Fiscalidad e innovación polarizan el Encuentro de las Telecomunicaciones
- El sector denuncia que la elevada presión impositiva merma su capacidad de innovación
Santander y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha sido el escenario elegido por Aetic para celebrar del 31 de agosto al 3 de septiembre el XXIII Encuentro de las Telecomunicaciones. La crisis, el papel de la innovación para salir de ésta, la regulación europea y la mayor presión fiscal que el Gobierno pretende aplicar a los operadores tras la aprobación de la nueva Ley de Financiación de la Televisión Pública, a partir del 1 de enero de 2010, centraron la atención de los asistentes al evento. Unos temas que pusieron en evidencia la posturas encontradas del Ejecutivo y las empresas del sector, representadas por Aetic, cuyo presidente, Jesús Banegas, criticó la asfixia de carácter fiscal y regulatoria que sufre el sector con nuevas tasas como la que le han impuesto para sostener RTVE. El argumento esgrimido desde el Gobierno para incluir a las compañías de telefonía es que éstas ofrecen servicios audiovisuales. Hay que recordar que la nueva Ley de Financiación de la Televisión Pública, aprobada en junio, obliga a las telcos a aportar el 0,9% de sus ingresos anuales para cubrir los costes del ente estatal. Desde entonces, estas empresas han estado estudiando la hoja de ruta a seguir para luchar contra el nuevo gravamen.
En este sentido, el consejero delegado de Orange, Jean Marc Vignolles, manifestó su deseo de que “se pare la tendencia al incremento de las cargas fiscales adicionales, que es un perjuicio directo a nuestra capacidad de inversión”. Según éste, el canon impuesto a los operadores para financiar la supresión de la publicidad del ente público supondrá una “sobrecarga” de 230 millones de euros al año para “unos pocos” operadores que se une a otras tasas como la del dominio público local y la del proyecto de ley general audiovisual. Vignolles recalcó el mal momento para añadir nuevas trabas a las ya existentes al afirmar que “a los efectos negativos de la crisis se une ahora la aplicación de unas tasas que detraen fondos que los operadores podríamos destinar a la inversión”.
El futuro es digital
Por su parte, el Ejecutivo, representado por la Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien inauguró las jornadas y detalló la Estrategia Nacional de Innovación que tiene previsto poner en marcha el Gobierno con el fin de situar la economía española para 2015 entre las diez más importantes a nivel mundial, sí precisó que era necesario revisar el sistema impositivo para adecuar los ingresos y las inversiones del Estado a la crisis. Este posible incremento de la presión fiscal para los operadores podría, en palabras de Julio Linares, consejero delegado de Telefónica, frenar la revolución digital: “Lo que no ha conseguido la crisis tal vez lo consigan los impuestos si se sigue gravando al sector como vía recaudatoria”. Linares hizo un llamamiento al papel que juega la innovación en la crisis y llamó a la cooperación de los agentes que componen el sector. “La cuestión está en distinguir entre cuándo competir y cuándo cooperar”, afirmó. Una cooperación a la que también aludió Vignolles, quien instó a las Administraciones y a los operadores a “unir fuerzas” para “combinar inversión privada y pública” asegurando el desarrollo de la Sociedad de la Información. “Lo que pedimos es un apoyo más decidido al sector. A la vista de los hasta 8.000 millones de euros de inversión que se necesitan para despegar redes de nueva generación hay que buscar formas de inversión eficiente con la colaboración de los operadores y con la oportunidad de que las administraciones públicas aporten dinero”, explicó.
Pese a que el Gobierno, a través de la ministra, se reafirmó en su intención de revisar la carga fiscal sí que quiso dejar claro que no elevará la fiscalidad de los fondos que inviertan en I+D+i, pues la innovación es una de las “importantes asignaturas pendientes que nos ocupan, la auténtica ‘caja negra’ del desarrollo económico y del progreso de nuestra sociedad”. En su discurso, Garmendia abogó por fomentar el desarrollo de empresas innovadoras y triplicar el número existente, que actualmente ronda las 11.000.