¿Está el ERP muerto o dormido?
De esta forma, PeopleSoft vio caer sus ingresos un 88% en el tercer trimestre del presente año, mientras que SAP al revisar sus ganancias anuales tuvo que aceptar el hecho de que éstas no alcanzaran el incremento del 25 % que se estimaba en un principio. Baan, por su parte, dejando aparte sus problemas internos, reportó pérdidas en cada uno de los trimestres de 1999.
Las distintas teorías apuntan como principal causa de estas caídas, la patente preocupación de los directores de TI por certificar sus sistemas de cara al año 2000, lo que supuestamente les habría hecho olvidar otros problemas de gestión, invirtiendo casi específicamente en adaptaciones para hacer frente al temido efecto 2000. “Todas las compañías han dejado de lado cualquier tipo de inversión hasta que pase el año 2000”, asegura Ralf Dammeyer, consultor de SAP R/3 para Siemens.
SAP, por su parte, culpa de sus poco estelares resultados a las compañías de los Estados Unidos que solamente buscan productos preparados para Internet. Además, en estos momentos, a los fabricantes de ERPs no les queda más remedio que afrontar el rechazo de Wall Street, que sólo tiene ojos para las compañías de Internet.
El mercado de fabricantes de ERPs parece estar en una situación difícil, pero, realmente, esto se puede deber a la comparación con años anteriores en los que el crecimiento fue espectacular; por ejemplo, en 1998, SAP, pionero en esta industria recogía un incremento en sus beneficios de aproximadamente un 60%.
No está claro si el ERP ha caído o no en desgracia y, todavía se alzan muchas voces a su favor. Por ejemplo, según Markowitz, de WaidPoint corp. “el ERP no está muerto, está solamente dormido y esperando una reconversión que llegará después del primero de diciembre”. Por su parte, portavoces de la consultora Ovum se unen a esta tendencia y aseguran que “nadie puede escapar de la necesidad de implantar software ERPs”.