Europa progresa de manera importante en el comercio electrónico en el primer semestre del año. España podría alcanzar a los países nórdicos en tres años, según Andersen Consulting
Sin embargo, aún existen barreras para que el despegue sea definitivo: en primer lugar, no existe una política clara en cuanto, por ejemplo, tarifas en estas naciones; por otro lado, la regulación todavía no está lo suficientemente desarrollada; y, además, el acceso a los mercados de capitales es aún menor que en EE.UU. Sin embargo, Andersen Consulting lanzó un dato revelador: hace un año se hablaba de una diferencia de desarrollo entre Europa y EE.UU. en comercio electrónico de cinco años; actualmente, esta cifra se sitúa entre los 2 y los 3 años. Una cantidad que podría menguar si, como indica el estudio, se sigue considerando al cliente como eje de este comercio, y la tendencia de las empresas a establecerse en determinados nichos de mercado mientras que recurren a partners para establecer su presencia en toda la cadena de valor.
Situación española
Del estudio se derivan datos tales como que los directivos europeos consideran, en un 64%, que el comercio electrónico es una verdadera ventaja competitiva para su empresa, un porcentaje que se situaba en el 51% el año pasado. Además, un 90% de estos directivos cree que las ventas de su compañía dependerán cada vez más de este tipo de compra-venta. De hecho, la previsión para el 2003 en Europa es que el mercado on-line alcance los 430.000 millones de dólares, con 170 millones de usuarios de Internet, según Andersen.
En España, la situación también es favorable, sobre todo si se tiene en cuenta que en la vorágine del comercio electrónico están implicados organismos tales como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con su proyecto CERES, por ejemplo, que tiene como objetivo, a partir de su uso del comercio electrónico, crear en España una entidad pública de certificación que garantice las transacciones entre el sector privado y la administración pública.
Sin embargo, existe un riesgo para los países menos desarrollados como el nuestro: si ya existe una diferencia en este desarrollo entre Europa y EE.UU., dentro del Viejo Continente podrían existir dos frentes: el de los países del Norte y el de los países del Sur. A pesar de todo, Andersen Consulting es optimista con respecto a España, y cree que en 3 ó 4 años el país estará cerca en el desarrollo del e-commerce de los países nórdicos, por ahora, los más avanzados, aunque reconoce que las pymes, que suponen alrededor del 90% del tejido empresarial español, son todavía la gran asignatura pendiente del negocio on-line.