Facebook y medicina, mala combinación
Cuando Matt Goldstein entró en la escuela de medicina de Stanford, sus profesores le advirtieron acerca de mantener sus perfiles en Facebook o páginas de Twitter, explicándole que la actividad en los medios de comunicación social, podría conducir a violaciones de las leyes y los derechos de privacidad de los pacientes.
Mientras se prepara para comenzar su MIR, Goldstein ha vuelto a recibir esa misma advertencia. "De hecho, acabo de recibir un correo electrónico de mi programa de residencia en el que se nos advirtió fuertemente sobre los medios de comunicación social".
Los estudiantes de medicina y los ya médicos se enfrentan a la obligación de bien no usar los medios sociales o el empleo de seudónimos que sólo los amigos conozcan con el fin de evitar la violación de las normas de privacidad y de mantenerse al margen de lo que podría considerar como contacto inapropiado con los pacientes. O dicho de otro modo, más que una herramienta social se ha convertido en un quebradero de cabeza más para estos profesionales en EEUU, pero que forma parte de una tendencia global que pronto podría afectar incluso a España.
Muchos de ellos también se han cambiado a las redes profesionales privadas, que les permiten discutir los casos médicos en foros profesionales, buscar compañeros para consultas a distancia y leer sobre los últimos tratamientos.
En una encuesta de 2009 a los decanos de las 130 escuelas de medicina de Estados Unidos publicada en el Journal of the American Medical Association, el 60% de los encuestados informaron de incidentes provocados por los estudiantes cuando publicaron contenido profesional en línea.
Las infracciones intencionales de privacidad
Puede parecer obvio que los estudiantes de medicina y los médicos no deberían publicar información personal de pacientes en las redes sociales, pero no siempre es así de simple.
Por ejemplo, hace dos años, la Dra. Alexandra Thran, una médico de urgencias de 48 años de edad, fue despedida del Hospital de Westerly en Rhode Island y amonestada por conducta no profesional por publicar información en línea acerca de un paciente. El problema radica en que la médico no publicó el nombre del paciente ni había información suficiente para que otras personas pudieran identificar al individuo.
Los médicos deben entender la publicación de información en los sitios de redes sociales de la misma manera que se rigen las conversaciones en los ascensores del hospital, dicen los expertos. Está simplemente prohibido discutir los casos en un lugar público, ya sea físico o virtual.
Las redes privadas de médicos sociales
Al igual que muchos hospitales, Beth Israel Deaconess ha creado su propio sitio de mensajería para los pacientes y médicos, llamada PatientSite. El sitio requiere que los usuarios inicien sesión, y por lo tanto permite a los pacientes y médicos comunicarse de forma segura.
Más allá de las paredes del hospital, un nicho industrial ha surgido para hacer frente al deseo de los médicos de discutir casos de pacientes con los colegas o solicitar información sobre los últimos tratamientos. Sermo y Doximity son dos de los principales proveedores de redes en línea para los médicos. Estas aplicaciones aún no están disponibles en versiones específicas para España, pero este fenómeno pronto llegará a nuestro país.