable para sus inversionesa en alta tecnología. Al tiempo, muchas de las nuevas empresas que gracias a Terra se decidan a salir a los mercados generarán, a su vez, equipos de directivos que se enriquecerán y que serán el germen de nuevas iniciativas. Está claro que la existencia de cientos de nuevas iniciativas no garantiza por sí sólo el que nuestro mercado de un salto cuántico que le permita recuperar el retraso perdido no ya con EEUU, sino con países mucho más a nuestro alcance como Finlandia o Irlanda, porque también hacen falta otras cosas, como una mejora de las redes para que el acceso sea más rápido, un abaratamiento de su uso, de forma que la masa de usuarios potenciales se multiplique, y una decidida apuesta por la generalización y renovación del equipamiento informático de las pymes y de los particulares, con medidas fiscales efectivas. Pero eso es harina de otro costal.