Fuga de profesionales en la Administración
El Presidente y el Vicesecretario de ASTIC (Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado) se han pronunciado recientemente sobre los males que aquejan al deseable funcionamiento de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) en la Administración General del Estado (AGE), y han apuntado soluciones que, sin duda alguna, los evitarían. Uno de los lacerantes motivos que menoscaban el rendimiento de las TIC en la AGE, es la incesante fuga de funcionarios especialistas en la materia hacia el sector privado, que últimamente se ve agravada por el incremento de su número. Para intentar paliar los efectos negativos de éste éxodo, la Administración se ve obligada a recurrir a la contratación de personal externo, notoriamente más caro. El sombrío panorama respecto a la carencia de recursos humanos imprescindibles para el eficaz rendimiento de las TIC se ve empañado todavía más por la siguiente afirmación de los dos representantes de la asociación: “Los centros informáticos cuentan con mucho personal obsoleto y con nulas o muy pocas capacidades aprovechables en el momento actual”. Sobre ésta situación que no invita al optimismo, ¿qué opinan los políticos directamente responsables de una idónea gestión de las TIC en la AGE? Los políticos deberían encontrar los argumentos motivadores que contribuyesen a reducir al mínimo el paso de funcionarios especialistas en TIC al sector privado. El análisis de la situación con la meticulosidad requerida les llevaría a comprender lo dañino y costoso que resulta no disponer de las personas adecuadas para solventar los problemas de cada día, diseñar proyectos, gestionar con autoridad profesional, y decidir sin titubeos. Tienen que entender que los cantos de sirena dirigidos hacia sus funcionarios más capacitados, procedentes del sector privado, van a ser incesantes mientras se mantenga la escasez de profesionales en el campo de las TIC. Por lo tanto, exclusivamente en manos de los políticos está poder dar soluciones aceptables y positivas a una situación compleja, a la que las dilaciones perjudicarían todavía más. Resulta increíble que, a los mismos políticos a los que observamos poner tanto énfasis en cantarnos y contarnos las excelencias que se alcanzarán con el apoyo de las TIC, y nos reiteran la posición de vanguardia que ocupa la Administración Pública en iniciativas innovadoras, no quieran disponer de unos funcionarios especializados que les ayuden a hacer realidad todo lo que pregonan ¿Será que su preocupación se centra tan sólo en el día a día -parcheando lo que sea necesario- y no les importa las consecuencias a más largo plazo porque, posiblemente, ya no ocupen puestos con esa responsabilidad?
