Formación, ¿todavía un reto insalvable en departamentos de sistemas?

Las mayores carencias de los profesionales TIC radican en sus conocimientos de negocio

Profesionales versátiles, capaces de asimilar el vertiginoso ritmo al que avanzan las TIC y, especialmente en el caso de los CIOs, que dispongan de conocimientos de negocio para ejecutar su labor de forma eficiente y adecuada a su organización. Estos son los requisitos que se demandan en el mercado para los informáticos pero... ¿reciben éstos la suficiente formación para poder cumplirlos?

La formación es indispensable si se pretende contar con equipos de profesionales de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) competentes y capaces de adaptarse a los continuos cambios que se producen en el mercado, así como gestionar con éxito el famoso binomio tecnología-negocio. Sin embargo, a pesar de que esta afirmación parece obvia, la realidad muestra que en España los profesionales de este sector no reciben tanta formación como sería deseable. Así lo atestigua Enrique Dans, profesor de sistemas y TI en el Instituto de Empresa (IE), que además añade que el problema de la formación no estriba tanto en la cantidad de ésta que se proporciona, sino en el tipo: “Se suele incidir en cuestiones técnicas, lo cual es necesario, pero no suficiente. En España existe una auténtica escasez de profesionales de la gestión tecnológica, del perfil que en otros países se conoce como CIO (Chief Information Officer)”. Dans asegura que el perfil del responsable de sistemas suele ser el de un informático avanzado que, si conoce el negocio y sus variables estratégicas, lo hace de manera intuitiva, no porque reciba una formación que le permita comprenderla e interiorizarla. “Los departamentos de sistemas son como alienígenas en una tierra hostil, hablan un idioma diferente y se relacionan de manera distinta. Falta una toma de conciencia de la importancia estratégica de la tecnología y del papel de los profesionales de sistemas en esa formulación estratégica”.

Un ‘incentivo’ no planificado
Para Dans, en España predomina “el cortoplacismo directivo, la priorización de las inversiones con fruto inmediato. La formación es una siembra lenta, y suele recortarse en cuanto existen condicionantes coyunturales negativos. Ésta es habitualmente algo que demanda el profesional o que se utiliza como una especie de incentivo, algo no planificado desde un punto de vista de análisis de carencias y necesidades”.
Luis de Miguel, responsable de la Oficina de Proyectos de Correos, también percibe una brecha considerable entre las compañías españolas con respecto al resto de países de la OCDE, especialmente EE.UU., “no tanto de carácter presupuestario, ya que en España cada vez se invierte más en formación, sino cultural, pues todavía cuesta considerarla con la importancia que merece”. Eso sí, De Miguel es optimista: “Aunque queda camino por recorrer para conseguir la excelencia en la formación, los departamentos de TI son cada día más conscientes de su importancia y avanzan en la adecuada dirección”.
En este sentido, como indica Dans, existen empresas con ópticas más punteras que empiezan a interiorizar la relevancia de este campo. Eso sí, “aún tiene cierto ‘toque contracultural’, ya que seguimos viendo al directivo del área de sistemas como al ‘informático’, una persona que puede manejar un presupuesto muy elevado pero al que podemos parar por un pasillo para pedirle que le eche un vistazo a nuestra impresora”. El profesor del IE subraya, por otro lado, que existen aspectos específicos de la gestión tecnológica que es preciso abordar desde una óptica multidisciplinar: “Una decisión de outsourcing, por ejemplo, va mucho más allá del puro análisis de idoneidad, y toca aspectos de análisis de costes, escenarios, previsiones, gestión de personas y hasta necesidad estratégica de innovación. No es únicamente formación en gestión, ni únicamente tecnología, sino un conjunto específico de conocimientos y habilidades”.

Formación en innovación
En lo que respecta a la formación tecnológica en particular, Dans explica que hay que incidir en las tecnologías que provoquen un impacto en los procesos de negocio, “pero entendido éste de un modo muy amplio y proactivo, no yendo a remolque de las últimas modas. Hablamos de gestión y del uso de la tecnología como herramienta de generación de ventaja competitiva, no de las últimas colecciones de la pasarela del modisto Gartner”.
En el caso de Correos, se imparte tanto información de gestión como tecnológica. Luis de Miguel, revela que su organización, con 65.000 empleados en la Península Ibérica, invirtió en formación el pasado año 4,3 millones de euros. “En 2005 en TI se realizaron más de 28.282 horas de formación con una inversión por persona de 1.747 euros”.
Uno de los programas estrella de su plan de formación de TI, es el ‘Proyecto de Capacitación TIC’, que consiste en crear una escuela interna de profesionales TIC que sirva como cantera para el departamento. “Se selecciona y forma a personas de Correos de otras áreas funcionales, como carteros, personal de oficinas, etc., para convertirles en profesionales de TI. Estas personas unirán el conocimiento del negocio que atesoran con una carrera profesional en TICs. El proyecto permite cubrir necesidades de la Dirección de Tecnología y Sistemas con personal interno, facilitando la promoción y el desarrollo de los empleados”.
Aena es otra organización que otorga importancia a la formación. Iñaki Ascacíbar, su CIO, asegura: “Existe una unidad de formación e incluso se creó una universidad para formar al personal, no sólo informático, creando un colectivo de profesores y monitores para ello. En cuanto al departamento de sistemas, dado que nuestros profesionales tienen necesidades que a veces no se cubren en el plan de formación general, anualmente organizamos cursos en aquellas tecnologías que son nuevas o en las que tengamos alguna carencia”.


El perfil más buscado
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¿Cuál es el perfil más demandado en los departamentos de TIC? Según Enrique Dans, profesor de sistemas de información del IE, “se precisan personas que sin perder el componente tecnológico, sean capaces de hacer de interfaz con la alta dirección, aconsejando no sólo desde el punto de vista de experto en tecnología, sino de experto en lo que la tecnología puede hacer por la empresa, si se gestiona de una manera óptima. Es preciso un perfil de “informático bilingüe”, que hable el idioma de la tecnología y el de los negocios”.
Luis de Miguel, responsable de la Oficina de Proyectos de Correos, revela que en su caso buscan “profesionales con potencial y capacidades de gestión, que es la competencia fundamental a fortalecer, y con una aptitud proactiva”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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