"Eventos como CT Expo acercan la Nueva Economía"
Elisa Robles, directora general de Industrias y TI en el Ministerio de Industria y Energía
Elisa Robles, directora general de TI en el Ministerio de Industria; José Manuel Villar, secretario general de Comunicaciones; y, Joan Majó, presidente de CT Expo, ofrecieron a los asistentes su visión del sector.
“Con un crecimiento tres veces superior al visto en el resto de sectores de la economía, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han convertido en fundamentales para la economía, siendo capaces de contraer la inflación nacional y transformar la manera de hacer negocios”. Con estas palabras Elisa Robles, directora general de Industrias y Tecnologías de la Información en el Ministerio de Industria y Energía, inauguró CT Expo, la feria española de Computer Telephony, marcada en esta, su segunda edición, por las soluciones de red IP. “Eventos como éste permiten que tanto la estructura empresarial como la sociedad en general se integren en la Nueva Economía sobre la que gira el mundo en estos momentos”, apuntilló Robles.
Las TI no deben preocupar, sino ocupar
José Manuel Villar, secretario general de Comunicaciones del Ministerio de Fomento clausuró el salón animando tanto a empresarios como a Administración Pública y a todos los agentes implicados en el sector a conducir la evolución tecnológica al mismo ritmo que la evolución social. “El tema tecnológico no debe preocuparnos sino ocuparnos”, ha manifestado. Para Villar, es preciso cambiar los hábitos de conducta del consumidor de tecnología, que en poco tiempo será el conjunto de la sociedad, promoviendo la promoción de mecanismos de formación específicos. Villar ha reconocido el actual déficit de formación tecnológica entre la población española y ha alabado el papel que, en este sentido, desempeñan foros de exposición y debate profesional como CT EXPO. En cuanto a las prioridades del Gobierno en esta materia, el Secretario General de Comunicaciones ha enumerado el libre acceso a todos los servicios y aplicaciones tecnológicas, evitando cualquier tendencia al monopolio y garantizando la igualdad de condiciones entre empresarios españoles y extranjeros.
Peligros de inadaptación
Por su parte, Joan Majó, presidente de CT EXPO y del Information Society Forum, ha alertado sobre los peligros de inadaptación social y cultural que conlleva la velocidad de la revolución tecnológica, principal dificultad con que el sector se encuentra para su total implementación. Para Majó “no estamos preparados ni personal ni socialmente para lo que va a venir y podemos crear una sociedad fragmentada y esquizofrénica a la hora de asumir el reto tecnológico que tenemos ante nosotros”.
En la Sociedad de la Información y en la Nueva Economía existen diferenciales crecientes entre las necesidades del mercado y la preparación de las personas. Sólo en la UE hay un déficit de 1.200.000 trabajadores para cubrir puestos de preparación tecnológica. Según Majó, esta inadaptación social deriva de que información y conocimiento están empezando a ser y serán los únicos bienes de que podamos disponer. “El concepto de propiedad ya no es material y la información es cada vez más cambiante y abundante, por lo que el trabajador debe formarse continuamente, con la carga de inseguridad laboral y personal que ello conlleva”. Los bienes del futuro son “ilimitados, sobreabundantes, compartibles -propiedad para todos- y se enriquecen con el uso”. Este cambio de valores obliga, según Majó, a que los gobiernos se replanteen el concepto jurídico de propiedad y el derecho a la accesibilidad más que a la propiedad.
Más autónomos
Para Majó, la autonomía espacio-temporal que nos proporcionan las nuevas tecnologías en lugar de ahorrarnos trabajo “hacen que trabajemos más que nunca” puesto que podemos hacerlo desde cualquier lugar y momento. “Las reglas del trabajo se han roto irreversiblemente porque ya no hay un espacio fijo ni un horario habitual”. Una situación que, ha dicho, no ha hecho más que empezar. Por último, Majó pronosticó un quebranto de la seguridad y tranquilidad propias de la sociedad del bienestar. Las sociedades de la Nueva Economía serán “más inseguras, con personas más autónomas y con mayor poder de decisión puesto que dependerán menos de organizaciones externas”.