España necesita mayor capacidad de innovación
¿Cómo hacer frente al agotamiento del modelo económico actual? ¿Cuáles son las claves del tan deseado "nuevo modelo productivo"? Un reciente estudio realizado por la Cátedra UAM-Accenture en Economía y Gestión de la Innovación en colaboración con AETIC trata de dar respuesta a estas cuestiones clave.
Según el estudio “El papel de la innovación en el nuevo modelo económico español”, elaborado por la Cátedra UAM-Accenture en Economía y Gestión de la Innovación en colaboración con AETIC, para mejorar la capacidad innovadora de España no es suficiente con incrementar la actividad de las 12.000 empresas que hoy se dedican a la investigación y las 42.000 que innovan. En nuestro país tenemos sectores que desarrollan tecnología punta con posibilidades de futuro, como los de TIC, biomedicina y biotecnología o el aeroespacial, pero es preciso prestar atención al conjunto de sectores tradicionales de nuestra economía, aquéllos en los que España es competente pero no suficientemente competitiva: calzado, turismo, textil, transportes y logística, automoción y energía, entre otros. Es en estos sectores en los que hay que incidir, propiciando la sustitución del actual trabajo poco cualificado por un modelo de trabajo más cualificado con aplicación intensiva de la tecnología. Hay expertos que incluso apuntan que, en términos relativos, es en estos sectores tradicionales dónde la creación de empleo será mayor en comparación con otros sectores emergentes de tecnología avanzada.
El estudio concluye además que es en el segmento de las pymes donde más hay que incidir en las ventajas de la innovación, ya que la gran empresa ya está inmersa en la nueva tendencia. “Las pymes deben ser el objetivo de atención y apoyo constante. Este colectivo demuestra hasta ahora escasa conciencia de los beneficios económicos que conlleva la innovación, tiene dificultades para obtener financiación, desconoce los apoyos fiscales a la innovación y requiere gran esfuerzo en la cualificación y desarrollo profesional de sus directivos”, según Juan Pedro Moreno, socio de Accenture y presidente del consejo directivo de la Cátedra UAM-Accenture en Economía y Gestión de la Innovación.
Si bien, la gran empresa española, y en especial las TIC, se encuentra a niveles europeos en cuanto a su capacidad innovadora, el estudio pone de manifiesto, sin embargo, la distancia en este sentido con respecto a la pyme española y propone intensificar los flujos de innovación y tecnología de la gran empresa (en especial TIC) hacia las pequeñas y medianas, a la vez que políticas mas activas en la divulgación de avances, la existencia de apoyos fiscales y el desarrollo profesional de sus directivos.
Educación y Sociedad de la Información
Para paliar esta situación, el estudio propone mejoras en el modelo educativo actual, no sólo incrementando los recursos y el foco en el desarrollo de innovación y creatividad, sino también mediante un cambio social que potencie el reconocimiento de los profesores, investigadores y alumnos que estimule que esa función sea desarrollada por los mejores y se instaure una cultura del esfuerzo, aumentando a su vez el nivel de exigencia para la promoción a un estadio superior. El bajo nivel educativo general de la población española se refleja en el nivel medio de los directivos empresariales: el 36% de los directivos tiene un nivel educativo bajo, el 25% medio y el 39% alto, frente a los porcentajes de 17%, 41% y 42% respectivamente de la media de la Unión Europea. Sin olvidar la atención a los conocimientos básicos, el desarrollo de competencias -como la capacidad analítica, el espíritu crítico, la creatividad y la cooperación- contribuirían a la preparación de futuros emprendedores innovadores.
Para innovar también se necesita que el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones por las pymes y los hogares españoles sea generalizado. “La mejor manera de hacer realidad la Sociedad de la Información es mediante la extensión de la Administración Telemática a todos los ciudadanos, algo que todavía está lejos de que ocurra y que el DNI digital podría, por tanto, acelerar”, según Jesús Banegas, presidente de AETIC. El exitoso modelo de la Agencia Tributaria ha de servir de ejemplo para otras esferas públicas relacionadas con la justicia, la sanidad y la educación.
Financiación aquí y ahora
En las economías del “nuevo modelo productivo“, la capacidad innovadora de las empresas y el crecimiento de su volumen de negocio se basa en sus activos intangibles (talento, conocimiento, alianzas, participación en redes, etc) y en su adecuada gestión, por encima de los activos tangibles tradicionales (edificios, maquinaria, etc). El problema radica en que los informes económico/financieros que se necesitan para acceder a entidades crediticias y al mercado de capitales no reflejan el valor de los intangibles. En consecuencia, el coste del capital para las compañías basadas en intangibles y con mayor potencial innovador se encarece, si no se deniega. El sector financiero privado y la financiación pública siguen fijando su atención en el balance de las empresas, una información que no incluye los activos intangibles, pero que continúa siendo la base para la concesión de cualquier crédito o aval.
Las nuevas propuestas han de venir por otro tipo de procedimientos: la valoración por expertos independientes de los activos identificables –patentes o marcas- y los no identificables –como capital humano o participación en redes-; la difusión de la capacidad innovadora como complemento a la información financiera habitual; la consideración de este tipo