España se estanca
“Nos encontramos con un panorama que refleja una realidad compleja, con elementos claramente positivos y otros aspectos más negativos. Sin duda no estamos totalmente atrasados, pero tampoco parece evidenciarse que exista una conciencia clara del camino que debemos seguir”. Esta es una de las conclusiones principales que se recogen en el Informe anual sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en España, elaborado por la Fundación Auna y presentado oficialmente por el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla. Y así, nuestro ministro polivalente admitió –tal y como lo llevan haciendo los diferentes gobiernos desde hace ya muchos años– que “desgraciadamente existe un cierto retraso de nuestro país en el desarrollo de la SI y que ha tenido como consecuencia la existencia de una gran brecha digital entre España y los países de nuestro entorno”. Bien, pues que yo sepa esa supuesta brecha no es nueva. Han sido, son y serán los políticos que encuentren atractivo hablar de la brecha digital. Y ¿qué se ha hecho? Pues bajo el punto de vista de expertos del mercado, bastante poco, y lo admite el mismismo Montilla. Entonces, ¿por qué eliminar el Ministerio de Ciencia y Tecnología? Si hay algo que es fundamental y crítico parta el futuro de nuestro país como han admitido los representantes del nuevo Gobierno lo lógico sería contar con uno dedicado en exclusiva. Bajo mi opinión, creo que la incorporación de la tecnología en el discurso político no ha causado ningún beneficio al desarrollo de la SI en nuestro país. Nuestros políticos hablan de tecnología porque son conscientes de que es un discurso atractivo, pero nada más. El argumento tecnológico –tristemente– se ha convertido en una factoría de votos. Y la tecnología es algo más, está o debería estar por encima de los partidos políticos. Estamos hablando del futuro y de la viabilidad de un país, y aquí no valen las palabras sino los hechos. Y para hacer hay que saber.
