Formación en las AA.PP.
La numerosa asistencia a los eventos estaba garantizada porque, sobre la base primordial de un programa repleto de alicientes —tanto por la relevancia y conocimientos de las personas que intervenían, como por la importancia de los proyectos que se exponían— las cantidades a abonar por parte de los profesionales pertenecientes al sector privado —la matrícula de los funcionarios era gratuita— se podrían calificar de estrictamente simbólicas. Estos elocuente resultados servirán para disipar dudas en el seno de las Administraciones Públicas respecto a la conveniencia de tomar la iniciativa para organizar todo tipo de eventos que, teniendo como objetivos aportar primicias y datos respecto a proyectos de singular relieve y trascendencia para el ciudadano —manejando parámetros económicos y cuantificando costes, estando presentes parte de los funcionarios relacionados con las TIC directamente implicados— eviten que alguna empresa pretendiera hacer algo similar, pero cobrando una cuota de inscripción a los provenientes del sector privado, desmesuradamente alta. Con la organización de eventos como éstos desde las propias Administraciones Públicas —donde altos cargos comentan y revelan datos de sus respectivas competencias— se presta una gran ayuda a las compañías suministradoras, y se corta de raíz toda posibilidad de generar suspicacias sobre supuestas connivencias entre algunos miembros de las Administraciones y la empresa privada que se viera favorecida para llevar a cabo algo similar. Lo bien hecho bien parece.